La recuperación de los viajes de negocio empezará por los desplazamientos regionales

La consultora McKinsey considera que, para sobrevivir, es esencial personalizar los servicios, ajustar costes y contar con planes frente a rebrotes.
Personas en un aeropuerto | Foto: Pixabay
Viajes de negocios en un aeropuerto

El sector de los viajes de negocios, celebración de congresos e incentivos ha sido uno de los más dañados por la paralización económica que ha provocado la enfermedad Covid-19. En 2018, este segmento económico, conocido por sus siglas inglesas MICE, movió más de 1,4 billones de dólares (1,18 billones de euros), un 21,4% de la cifra de negocio del turismo mundial, según la consultora McKinsey. Como todo en una industria tan polimórfica, los viajeros de negocios son un activo muy importante para las aerolíneas (suelen reservar las tarifas más altas, aunque sólo supongan un 10% de sus clientes) y para determinados hoteles, sobre todo urbanos, cuya ocupación depende de este tipo de viajero.

El Sars-Cov-2, el virus que causa la enfermedad, seguirá pululando por el mundo durante meses y la consultora recomienda en un informe las medidas que deben tomar las agencias especializadas en turismo de negocios e incentivos para sobrevivir. En primer lugar, los gestores de viajes deben mantener una relación directa con las personas con poder de decisión en las empresas para las que preparan los viajes. De esta manera pueden tener el conocimiento suficiente de sus necesidades concretas y no ofrecer productos estandarizados. Es decir, lo que se viene repitiendo como un mantra desde hace años: personalización. A los proveedores, McKinsey les recomienda ajustar los precios y servicios que ofrecen (menos amenities en las habitaciones de hotel, por ejemplo). Asimismo, la empresa recomienda que no se recorten gastos en medidas sanitarias, que se ajusten las políticas comerciales de los proveedores a la evolución de los viajes y que tengan planes para posibles confinamientos futuros.

McKinsey prevé que la actividad del sector de los viajes de negocios irá retornando a la vida, aunque en diferentes fases y no de igual manera para cada uno de los subsectores. Los gestores de viajes de negocios se fijan mucho en los indicadores sanitarios de cada destino y en función de ello toman las decisiones sobre el viaje de negocios. La consultora ha preguntado a estos profesionales y, según sus opiniones, prevé que primero se recuperarán los viajes regionales, el transporte aéreo y en tren y, por último, los vuelos de más larga distancia. Estos últimos, en función de las políticas de apertura de cada país. Por ejemplo, Grecia ha prohibido los vuelos procedentes de Cataluña desde el 31 de agosto y para el resto de viajeros con salida de España es requisito obligatorio contar con un test de covid-19 negativo para poder acceder al país europeo.

Las visitas a clientes y los viajes para realizar ventas en persona también serán los primeros que se recuperen. Es lógico si se piensa que el parón económico ha provocado cuantiosas pérdidas a todo tipo de empresas (excepto a las digitales como Facebook o Google). Aunque McKinsey se ha dedicado a preguntar a los gestores de viajes de negocios en EEUU, los datos se pueden extrapolar al resto del mundo. Por ejemplo, dos de cada tres profesionales encuestados refieren que los viajes de negocios serán más seguros cuando se desarrolle e inocule la vacuna.

El estudio de McKinsey utiliza a China como ejemplo, por haber sido el primer país donde surgió la epidemia de Covid-19 y que ha reiniciado su economía. En el país asiático los primeros sectores económicos que recuperaron la actividad fueron la construcción, el inmobiliario, fabricantes de equipamiento y farmacéuticas. Sin embargo, los negocios relacionados con servicios (tiendas, restaurantes, bares, etcétera) y los tecnológicos han sido los que más lentamente han vuelto a la normalidad.

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