Sinvergüenzas del aire: clientes indefensos

Otra vez ha vuelto a pasar. Una línea aérea (SkyEurope) ha quebrado y ha abandonado a su suerte a los pasajeros que tenían billete con la misma, a los que ha “recomendado” que compren vuelos en otras firmas aéreas. Billetes que, por supuesto, SkyEurope no piensa abonar. Y es que la realidad demuestra que, por muchas directivas europeas que haya, el consumidor siempre acaba pagando las consecuencias de permitir que unos sinvergüenzas operen vuelos.

La noticia de la suspensión definitiva de actividades de SkyEurope no es una gran sorpresa, ya que desde junio la firma se encontraba en un concurso voluntario de acreedores debido a su insolvencia. Lo que sí llama la atención es que los responsables de la low cost eslovaca no hayan habilitado las medidas necesarias para hacerse cargo de los pasajeros que han comprado billetes con la misma. La quiebra de una firma aérea no es algo que suceda de un día para otro, se sabe con antelación y se pueden poner en marcha los procedimientos necesarios para repatriar a los clientes que hayan adquirido ticket de vuelta y no dejarles “colgados”, como ha ocurrido.

El caso presenta algunas similitudes con lo ocurrido en nuestro país con Air Madrid en 2006. El tema todavía está en los juzgados y hace tres años que los clientes que compraron billetes con la aerolínea de José Luis Carrillo no cobran los importes que la misma les debe. Idéntico destino les espera a los pasajeros de SkyEurope, con una empresa en concurso de acreedores y en previsible liquidación.

Al poder, muy cercano a las compañías aéreas, le importa muy poco que un ciudadano pueda quedar varado en cualquier lugar del mundo porque la aerolínea con la que tenía contratado su vuelo quiebre y decida no hacerse cargo del mismo. Las agencias de viajes están hartas de denunciar este extremo: se quejan, con razón, de que mientras ellas deben depositar fuertes fianzas y contar con caros seguros para poder hacerse responsable del cliente en caso de quiebra, las aerolíneas sólo necesitan unas licencias y someterse a unos controles, sin estar obligadas a responsabilizarse del usuario. Un despropósito.

La Comisión Europea, tan estricta en cuestiones de competencia y monopolio, debería articular un conjunto de medidas que de verdad sirviesen para proteger a los clientes de las líneas aéreas. Que garantizasen su derecho a recibir una indemnización de forma rápida y justa y, desde luego, a ser repatriados a su país de origen, aunque la firma en cuestión quiebre. De hecho, el problema de nuestros días es que lo que ha pasado con SkyEurope puede suceder con cualquier otra firma aérea, incluso las “tradicionales”.

1 comentario
  1. soyu una damnificada de Air Madrid, en este caso la culpa NO es de la compañia, la culpa la tiene la Ministra de turno y el Grupo Marsans que se apropio de las rutas de Air Madrid con la empresa Air Comet, asi le va

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