Iberia no confía en Bankia

El holding aeronáutico, International Airlines Group (IAG) resultado de la fusión de Iberia LAE y Brisith Airways ha retirado a lo largo de este año cientos de millones de euros de sus cuentas que tenía depositados en Bankia y otras entidades nacionales con la intención de evitar el riesgo que supone tener gran parte de su caja en las sucursales españolas.

IAG se lleva el dinero a Inglaterra

Madrid.- El holding aeronáutico, International Airlines Group (IAG) resultado de la fusión de Iberia LAE y Brisith Airways ha retirado a lo largo de este año cientos de millones de euros de sus cuentas que tenía depositados en Bankia y otras entidades nacionales con la intención de evitar el riesgo que supone tener gran parte de su caja en las sucursales españolas. Siguiendo el ejemplo de otras tantas empresas españolas que están sacando su dinero del país para convertirlo en libras esterlinas, por considerarlo en estos momentos, la inversión más segura.

Al parecer, IAG cuyo 55% está controlado por BA (British Airways), ordenó a Iberia el reembolso  de una buena parte de sus depósitos, imposiciones a plazo fijo  y pagarés que tenía en Bankia, como medida, según han declarado fuentes oficiales de Iberia para proteger el rating financiero de la matriz y evitar que la posible quiebra de la nueva entidad afecte a la aeronáutica: “Este cambio de criterio obedece a primar en estos momentos de gran riesgo financiero los productos de mayor seguridad financiera y consecuentemente de menos rentabilidad”. Sostienen además que “hemos diversificado en una cartera más amplia de bancos europeos con el objetivo de tener menos exposición al riesgo existente en la actualidad”. De hecho las partidas del balances de 2011 que reflejan la inversión financiera a corto plazo revelan que se pasó de 1.274 millones a 316, e decir, 958 millones de euros menos.

El dinero pasó al epígrafe de efectivo, que engrosó apenas 399 millones porque los restantes 559 se gastaron en pagar deuda (156 millones), renovar la flota (127 millones), costear el ERE (112 millones) y cubrir las pérdidas de años anteriores (98 millones de euros).

La decisión llama la atención, especialmente, desde el momento es que Bankia es el principal accionista de IAG, con el 12% del capital. Y el dueño del 87% del capital de Iberia. Sin embargo la compañía ha dado su versión de los hechos, explicando que se trata de “la recomposición de parte de nuestras posiciones en la banca española” y por tanto hay que diversificar el capital “en una cartera más amplia de bancos europeos” (en este caso británicos todos), como medida de prudencia. Además han añadido que han optado por “ponderar las inversiones financieras de gran liquidez que clasifican en el epígrafe de Efectivo y otros Activos Líquidos Equivalentes en detrimento de las inversiones financieras a corto plazo”.

La memoria de la compañía refleja entonces, una reducción de los plazos de los vencimientos de sus inversiones financieras temporales, traspasando más de 950 millones de euros. Así, el epígrafe de Efectivo creció de los 857 millones a los 1256. De tal manera que la diferencia neta entre un apartado y otro asciende a los 559 millones de euros, debido según Iberia a al consumo de caja. Es decir, a la reducción de 156 millones de la deuda, a 127 millones invertidos en la renovación de la flota, a nada menos que 112 millones para pagar los expedientes de regulación de empleo anteriores y 98 millones en concepto de pérdidas de ejercicios anteriores.  Una situación que empeorará para los trabajadores el año próximo gracias al nuevo ajuste de personal para 4500 empleados, es decir, el 25% de su plantilla.

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