La actividad turística española retrocede 25 años y necesitará dos ejercicios para recuperarse

Las empresas turísticas españolas tardarán dos años, como mínimo, en recuperar la actividad previa al estallido de la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020.

La actividad turística española ha retrocedido 25 años por el impacto de la Covid-19 en 2020, según el último informe de Exceltur, la patronal que agrupa a las grandes empresas turísticas. La aportación del turismo a la riqueza española durante el pasado año ha sido del 4,3%, ocho puntos menos que en 2019, cuando ascendió al 12,4%. El sector empresarial de la hostelería es el tercero más perjudicado (-66,6% en ventas) tras las agencias de viajes y las empresas de ocio.

Por su lado, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que la evolución de los precios hoteleros durante 2020 fue, de media, un 6% inferior a la de 2019 (-8,2 puntos); el precio medio diario (ADR en siglas inglesas) fue de 81 euros y el ingreso medio por habitación (RevPAR en siglas inglesas) alcanzó los 31,4 euros. Los empresarios españoles del sector turístico preguntados por Exceltur prevén un 79% de caída en su actividad para el primer trimestre de 2021. Más del 30% de los empresarios considera que su actividad no se recuperará hasta el segundo semestre de 2022. Casi el 40% espera que esto ocurra en 2023 y el 13,6% en los próximos años.

Una de las pocas buenas noticias para el sector turístico en el inicio del año ha sido la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 31 de mayo de 2021. Este instrumento permite suspender el contrato de trabajo de los empleados sin despedirles, enviándoles al paro, que les paga parte de su salario. Así, en el momento en que se recupere la actividad, los trabajadores pueden volver a su puesto de trabajo. No es descartable que los ERTE se prorroguen durante más tiempo durante 2021, debido a la falta de actividad económica en el sector turístico. La medida acordada entre el Gobierno español, los sindicatos y la patronal da algunas certezas a corto plazo, pero los hoteleros siguen reclamando otras políticas para capear el temporal económico provocado por el Covid-19. Exceltur exige un plan de rescate basado en ayudas a fondo perdido “como están haciendo otros países europeos desde la segunda oleada de la pandemia”. Exceltur calcula que es necesaria una ayuda directa de 5.130 millones de euros durante 6 meses: unos 2.000 millones deberían destinarse a las empresas especializadas en alojamiento. También piden que se incluya a los trabajadores del sector turístico en los planes de vacunación para transmitir la imagen de compromiso con la seguridad sanitaria del sector. Por diferentes motivos, a día de hoy, España está bastante lejos de alcanzar el objetivo de 70% de vacunaciones, que se ha fijado para antes del verano de 2021.

En este contexto, la consultora inmobiliaria Colliers International ha publicado su informe anual sobre la inversión en hotelería. La consultora prevé que se inicie una “actividad inversora extraordinaria” en el segundo semestre de 2021 por la coincidencia de tres factores clave: un año y medio sin ingresos por parte de muchos hoteles, lo que llevará a sus propietarios a venderlos, una posición de liderazgo de España en el segmento de sol y playa, donde se centrará el interés, y las posibilidades de inversión derivadas de un mercado segmentado en el que existe una amplia gama de hoteles susceptibles de reposicionamiento y mejora. Laura Hernando y Miguel Vázquez, especialistas de la división de Hoteles de Colliers International, explicaron en una rueda de prensa virtual que no habrá operaciones derivadas de una crisis financiera porque los niveles de endeudamiento son “significativamente más bajos” que antes de la crisis de 2008. Para los expertos de Colliers, la mayoría de los grupos hoteleros están capitalizados gracias a la bonanza de los últimos años. Roberto Torregrosa, director general de Guitart Hotels, una pequeña cadena de seis hoteles, y director del MBA en hostelería y turismo de la escuela de negocios Ostelea, tiene un punto de vista diferente: “esta situación nos ha pillado desprevenidos. Es cierto que hemos tenido épocas gloriosas, pero hemos reinvertido en reformas, por ejemplo. No teníamos estimaciones de que esto pudiera ocurrir y ahora nos enfrentamos a unas finanzas muy difíciles y complejas que no nos permiten tener suficiente aliento para resistir un impacto como éste”.

Los expertos de Colliers también consideran que no habrá una corrección de precios en los hoteles que se vendan, sino una polarización hacia los activos de alta calificación. El interés por este tipo de inmuebles, valiosos para las cadenas, apoyará los acuerdos basados en vender, pero mantener la gestión o seguir habitando el inmueble en alquiler. Hernando y Vázquez consideran que otro tipo de transacciones que crecerán a medio plazo (especialmente a partir de 2022) se centrarán en grupos familiares sin herederos. Además, prevén descuentos en torno al 20% en activos de baja y media calidad respecto a los precios anteriores a la crisis. Esta devaluación “hará inviables esas transacciones”.

Con información de Beatriz de Lucas Luengo.

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