José Manuel Soria: de Bahamas a Panamá

El ministro de Industria, Energía y Turismo ha sido centro de la polémica en múltiples ocasiones. Ahora aparece en los “Papeles de Panamá”. Una mínima decencia le llevaría a la dimisión tras haber cambiado tres veces su versión de los hechos.

José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo | Foto: Ministerio de Insdustria, Energía y Turismo

En un sistema político serio, José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, no habría durado ni un día tras conocerse que sus vacaciones en Lanzarote las ha pasado en un hotel construido de forma ilegal y con una demolición parcial pendiente. Y no durante un año, sino varios. Pero la democracia española no es seria. Con un Gobierno decente, Soria no habría seguido en su cargo ni un día tras conocerse que aparece en los denominados Papeles de Panamá y, mucho menos, tras haber cambiado su versión sobre este hecho tres veces.

Pero el Gobierno del Partido Popular (PP), dirigido por Mariano Rajoy, no es decente. Pruebas de ello hay muchas: los SMS del propio Rajoy a Luis Bárcenas, ex tesorero del PP apoyándole tras saber que presuntamente habría cobrado comisiones y se habría llenado los bolsillos de forma ilegal. Otra más reciente: la concesión de una medalla honorífica a Francisco Marhuenda, director del diario La Razón, absolutamente próximo a las tesis del Partido Popular, aunque éstas se basen en que el sol brilla de noche y se apaga de día.

Y ahora, José Manuel Soria en los “Papeles de Panamá”. El diario digital El Confidencial y la cadena de televisión La Sexta, junto con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, están publicando los documentos que prueban la creación y uso, durante años, de sociedades mercantiles en Panamá por personas cercanas al poder o con ingresos económicos elevados. Soria fue secretario de una de ellas durante un tiempo. No es ilegal crear una sociedad en Panamá, pero es inmoral que quienes nos repiten constantemente que todos debemos pagar impuestos, y nos obligan a ello, constituyan empresas cuya única finalidad es evadir estos impuestos al fisco.

Es cierto que Soria aparece como secretario de una sociedad en Bahamas, cargo en el que cesó dos meses después por un presunto error en su nombramiento. Fue sustituido por su hermano meses antes de que accediese a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. En cualquier caso, es una falta de decencia que en un gobernante público es tacha suficiente para presentar su dimisión o para ser cesado. No lo hará Rajoy, poco dado a crear crisis de Gobierno, y menos con el Ejecutivo en funciones, ausentándose del control del Congreso de los Diputados y con unas elecciones a las puertas que podrían hacer que el PP siguiese en el poder. Aun así, Soria acudirá al Congreso, a petición propia, para dar explicaciones sobre estos hechos.

El ministro que se encarga del turismo en España ha sido incapaz de poner en marcha un plan para reconvertir este sector económico tan importante, que sitúa al país mediterráneo como el tercero en importancia en todo el mundo. Si el actual negocio turístico, heredero de las rentas de los años 60 del siglo pasado, se reconvirtiese en una industria capaz de generar empleo de calidad, bien remunerado, mayor riqueza, motor de inversiones tecnológicas y en I+D y servicios de valor superior a los que se ofertan en la actualidad, a España le iría mucho mejor. Es hora de que se vaya o de que le cesen.

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