MADRID.- El año turístico puede acabar mejor de lo previsto si continúan las tensiones políticas en destinos competidores de España, como Egipto y Turquía. No obstante, el maná del turista extranjero no llegará a todos los destinos turísticos españoles: de nuevo, las zonas de interior son las grandes perjudicadas de una crisis que está dejando al turista español (fundamental para las mismas) KO.
José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, y Óscar Perelli, director de estudios del lobby turístico, han desgranado antes los medios las claves que auguran un buen verano para el turismo nacional. La encuesta que realiza Exceltur entre los empresarios del sector arroja que el 44,7% de los mismos espera mejorar sus resultados entre julio y septiembre. El estudio se realizó antes del golpe de Estado que el Ejército ha provocado en Egipto, por lo que las previsiones habrán subido. De hecho, Zoreda ha explicado que desde la patronal calculan que vendrán 730.000 turistas más por efecto de las revueltas egipcias y turcas. El destino que más se beneficiará será las Islas Canarias, que en verano viven su temporada baja para el turista internacional. Además, el lobby turístico prevé que esta mayor afluencia de visitantes aumente en 670 millones de euros los ingresos por turismo de España. Mayores visitas y mayiores ingresos también se traducirán en un incremento del empleo.
Otro apunte positivo que ha desgranado Zoreda es la previsión de PIB turístico, el indicador que elabora Exceltur para medir la riqueza que aporta el sector a la economía general. Según Exceltur, el años 2013 podría cerrar con un decrecimiento en el PIB turístico del 0,4%, cuando a principios de año la previsión de decrecimiento era del 1%. Es decir, el aporte de riqueza del turismo mejorará en seis décimas, sobre todo por efecto de la inestabilidad política en nuestros destinos competidores. El vicepresidente de Exceltur también ha manifestado que en los dos últimos trimestres del año la actividad turística se encontraría en tasas positivas, por lo que se puede decir que el sector saldrá de la recesión a final de año, a pesar de que en el cálculo global aún no se obtengan tasas de crecimiento positivas.
Prudencia
Los datos son alentadores, pero hay que tener en cuenta dos matices. Por un lado, las buenas expectativas son producto de la mayor afluencia de turistas internacionales. Y esta mayor afluencia no se ha producido por una mejora de la competitividad del sector turístico español, sino porque España se constituye como un destino refugio para aquellos turistas que buscaban un sol y playa más barato en Egipto o Turquía, pero que han visto rotas sus vacaciones por los acontecimientos políticos. Por ello, en la medida en que la situación de estos países mejore, el efecto de estos flujos podría desaparecer.
En segundo lugar, sólo los destinos de playa y las islas se verán beneficiados por la mejora en la llegada de turistas y los mayores ingresos. Esto es así porque los destinos de interior, a excepción de alguna ciudad muy concreta, dependen en gran medida del viajero español. Y no es que el turista nacional no vaya a vacacionar en el verano de 2013, sino que lo hará por menos tiempo, con menor gasto y, preferiblemente, en alojamientos más baratos que los hoteles o en casas de familiares. Todo esto provocará que la rentabilidad de los pueblos y ciudades españolas no crezca e incluso disminuya durante el verano.
