El nuevo turismo: Islas que se mueven y viajan

Auténticas ciudades que flotan y se pueden desplazar a donde su dueño considere oportuno. Una experiencia vacaciones totalmente nueva y personalizada, un concepto que combina el ambiente personal, la experiencia natural y la movilidad de un yate, con la comodidad de un hogar en tierra firme.
isla movil. Orsos Islands
Isla movil flotante. Orsos Islands

MADRID.- El turismo es un sector en constante innovación. Un sector que se posiciona en la vanguardia de todas las ofertas imaginables con la intención de sorprender y captar un público mayor a través de la originalidad más absoluta. Esta vez la propuesta es pantagruélica de puro extravagante que se nos presenta, y aun así, apetece.

Se trata, nada más y nada menos, que de las islas móviles flotantes.  Auténticas ciudades que flotan y se pueden desplazar a donde su dueño considere oportuno. Eso sí, de momento para uso exclusivo de turistas millonarios que, si les viene en gana, incluso pueden convertir su capricho en su propio “país flotante”. Ninguna tontería ahora que está tan de moda el tema de independizar pedazos de países siguiendo la lógica inversa de “La unión hace la fuerza”. Y una cosa que parece tan absurda, cada día está más de moda, entre las más famosas tenemos la experiencia del Principado de Sealand, una plataforma marina ubicada en el mar del norte e independiente… un relato digno de ser leído.

La idea es una  experiencia vacaciones totalmente nueva y personalizada. Hay una empresa australiana, Orsos Islas, que ofrece por 4,7 millones de dólares, es decir, unos 3,6 millones de euros una isla móvil flotante de un kilómetro cuadrado de superficie, con espacio para 12 residentes y 4 tripulantes. Y según la empresa, se trata de un concepto que combina el ambiente personal, la experiencia natural y la movilidad de un yate, con la comodidad de un hogar en tierra firme.

Pero si la idea de la empresa australiana parece descabellada, siempre hay alguien que lleva lo sorprendente hasta un límite que lo convierte en descabellado. O en genial. Es cuestión de gustos. Porque el empresario Roger Gooch y vicepresidente de la empresa Freedom Ship International, hace muy poco tiempo anunció su intención de construir una ciudad flotante que recorrerá el mundo.

Algo así como 1.372,5 metros de largo, 228,7 de ancho y 106,7 de alto. Un barco-ciudad, el Freedom Ship of the Seas, con una capacidad de entre 50.000 y 100.000 personas, repartidas en 17.000 departamentos. Y con la intención de dar la vuelta al globo en un período de dos años. Un proyecto que se presenta como un lugar ideal para vivir o desarrollar una empresa. Una comunidad amigable, segura y protegida con grandes extensiones de espacio abierto, de entretenimiento e instalaciones recreativas, pero en constante movimiento por el mundo.

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