Huelga en Renfe el 20 de diciembre y servicios mínimos

Los trabajadores de Renfe están llamados a la huelga de 24 horas por la segregación de la empresa pública de ferrocarriles. El Ministerio de Fomento ha fijado los servicios mínimos.
Viajeros de Renfe preparados para abordar el tren | Foto: Renfe
Viajeros de Renfe preparados para abordar el tren | Foto: Renfe

MADRID.- Los trabajadores de Renfe están llamados a una nueva huelga de 24 horas el 20 de diciembre, en vísperas del inicio de las vacaciones navideñas. Con esta movilización, convocada por los sindicatos CGT y Sindicato Ferroviario, se pretende protestar contra la segregación de Renfe en cuatro sociedades, medida que los trabajadores consideran perjudicial para sus puestos de trabajo.

El Ministerio de Fomento ha señalado servicios mínimos para esta huelga. En Cercanías funcionarán tres de cada cuatro trenes en las horas punta (de 6 horas a 9 horas de la mañana; de 13.30 horas a 15.30 horas de la tarde; y de 18.30 horas a 20.30 horas de la noche). En el resto de horarios funcionarán como mínimo el 50% de los trenes de los que lo hacen normalmente. En Feve circularán el 62% de los trenes habituales.

En el caso de los trenes de Media Distancia, aquellos que cubren rutas regionales, Fomento ha fijado que funcionen como mínimo el 65% de los programados, un total de 701 convoyes de los 1.083 previstos si no se llevase a cabo la huelga.

En cuanto a los trenes de Alta Velocidad (AVE) y Larga Distancia, está previsto que circulen el 72% de los programados, un total 559 trenes de los 773 previstos si no se desarrollase la huelga.

Desde enero de 2014, Renfe se escindirá en cuatro sociedades dedicadas a un área de negocio cada una: viajeros, talleres, alquiler de trenes y mercancías. Según los sindicatos, la división de viajeros contará con 8.903 trabajadores, el 60% de la plantilla actual de Renfe (14.850 empleados). Por su lado, la división de talleres (Renfe Fabricación y Mantenimiento) contará con 3.552 trabajadores y Renfe Mercancías, con 1.700 empleados. Renfe, la matriz de la que dependerán todas las nuevas sociedades, se quedará con 662 trabajadores y la parte de alquiler de trenes con una veintena. La empresa pública de ferrocarriles recibirá menos dinero estatal en los próximos años, lo que podría elevar los precios de los billetes o llevar a una reducción de los servicios que ofrece.

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