Cuando se mezclan churras con meninas

Ya no es un secreto para nadie, y para los principales afectados menos, que las aerolíneas de bajo coste están ganando la partida a las tradicionales en un contexto en el que el precio se mira mucho más que los servicios ofrecidos. Por ello, es interesante la iniciativa que ha puesto en marcha la web británica de British Airways (BA). La aerolínea de bandera del Reino Unido ha creado un comparador de las tarifas que cobran sus dos competidores principales de bajo coste: Ryanair y EasyJet. Los precios que compara esta herramienta no son los del billete, sino los de servicios como facturar en el aeropuerto, llevar equipaje de pesos determinados, selección de asiento o comidas a bordo.

La conclusión, al usar esta aplicación, es que BA da mejores servicios a coste cero, mientras que el billete con Ryanair puede costar 10 euros, pero donde de verdad nos “sacarán la sangre” será en el pago por servicios como la facturación, las comidas a bordo o la elección de asiento. Desde este punto de vista, British Airways tiene razón. De todos es sabido que de donde las low cost obtienen su margen de beneficio es de los ingresos extras que obtiene antes o durante el vuelo y no de la tarifa del billete. Sin embargo, BA obvia que la filosofía del bajo coste es precisamente esa: ofrecer sólo los servicios necesarios y cobrar por aquellos que no lo sean.

Cuando alguien reserva un vuelo lo que quiere es que le transporten de un lado a otro. Esta es la necesidad básica que debe satisfacer una aerolínea y si el cliente no busca nada más, elegirá su compañía en función del precio y la seguridad que le merezca. Siempre es bueno tener comodidades como poder elegir asiento o comer algo, pero el cliente tendrá que pagar por ello, según la filosofía low cost. Y esto no significa que sea un servicio de mala calidad, sino que tiene las prestaciones básicas y necesarias.

Por ello, BA tiene que darse cuenta de que el cliente low cost (el que quiere un vuelo para llegar a su destino y punto) no es su pasajero objetivo, porque siempre le va a ofrecer tarifas mayores (para cubrir su servicio excelente) que cualquier aerolínea de bajo coste. Cada vez más la clave está en el precio ajustado al servicio que se quiere recibir.

Más información en “London Calling” (Expansión)

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