Nuevo convenio colectivo de hostelería para Baleares

El acuerdo firmado entre empresarios y sindicatos contempla subidas de sueldo, el fin de las externalizaciones y subcontrataciones y el estudio de las enfermedades profesionales.
Limpieza de una habitación de hotel | Foto: Shutterstock
Limpieza de una habitación de hotel | Foto: Shutterstock
Limpieza de una habitación de hotel | Foto: Shutterstock
Limpieza de una habitación de hotel | Foto: Shutterstock

El salario de los trabajadores de la hostelería de Islas Baleares crecerá un 17% en los próximos cuatro años. Los sindicatos CCOO y UGT han firmado el nuevo convenio colectivo del sector con la patronal empresarial y entrará en vigor el 1 de abril de 2018. El pacto es importante porque este convenio será de aplicación a todas las empresas del sector, que no podrán regular las condiciones laborales de sus empleados de forma diferente. “Este acuerdo marca un antes y un después en hostelería”, refiere Silvia Montejano, secretaria general de la Federación de Servicios del sindicato CCOO en Islas Baleares, y una de las negociadoras del mismo.

La importancia de este acuerdo radica en que regula el trabajo del principal sector económico de Baleares y garantiza la paz social durante cuatro años. En el archipiélago hay 188.220 personas trabajando en turismo en temporada alta (de julio a septiembre), el 40,9% de todos los trabajadores del sector servicios del archipiélago y el 34,7% de toda la economía balear. De ellos, tres de cada cuatro están empleados en hostelería (hoteles y restauración). Además, el pacto puede servir de guía para el resto de España, donde se tendrán que negociar convenios similares en los próximos años.

El nuevo convenio prorroga las condiciones del anterior y añade tres nuevos pilares. El primero es el incremento salarial del 17%, que se hará de forma escalonada cada año. Aunque el acuerdo entra en vigor en abril de 2018, los trabajadores experimentarán una primera subida del 3,875% en sus sueldos desde enero del próximo año, que se completará a partir de marzo con otro incremento del 1,125%. En 2019 el crecimiento será del 5% y los dos años restantes la mejora será del 3,5%, respectivamente. Montejano explica que en los últimos ejercicios los empresarios del sector hotelero balear habían incrementado sus beneficios y que una de las condiciones de este acuerdo era un mejor reparto de esta riqueza.

La consultora Moore Stephens realizó en 2016 un estudio sobre la situación financiera de la hotelería balear. El informe concluye que la cifra de negocio de los alojamientos baleares creció un 8,8% entre 2014 y 2015, mientras que los beneficios se incrementaron un 24% en el mismo periodo. La subida de las pernoctaciones en los hoteles baleares y la contención en los costes salariales hicieron posible esta bonanza, sumado a la mayor afluencia de turistas al archipiélago (15,4 millones de visitantes en 2016, el 85% extranjeros, la mayoría alemanes y británicos). En Baleares hay censados 1.328 alojamientos con categoría de hotel, hostal y pensión, con un total de 326.622 camas, según datos del Observatorio Turístico de las islas.

El segundo punto que contempla el convenio se refiere a las externalizaciones y las subcontrataciones. En caso de que una empresa hostelera desee recurrir a una compañía externa para cubrir alguno de sus servicios, será obligatorio que esta sociedad se subrogue en los contratos de los trabajadores de la empresa hostelera cuyo trabajo se vea externalizado, además de aplicar el convenio de hostelería y respetar los derechos adquiridos de estos trabajadores. Montejano aclara que hasta ahora, si se externalizaba algún departamento de la empresa, el trabajador de ese servicio se podía encontrar ante dos situaciones: que se le despidiese o que la empresa que entrase a prestar el servicio se subrogase en su contrato, pero cambiando el convenio de aplicación, lo que modificaba salario y condiciones laborales.

En el caso de la subcontratación, es decir, que una empresa hostelera decida contratar los trabajadores de otra para que realicen un servicio interno, los empleados que vengan con la empresa externa (generalmente empresas de trabajo temporal [ETT]) deben cobrar un salario según la clasificación del convenio de hostelería. Además, como novedad, se garantiza a estos trabajadores el tiempo de trabajo y los descansos en igualdad de condiciones que los empleados internos de la empresa que les subcontrata. Por ejemplo, en el caso de un hotel que decide subcontratar el personal de una empresa para la limpieza de sus habitaciones, los trabajadores externos tendrán un salario según el convenio de hostelería y trabajarán las mismas horas que los empleados del hotel y descansarán el mismo número de días.

El tercer pilar del nuevo convenio colectivo es un acuerdo en materia de salud laboral. La idea de los sindicatos es definir cuáles son las cargas de trabajo en el sector de la hostelería para fijar un mínimo diario en el futuro. Aunque será cada centro de trabajo quien determine la carga definitiva en función de sus condiciones particulares. “Queremos que las cargas de trabajo sean las adecuadas a cada centro, pero dignas y asumibles para los trabajadores desde el punto de vista de la salud”, explica Montejano. También se pretende identificar qué enfermedades son las más habituales en la hostelería para conseguir que se reconozcan como enfermedades profesionales y sean tratadas por las mutuas de trabajo y no por la sanidad pública. Además, otro objetivo es que estas enfermedades profesionales ayuden a adelantar la edad de jubilación del personal del sector hotelero. El estudio se centrará en todos los departamentos, desde camareras de piso a recepcionistas.

Este nuevo convenio colectivo dará solución a algunos de los problemas que han causado más polémica en los últimos años. El más conocido es el de las limpiadoras de habitaciones de hotel (conocidas como kellys), que han sufrido los rigores de la última reforma laboral, aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular) en 2012 y que facilitaba el despido, la subcontratación y los convenios de empresa frente a los sectoriales. Estas trabajadoras fueron despedidas de la plantilla de los hoteles en que estaban empleadas y contratadas por ETT. Posteriormente, el hotel las subcontrataba de nuevo, pero con salarios más bajos y peores condiciones laborales. Las disposiciones del acuerdo recién firmado no prohíben estas prácticas, pero las hace menos apetecibles para los hoteleros, que tendrán que pagar más sueldo a estas trabajadoras y respetarles los mismos derechos que al personal interno del hotel.

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