Meliá Hotels impidió vender habitaciones a mejor precio en Europa

Meliá ha asumido la multa de más de 6 millones que le ha impuesto la Comisión Europea por limitar los precios que podían ofrecer diversos turoperadores.
Mazo para impartir justicia en un tribunal
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La Comisión Europea (CE) ha multado a Meliá Hotels con 6,68 millones de euros por realizar prácticas anticompetitivas en la Unión Europea. La compañía hotelera ha cooperado en la investigación de la CE y ha aceptado la sanción. En febrero de 2017, la CE abrió a un expediente a Meliá y a los cuatro principales turoperadores europeos por las sospechas de que se habrían puesto de acuerdo para vender habitaciones de hotel a precios diferentes según el país de residencia del cliente. De esta manera, la CE entendía que los turistas europeos no gozaban de igualdad a la hora de comprar habitaciones en los hoteles de Meliá, pues en función de su país de residencia se les aplicaba un precio u otro. La investigación, que surgió por la denuncia de varios clientes, se refería a los contratos firmados por la hotelera y los turoperadores entre 2014 y 2015.

Las pesquisas de la CE se centraban en Meliá Hotels y en los turoperadores Kuoni, Rewe, Thomas Cook y TUI. El cierre del expediente con la multa a Meliá supone que la hotelera ha aceptado la total responsabilidad, por lo que los turoperadores han quedado exonerados por haber firmado estos contratos con la empresa mallorquina. Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE y encargada de los asuntos de Competencia, ha indicado en un comunicado que “Meliá impidió que los turoperadores ofreciesen libremente alojamiento en hoteles de toda Europa” y aclara que “los consumidores tenían acceso a diferentes ofertas y precios según su nacionalidad”.

Para la Comisión, estos acuerdos habrían fragmentado el Mercado Único Europeo, restringiendo la capacidad de los turoperadores para vender libremente las habitaciones en todos los países de la Unión Europea (UE) y responder a la demanda de los consumidores que residiesen fuera de los países de aplicación de los acuerdos. Como resultado, los consumidores no podían conocer la ocupación real de los hoteles ni reservar con las mejores tarifas que pudiesen conseguir los turoperadores desde otros estados de la UE.

En un comunicado, Meliá asegura que “siempre ha entendido que los citados acuerdos no tuvieron efectos adversos para la competencia en el mercado, y con tal intención fueron suscritos”. A pesar de ello, la empresa hotelera ha aceptado la sanción para dar por finalizado el expediente. Su colaboración también le ha garantizado a Meliá una reducción en la multa.

Las prácticas de Meliá son un aviso para otras compañías hoteleras que operan en Europa y que pueden tener contratos similares con turoperadores. La CE explica que las cláusulas anticompetitivas de Meliá se habían insertado en sus condiciones generales y no en cláusulas particulares, es decir, que era una práctica de contratación general de la hotelera mallorquina con sus turoperadores.

La operativa de Meliá también muestra la presión a la que se encuentran sometidas las cadenas hoteleras, que venden sus habitaciones a través de sus webs, los turoperadores y en agencias de viajes de Internet, como Booking, con quienes firman acuerdos de paridad de precios. Estos acuerdos suelen restringir el importe de las tarifas que los hoteles ofrecen en sus propios canales directos de comercialización, para evitar guerras de precios. Los tribunales de diferentes países de la UE han declarado estas cláusulas como abusivas, porque han entendido que limitan la libre competencia. Desde el punto de vista legislativo y de control, ni la CE ni el Parlamento europeo han dado respuesta a la demanda de los hoteleros para prohibir estas cláusulas que limitan el rendimiento de su negocio.

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