El turismo empieza a dar signos de recuperación

La afluencia de turistas extranjeros logra incrementar la actividad turística. Mientras, la demanda de viajes de los españoles toca fondo, según los datos recopilados por Exceltur.
José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur | Foto: Exceltur
José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur | Foto: Exceltur

MADRID.- Las actividades turísticas están cerca de dejar atrás la recesión económica. El PIB turístico, que calcula la patronal empresarial Exceltur, ha crecido un 1,3% entre los meses de julio y septiembre, los principales del verano. Exceltur prevé que este aumento de la actividad turística se mantenga en la última parte del año, por lo que el sector abandonaría el hoyo de la crisis, aunque los efectos de esta buena marcha tardarán en notarse en las empresas y el empleo.

Otro indicador, que de mantenerse certificará que lo peor de la crisis turística ha pasado, es que la demanda española ha tocado fondo durante el verano, cayendo menos que en los mismos meses de 2012 (un 0,9% en pernoctaciones en alojamientos frente a un -4,3% del año 2012). Además, el gasto de los turistas españoles en el extranjero ha crecido un 6,1% durante el verano. Con todo, la situación económica en España no permite a los nacionales grandes alegrías y habrá que esperar a una mejora del empleo y una recuperación de los salarios para que la demanda nacional se active definitivamente.

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, ha manifestado que son datos que llevan al optimismo, pero que no hay que caer en triunfalismos. La actividad económica turística aún tiene importantes problemas estructurales. La prueba: en primer lugar, el hecho de que los destinos del interior español no dejen de encadenar caídas continuas en rentabilidades, turistas y ocupación; mientras, son el litoral y las islas quienes acaparan la mayoría de turistas extranjeros y su gasto. En segundo lugar, el turismo español sigue manteniendo su estacionalidad, creando empleo y contabilizando los mayores ingresos entre los meses de julio y septiembre.

Zoreda ha explicado que la actividad turística española podría acabar el año creciendo un 0,2%, por encima del PIB español, que se mantendrá en tasas negativas. Ello supondrá el punto de partida para la recuperación, pero tardarán en verse sus efectos sobre la creación de empleo en turismo, también muy estacional y concentrado en los meses de verano, y sobre el aumento de beneficios en las empresas turísticas que permitan contratar más personal.

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