Haití construirá un campo de golf y más de 1.000 camas hoteleras hasta 2015

Haití, que todavía sufre las consecuencias del fuerte terremoto de 2010, continúa el desarrollo de sus infraestructuras turísticas para usar este negocio como motor de crecimiento.
Stéphanie Balmir, ministra de Turismo de Haití | Foto: Turismo de Haití
Stéphanie Balmir, ministra de Turismo de Haití | Foto: Turismo de Haití

MADRID.- Haití, el pequeño país vecino de la República Dominicana en la Isla de La Española y que sufrió el terremotó de 2010 que asoló el mismo, sigue usando el turismo como palanca para salir del atolladero social y económico en el que se encuentra. El Ministerio de Turismo ha anunciado que hasta 2015 se mejorarán las infraestructuras turísticas de la región Cotes-de-Fer. Para ello se construirá un aeropuerto con una pista de 2.400 metros de largo, un centro comercial, un campo de golf de 18 hoyos y cerca de 1.000 habitaciones de hotel. El Gobierno haitiano prevé que el coste de esta inversión se sitúe en los 230 millones de dólares.

El plan nace del programa RIAT que ha llevado a cabo el grupo mexicano Sodade para diagnosticar las necesidades turísticas de las zonas sur y sudeste de Haití y determinar las inversiones necesarias para el crecimiento de las mismas. Stéphane Balmir, la ministra de Turismo de Haití, ha anunciado la creación de Planitur, una agencia gubernamental que se encargará de determinar y planificar el resto de zonas de desarrollo turístico prioritario del país centroamericano.

El programa RIAT (siglas de Régions Intégrées d’Aménagement Touristique) nace de la colaboración entre el Ministerio de Turismo de Haití y el Fondo Nacional de Fomento del Turismo de México (Fonatur) tras un acuerdo firmado en agosto de 2012. La idea que persigue el mismo es crear regiones dentro de Haití donde los visitantes puedan disfrutar de programas completos de vacaciones, incluidas visitas a recursos culturales y naturales. Con ello se persigue generar riqueza en las regiones en las que se desarrolle, a través de la entrada de divisias y la creación de puestos de trabajo directos e indirectos.

Haití continúa en su intento por salir de la negativa situación económica y social en que le sumió el terremoto de 2010, cuando el movimiento de tierra con epicentro en la capital, Port-au-Prince y nivel 7 en la escala de Ritcher, destruyó buena parte de las infraestructuras del país y acabó con la vida de 300.000 personas. El turismo es una de las herramientas que el Gobierno quiere usar para mejorar la situación de este pequeño estado, aunque para ello tendráque corregir otros riesgos. Uno de ellos es la seguridad que puede ofrecer al turista, que debe pasar no por la creación de guetos, sino por el aseguramiento de todo el país. Por otro lado, la renovación de las infraestructuras de todo tipo es un aspecto crucial, no sólo las turísticas, también las de comunicaciones (como carreteras) y telecomunicaciones.

Sin duda, el aspecto más definitivo será la integración de toda la población (uno 9,89 millones de personas) en un proyecto común de país. Haití no deja de situarse en una zona complicada del Mar de Caribe, muy propicia a los terremotos y a los huracanes que se producen entre los meses de julio y octubre (que también sufre su vecino República Dominicana). Otra de las claves para que el país se desarrolle convenientemente es acabar con la corrupción que ha caracterizado a su clase política y generar la suficiente seguridad jurídica para atraer inversiones extranjeras. Sin embargo, el crecimiento que Haití debe aprovechar del turismo tendrá que estar en línea con los objetivos marcados por la Organización Mundial del Turismo para garantizar que sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente y las personas.

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