Sepla se plantea demandar a Iberia por coacciones y dice que se pone en riesgo la seguridad

El sindicato de pilotos Sepla asegura que la demanda presentada por Iberia por la convocatoria de una huelga de 24 días es “una vuelta de tuerca más en la línea de presión” de la dirección de la empresa.

MADRID.- El sindicato de pilotos Sepla asegura que la demanda presentada por Iberia por la convocatoria de una huelga de 24 días es “una vuelta de tuerca más en la línea de presión” de la dirección de la empresa. Por ello, el sindicato ha señalado que no descarta denunciar a la dirección de Iberia por “amenazas y coacciones”.

En un comunicado, Sepla recuerda que la “guerra contra los pilotos” de la dirección de Iberia se ha traducido en 34 expedientes y tres despidos con el objetivo de “coartar las acciones sindicales emprendidas tras el anuncio de la externalización de la producción del corto y medio radio”.

Según Sepla, “la única que comete una ilegalidad es la dirección de la empresa que, en un acto de prepotencia, no duda en vulnerar los derechos de sus pilotos recogidos en el VII Convenio Colectivo firmado hace menos de 3 años por la anterior dirección en el pleno ejercicio de esa libertad de empresa que ahora esgrimen para justificar la vulneración de lo acordado”.

El sindicato justifica la convocatoria de 24 días de huelga por la vulneración e incumplimiento del Convenio Colectivo de los Pilotos y por “la obligación que tratan de imponer a los pilotos bajo la coacción de despidos para que incumplan los descansos recogidos en la normativa legal vigente en materia de Seguridad Aérea”.

La dirección, recuerda Sepla, aprobó el pasado noviembre la creación de Iberia Express, externalizando un total de 40 aviones que saca de la matriz, prácticamente la mitad de su flota, y más de la mitad de la producción, “convirtiendo a Express en ilegal al vulnerar los acuerdos firmados en el Convenio Colectivo de Pilotos en varios puntos”.

Sepla viene protestando desde finales del verano de 2011 por la creación de Iberia Express, la aerolínea de bajo coste de Iberia que empezará a operar a finales de marzo los vuelos nacionales y europeos. La compañía pretende rentabilizar de esta forma su operativa de corto radio, que hasta el momento es deficitaria. Los comandantes alegan que, en el último convenio firmado, Iberia se comprometía a no externalizar vuelos a otra compañía.

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