Orizonia irá al cierre y plantea un ERE para 3.500 empleados

Ante la dificultad para seguir operando, el grupo turístico Orizonia ha decidido solicitar el concurso de acreedores y realizar un ERE entre sus 5.000 empleados. La compañía desaparecerá tal y como se la conoce.

MADRID.- El grupo Orizonia solicitará el concurso de acreedores voluntario el miércoles 20 de febrero y aplicará un Expediente de Regulación de Empleo a 3.500 de sus 5.000 trabajadores. Así lo ha manifestado José Duato, director del conglomerado turístico, a sus trabajadores en una reunión mantenida en Palma de Mallorca, según la agencia Europa Press. Se pondrá fin de esta manera a la existencia del segundo grupo turístico español, con marcas como Vibo (antes Viajes Iberia, Solplan, Kirunna Travel o la compañía aérea Orbest).

En principio se pretende salvar parte de la compañía, lo que incluirá a Orbest y algunas agencias de viajes de la enseña Vibo. El resto será desmantelado. Orizonia se encuentra en proceso de compra por parte del grupo Globalia, el otro holding turístico español, propiedad del salmantino Juan José Hidalgo. La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) está estudiando la operación y había puesto reparos a la misma, por lo que cuenta con dos meses para emitir el informe en el que indicará qué negocios deberían desprenderse del grupo para no ostentar una posición dominante en el mercado.

Ha sido esta decisión de la CNC la que ha precipitado el final de Orizonia. Globalia se comprometió a desembolsar 60 millones de euros para paliar las dificultades financieras de Orizonia, pero siempre y cuando la CNC diese el visto bueno a la operación de compra. Así, la empresa de Hidalgo entregó a Orizonia 15 millones de euros para sus pagos más inmediatos, pero al conocer las trabas de la CNC desde Globalia han preferido no desembolsar más dinero hasta ver con claridad el final de la operación.

La versión oficial que se transmite desde Globalia es que han estado en contacto con la CNC para tratar de adelantar la decisión, pidiendo a la Comisión que ésta se pronunciase sobre los negocios que deberían escindirse del grupo fusionado. Sin embargo, que Orizonia desaparezca tal y como se la conoce puede ser beneficioso para Globalia. Hay que tener en cuenta que la integración de ambos negocios sería muy dificultosa. Tanto Globalia como Orizonia cuentan con agencias de viajes minoristas que solaparían su negocio en muchos casos, lo que obligaría a la larga a cerrarlas. Con el negocio mayorista sucede prácticamente lo mismo. El único caso en el que las ofertas de producto de ambos grupos se complementarían es en el aéreo, con Air Europa (Globalia) y Orbest (Orizonia).

Por lo tanto, que Orizonia deba someterse a un concurso y realizar un ERE entre su plantilla puede ser ventajoso para Globalia, que podría comprar una empresa con una importante quita de su deuda (ya se pactó hace unos meses condonar el 80% de la deuda de Orizonia) y una limpieza de personal que, con toda seguridad, debería haber acometido Globalia en el futuro.

Trabajadores en la picota

Los mayores perjudicados serán los empleados de Orizonia. Cerca de 1.000 trabajadores se podrían quedar en la calle sólo en las Islas Baleares, donde tiene su sede el grupo. Según fuentes sindicales citadas por Europa Press, José Duato ha garantizado que se intentará pagar la nómina de febrero a los empleados.

Algunos empleados han puesto en marcha en la plataforma Change.org una petición al Gobierno para que intercediese e intentase salvar sus puestos de trabajo. Las opciones que se abren a la compañía pasan por la venta de sus diferentes unidades de negocio, como la mayorista, pero tendría que ser dentro del concurso de acreedores. El Grupo Barceló intentó comprar Orizonia antes que Globalia y podría ser un candidato para adquirir el área mayorista y potenciar la que está intentando poner en marcha desde hace unos meses. Lo mismo podría suceder con la red de agencias de viajes. Sin embargo, Globalia tendrá la última palabra.

Indicios

La situación de Orizonia era difícil a finales de 2012. Una abultada deuda (que rozaba los 600 millones de euros) y la debilidad del consumo español habían llevado al grupo a una situación límite. Fernando Conte, su presidente, estaba negociando la venta del mismo. El primer interesado fue el grupo Barceló, que anunció la compra. Una semana después, Globalia hacía lo propio y Orizonia confirmaba que había aceptado la misma. La necesidad de que Competencia diese el visto bueno y sus objeciones han dado la puntilla a Orizonia, que no cuenta con liquidez suficiente para seguir operando.

El pasado 16 de febrero varios viajeros, en Punta Cana (República Dominicana) y en México, fueron intimados por los hoteles en que se alojaban para que pagasen sus pernoctaciones. Era el primer signo de que se acercaba el final de Orizonia. A la vez, el viernes 15 de febrero, el grupo solicitó el preconcurso de acreedores para negociar sus pagos. De momento, nada ha podido salvar a la compañía y a sus 5.000 trabajadores.

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