El Gobierno obliga a las grandes empresas a actuar como prestamistas para enjugar el déficit

El Ejecutivo decide que las grandes empresas adelanten su pago de impuestos con el objetivo de reducir el déficit y cumplir con Europa. La medida ayudará a ingresar 2.500 millones de euros más hasta final de año. Algunas firmas turísticas se verán afectadas.

MADRID.- Consejo de Ministros ajetreado el que se ha desarrollado esta mañana en el Palacio de La Moncloa. Entre varias medidas que tienen que ver con el sector turístico, el Gobierno ha aprobado la modificación del Impuesto de Sociedades para alterar la periodificación de los ingresos tributarios de las grandes empresas. En palabras llanas: las empresas de mayor envergadura tendrán que adelantar pagos por sus previsibles beneficios antes de obtener los mismos. O lo que viene a ser lo mismo: las grandes empresas harán de bancos prestamistas al Estado.

Elena Salgado, vicepresidenta de Economía y Hacienda, ha explicado que la medida consistirá en elevar el porcentaje que las empresas tienen que abonar a Hacienda en sus pagos fraccionados. En determinados periodos del año, las compañías pagan a Hacienda una cantidad en función de los beneficios que han obtenido en ese periodo concreto y a cuenta del beneficio final del ejercicio. Gracias a las deducciones, en muchos casos el Estado se ve obligado a devolver dinero adelantado de más por las empresas. Con esta medida, el Ejecutivo pretende recudar más para cumplir en 2011 el objetivo de déficit, aunque en 2012 se vea obligado a efectuar devoluciones a las empresas.

Esta iniciativa sólo se aplicará a las grandes empresas con una cifra de negocio que supere los 20 millones de euros, por lo que también se verán afectadas compañías del sector turístico con grandes volúmenes de ingresos, como pueden ser los conglomerados de Globalia (Air Europa, Halcón Viajes, Ecuador), Orizonia (Viajes Iberia, Orbest), Iberia, Vueling, Amadeus o Meliá Hoteles, por poner algunos ejemplos.

Este incremento de los pagos fraccionados, que no del tipo impositivo que realmente pagan las grandes empresas (30%), se extenderá desde los últimos meses de 2011 hasta 2013. Además, en el caso de las empresas con entre 20 y 60 millones de facturación que tengan bases negativas (es decir, hayan obtenido pérdidas en un periodo del año fiscal determinado) sólo podrán usar el 75% de esta cantidad para compensar los beneficios que tengan en el futuro y así pagar menos impuestos. Para las compañías con ingresos superiores a los 60 millones, la cantidad máxima a compensar de sus bases negativas será el 50%.

En definitiva, las firmas no pagarán más impuestos, pero sí los ingresarán antes al fisco, todo para enjugar las cifras de déficit (diferencia negativa entre ingresos y gastos) del Estado y cumplir con Europa. Elena Salgado considera que la medida no tendrá un gran impacto en las cuentas de las compañías, porque las empresas con entre 20 y 60 millones de cifra de negocio adelantarán una media de 58.000 euros, mientras que las que superen los 60 millones ingresarán 225.000 euros más de media al fisco. En total, el Estado ingresará 2.500 millones más, a cuenta, hasta final de año.

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