Archivada la denuncia contra los controladores de Santiago por no acudir a sus puestos en 2010

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela ha emitido un auto en el que no ve indicios de delito en los controladores y considera que todos habían cumplido el máximo de horas anuales de trabajo y podían dejar de acudir a sus puestos, previa notificación, comio así ocurrió en diciembre de 2010.

MADRID.-  La denuncia penal contra los controladores aéreos del centro de Santiago de Compostela (Galicia) ha sido archivada por José Antonio Vázquez, juez titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago. El magistrado ha comunicado en un auto el archivo definitivo de las diligencias que había abierto, a instancias de la Fiscalía y de varios particulares, para averiguar si los controladores cometieron algún tipo de delito al abandonar sus puestos de trabajo entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre de 2010, pocos días antes del cierre del espacio aéreo español por la masiva inasistencia de controladores en varios centros de trabajo. Además, el archivo es definitivo en contra de lo solicitado por el fiscal, que prefería un archivo provisional, lo que hubiera permitido que de aparecer nuevos hechos o datos se retomase la investigación.

En un auto (PDF) de cinco páginas, el juez manifiesta que la jornada de los controladores está regulada “y de conformidad con dicha normativa, AENA requiere a los controladores aéreos para que se abstengan de superar el número de horas máximas fijadas como jornada anual aeronáutica”. El magistrado indica que el Gobierno realizó cambios en la legislación sobre los horarios para “paliar errores de cálculo que únicamente eran imputables a los responsables de control y seguridad aérea”. El motivo habría sido el convencimiento de los responsables de control aéreo de que el personal que existía en esos momentos era insuficiente para la carga de trabajo, máxime cuando ya venían cumpliendo el máximo de horas anuales antes de que acabase 2010.

Por lo anterior, el magistrado concluye que “los documentos que constan en la causa permiten afirmar de forma rotunda que todos los imputados habían superado claramente su jornada anual aeronáutica en el momento en el que dejan de acudir a su puesto de trabajo”. El juez Vázquez añade que los profesionales de control aéreo de Santiago “habían anunciado tal incidencia, en algunos casos con meses de antelación […] de forma fehaciente […] antes de dejar de acudir a las convocatorias”. Asimismo, AENA no sale bien parada en el auto del juez, donde se indica que la empresa pública “pretedende mantener una realidad que sabe incorrecta” con la documentación que aportó a la causa.

El magistrado también entiende que la normativa sobre horarios de trabajo y descanso de los controladores es vinculante y que, por ello, “el hecho de dejar de acudir al trabajo por parte de los imputados, debido a haber agotado su jornada laboral aeronáutica, se considera plenamente justificado, pues no concurría ninguna circustancia excepcional que justificase vulnerar un precepto vinculante”.

En el auto también se muestran los manejos de AENA para justificar la presencia de controladores. El juez afirma que “en el aeropuerto de Santiago la falta de controladores era tan palmaria, que debían superar un curso para poder actuar, y sin embargo se incluyeron en el turnero [cuadro de turnos] para rellenar, sabiéndose de antemano que no acudirían hasta finalizado el curso”. Y el magistrado da varios ejemplos en los que AENA convocaba a controladores con bajas por incapacidad temporal o permisos de lactancia, que sabía que no acudirían a su puesto, sólo por el hecho de rellenar los cuadros de turnos.

El auto de archivo, de 16 de abril, no es firme, ya que puede ser recurrido en reforma ante el propio juez o en apelación ante la Audiencia Provincial de La Coruña. Por su lado, en los juzgados de Madrid se sigue el proceso penal contra el grueso de controladores aéreos que no acudieron a sus puestos de trabajo el 3 y 4 de diciembre de 2010, hecho que obligó al Gobierno a cerrar el espacio aéreo y declarar el estado de alarma en las torres y centros de control de España.

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