Haciendo caja en los recintos históricos

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Ignacio González (PP), aprobará en los próximos meses la modificación de la Ley de Patrimonio Histórico regional, que data del año 1998. La principal novedad es que se simplificarán los trámites y se agilizarán para permitir obtener mayor rendimiento económico a ciertos espacios históricos.

De esta forma se podrán agilizar proyectos como el que pretende convertir la sede del antiguo Banco Español de Crédito, en la calle Alcalá de Madrid, en un hotel (con 215 habitaciones) y un centro comercial. La iniciativa es loable y va en línea con la política del Partido Popular en Madrid, que se ha caracterizado por facilitar la actividad empresarial. Es loable porque permitirá generar empleo, tanto en la remodelación del edificio como después en la puesta en marcha del mismo (se estima que la construcción generará 1.800 puestos de trabajo y 3.000 cuando funcione en 2016). Pero hay que tener cuidado.

Los edificios históricos, así como los sitios arqueológicos y todo aquello que esté relacionado con la cultura, el arte y la historia, debe ser protegido por encima de todo. Y ni siquiera la excusa de la actividad económica, la generación de empleo, etcétera, debe servir para desfigurarlos y cambiar su aspecto, que es una de las cualidades que se suman a la historia del sitio.

Actualización (17/3/2013): la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABA), la Asociación Madrid y Patrimonio, la Asociación Española para la Proteción del Patrimonio del siglo XX, junto con particulares y profesionales han presentado alegaciones al plan de reconversión del edificio del Banco Español de Crédito, según el diario El Mundo. Desde la RABA aseguran que no comparten el fachadismo: vaciar los edificios históricos de su contenido y estructura, dejando sólo la fachada. Todas las asociaciones piensan que este concepto destruye el bien de interés cultural y no le hace ningún favor.

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