Renfe y constructoras españolas pondrán en marcha el AVE entre La Meca y Medina

El Reino de Arabia Saudí ha dado a conocer que el consorcio formado por varias empresas españolas y saudíes ha sido el elegido para construir un proyecto valorado en 6.500 millones de euros. Con el mismo se unirá a través de AVE las ciudades religiosas para el mundo árabe de La Meca y Medina.

MADRID.- Un consorcio de empresas españolas y saudíes se encargarán de desarrollar el tren de alta velocidad que cubrirá el trayecto entre la ciudad de La Meca y Medina, dos enclaves fundamentales del mundo árabe por su interés religioso. El proyecto tiene un presupuesto asignado de 6.736 millones de euros y en el mismo participarán las compañías españolas Consultrans, Copasa, Imathia, Cobra, OHL, Dimetronic, Inabensa, Indra, Renfe y Talgo. Junto a ellas también trabajarán dos empresas saudíes (Al Shoula y Al Rosan) y la iniciativa estará liderada por Renfe y Adif, según ha comunicado el Ministerio de Fomento en un comunicado.

Este es un proyecto integral en el que se contempla desde la construcción de la plataforma de la línea, de unos 450 kilómetros de longitud, hasta la instalación de su superestructura (sistemas de señalización, electrificación, telecomunicaciones y seguridad), el suministro de 35 trenes AVE y el mantenimiento del corredor durante doce años. Se calcula que ambas ciudades quedarán unidas en un tiempo de 2 horas y 30 minutos.

Los trenes, basados en las series 102 y 112 de Renfe, contarán con una capacidad de 450 viajeros, servirán una demanda diaria de 166.000 viajeros y se prevé una demanda en horas punta de entre 11.000 y 13.000 viajeros. Se espera que transporte 60 millones de viajeros anuales.

La adjudicación pone fin al proceso que puso en marcha Arabía Saudí y que congregó a numerosos grupos internacionales. Finalmente se seleccionó a dos: el grupo español y otro francés. Antes del verano se conocieron las maniobras de Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, para intentar que la licitación callese en manos galas. Sin embargo, la experiencia de España con la alta velocidad y las relaciones diplomáticas (al más alto nivel, con la intervención del rey don Juan Carlos) han acabado por inclinar la balanza a favor de la parte española.

Además del triunfo empresarial que supone, este proyecto también supondrá un importante paso en la estrategia de internacionalización del AVE que promueve el Gobierno bajo la marca “Alta Velocidad Española”.

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