MADRID.- El Grupo Globalia empieza a ver un poco de luz tras la compra de Orizonia en diciembre. Este último conglomerado ha logrado una quita de su deuda de 619 a 81 millones de euros. La decisión la ha tomado la corte británica, quien ha aprobado la reestructuración del pasivo de la compañía mediante un procedimiento normativo llamado “scheme of arrangement”, según fuentes cercanas a la operación recogidas por la Agencia EFE.
A través de este procedimiento una sociedad puede instar con sus acreedores (o con un determinado grupo o clase de ellos) un acuerdo o compromiso que, una vez aprobado por una mayoría y ratificado por el tribunal británico competente, obliga al resto de acreedores. Es una fórmula muy utilizada en el mundo anglosajón para permitir la reestructuración de compañías y posibilitar su supervivencia.
De esta manera, Orizonia ha conseguido que más del 85 % de los acreedores con garantías constituidas a su favor aprobaran, en una asamblea, tanto la oferta de adquisición sobre Orizonia formulada por Globalia, como la reestructuración de su deuda corporativa, según el despacho de abogados internacional Linklaters.
Globalia llegó a un acuerdo de compra con Orizonia, que pasará a esar presidida por José Duato en sustitución de Fernando Conte, por el que asumía parte de su deuda corporativa y se comprometía a inyectar en el grupo hasta 60 millones de euros para cubrir sus necesidades de liquidez más inmediatas. Uno de los escollos principales era la abultada deuda de Orizonia, que se ha salvado con este trámite. Ahora sólo queda que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) dé el visto bueno a la operación.
La integración de ambos grupos supondrá que Globalia controle prácticamente el 40% del negocio de turoperación y alrededor del 15% del de agencias de viajes minoristas. Con estos datos es bastante probable que la CNC no se oponga a la integración, aunque el organismo que vigila la competencia podría exigir requisitos, como que Globalia se deshiciese de determinados negocios, por ejemplo.
