Transparencia en la política turística

El Gobierno no es transparente ni congruente en la información que facilita sobre su política turística al Congreso de los Diputados en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
José Manuel Soria, ministro de Turismo, en uno de los foros organizados por la Agencia EFE | Fuente: Ministerio de Industria, Energía y Turismo
José Manuel Soria, ministro de Turismo, en uno de los foros organizados por la Agencia EFE | Fuente: Ministerio de Industria, Energía y Turismo
José Manuel Soria, ministro de Turismo, en uno de los foros organizados por la Agencia EFE | Fuente: Ministerio de Industria, Energía y Turismo
José Manuel Soria, ministro de Turismo, en uno de los foros organizados por la Agencia EFE | Fuente: Ministerio de Industria, Energía y Turismo

Partidas que no concuerdan, cantidades de fondos públicos sin asignar, falta de detalle en la concesión de préstamos… Este medio ha realizado una petición de información pública al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, amparada en la Ley de Transparencia, sobre la política turística del Gobierno español y los datos facilitados por la Secretaría de Estado de Turismo, el organismo encargado de aplicarla, no concuerdan con los indicados en la memoria del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2016.

Por ejemplo, en el capítulo de puesta en valor del patrimonio cultural, natural y enogastronómico de los presupuestos, una actividad que debería servir para dar un enfoque turístico a los recursos naturales y culturales de España, el ministerio que dirige José Manuel Soria indica que se han concedido 205.000 euros en ayudas a cinco clubes de producto. Sin embargo, en la respuesta a la petición de este medio, la Secretaría de Estado de Turismo indica que sólo se han concedido ayudas a dos clubes por importe de 110.000 euros, el 53% de la cantidad presupuestada.

Los clubes de producto son asociaciones privadas que tienen como misión unir fuerzas para articular una estrategia común alrededor de un fin, como puede ser la promoción de las estaciones náuticas españolas. Para ello colaboran con las diferentes administraciones del Estado, recibiendo en la mayoría de los casos subvenciones de las mismas. De esta manera, la Secretaría de Estado de Turismo reconoce que la Asociación de Ciudades del Vino (Acevin) ha recibido 35.000 euros de dinero público para la implantación de un Observatorio Turístico de las Rutas del Vino, la realización de acciones de comunicación y marketing online y offline.

Por su lado, la Asociación Saborea España (Tasting Spain), de la que forman parte la federación Española de Hostelería (FEHR), la Asociación Española de destinos para la promoción del turismo gastronómico, la Organización Europea de cocineros (Euro-Toques), la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (FACYRE) y Paradores de Turismo, ha conseguido una subvención de 75.000 euros para “financiar el desarrollo de herramientas de promoción y comercialización del producto turismo gastronómico, organización de eventos gastronómicos promocionales, desarrollo de foros técnicos de trabajos conjuntos para la mejora de la competitividad del producto, acciones de promoción nacional e internacional, realización de campañas y acciones de comunicación”, según consta en la respuesta a este medio.

El modelo turístico español se fundamenta en la oferta de sol y playa para los visitantes extranjeros. Ello hace que los recursos naturales y culturales del país mediterráneo (como parques nacionales, edificaciones históricas, ciudades Patrimonio de la Humanidad, etcétera) queden postergadas en la estrategia de los poderes públicos. No todo el problema es de la administración, ya que las empresas privadas deben jugar un papel importante en la promoción de los destinos en que funcionan, pero la ayuda gubernamental puede servir de catalizador para atraer a otro tipo de turista con mayor gasto y de mayor calidad. Los clubes de producto tienen esta finalidad de colaboración entre el sector público y el privado, pero no parece que den resultados a juzgar por el poco efecto que tienen en el tipo de turista que sigue visitando España.

El maná del crédito público

Las mismas incongruencias informativas se dan en las líneas de crédito para la renovación de infraestructuras turísticas, una herramienta que debería servir para modernizar destinos que se han quedado obsoletos y dirigirlos a un nuevo tipo de turista. Según la memoria de los Presupuestos Generales, se han concedido cinco préstamos a empresas y autónomos, mientras que a entidades locales (ayuntamientos y diputaciones) se han dado otros cinco préstamos. En total, a empresas se han destinado 121,13 millones de euros y a entidades locales, 10.000 euros. Sin embargo, en la respuesta oficial facilitada a este medio, la Secretaría de Estado de Turismo indica que en su ámbito “no se ha concedido ningún préstamo a empresas y autónomos para la renovación de infraestructuras turísticas en 2015”. Y lo mismo sucede con entidades locales.

La única partida del presupuesto que se acerca a la información facilitada por Turismo es la referente a la línea de créditos para emprendedores turísticos. Esta es una iniciativa cacareada por el Gobierno del Partido Popular como ejemplo de la ayuda que presta a los emprendedores y que también debería servir para cambiar el modelo turístico español. En la memoria de los presupuestos, el Gobierno reconoce que ha formalizado 130 operaciones por un importe total de 48,1 millones de euros. Aún así, el Gobierno no es transparente en su respuesta a este medio. Revista80dias solicitó conocer el importe concedido a cada uno de los proyectos y la Secretaría de Estado de Turismo se ha limitado a redirigir a la publicación oficial de la convocatoria, en la que sólo se indica la empresa beneficiaria de estos créditos, sin más detalles.

Además, el Gobierno no diferencia por líneas de ayudas, ya que hay diferentes modalidades, como las que se dirigen a jóvenes emprendedores, a I+D, al desarrollo de productos innovadores o para la internacionalización de empresas. Otra conclusión que se obtiene de la memoria económica de los presupuestos es que de 100 millones de euros presupuestados para este programa, sólo se usarán 48,1 millones de euros durante 2015, ni la mitad de los fondos asignados, por lo que muchos proyectos presentados se quedarán sin financiación.

Las competencias de ordenación del turismo corresponden a cada comunidad autónoma española, pero el Gobierno central puede usar el presupuesto del Estado para orientar determinadas políticas e intentar modificar el modelo turístico del país. Sin embargo, el presupuesto de la Secretaría de Estado de Turismo asciende a 329,26 millones de euros, un 0,08% del gasto total del Estado en 2016, que ascenderá a más de 400.000 millones de euros.

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