MSC Cruceros firma un acuerdo con Arabia Saudí para realizar cruceros en el Mar Rojo

El buque MSC Magnifica tendrá su base en la ciudad saudita de Yeda. Los cruceros se iniciarán en la temporada de invierno 2020-2021.
MSC Cruceros firma un acuerdo con Arabia Saudí para realizar cruceros en el Mar Rojo

La compañía MSC Cruceros ha firmado un acuerdo marco con Cruise Saudi, empresa propiedad del Fondo de Inversión Pública de Arabía Saudí, para “desarrollar la industria de cruceros” en el país árabe, según un comunicado de la compañía. La intención del acuerdo es que los primeros cruceros de la firma italiana surquen el Mar Rojo en la temporada de invierno 2021-2022.

Fawaz Farooqui, director ejecutivo de Cruise Saudi, y Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de MSC Cruceros, han sellado el acuerdo en Riad, la capital saudita. El buque MSC Magnifica tendrá su puerto base en la ciudad de Yeda, centro comercial y uno de los municipios más grandes de Arabia Saudí. Yeda también es uno de los puertos más grandes de Oriente Medio.

La intención de MSC Cruceros es operar todos los días de la semana por el Mar Rojo, desde noviembre de 2021 hasta marzo de 2022, con el Magnifica visitando una selección de puertos y destinos en la región y tres puertos saudíes, incluidas escalas semanales al puerto de AlWajh, la puerta de entrada a AlUla, localidad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El buque MSC Virtuosa también tendrá un programa de invierno en 2021 con escalas en el puerto saudita de Dammam, desde diciembre de 2021 hasta marzo de 2022.

Las dos compañías esperan que hasta 170.000 pasajeros surquen los mares de Arabia Saudí durante la próxima temporada de invierno 2021/2022, según el comunicado de MSC Cruceros. Los pasajeros internacionales podrán llegar a Yeda a través de conexiones aéreas directas desde ciudades internacionales en vuelos operados por Saudia Airlines, la aerolínea pública de Arabia Saudí.

Los ciudadanos saudíes también podrán viajar en estos cruceros. Arabia Saudí es uno de los países de Oriente Medio más herméticos. En el reino viven 33 millones de personas, la mayoría musulmanes suníes. En Arabia Saudí, la constitución es el Corán y los partidos políticos y sindicatos están prohibidos. No existe un Parlamento ni un Estado de Derecho, tampoco libertades individuales como las conocemos en Europa, algunos países africanos o el continente americano, ni se respetan los Derechos Humanos más básicos.

En los últimos años, Mohamed bin Salman (MBS), el príncipe heredero, ha iniciado un programa de aperturas con el único objetivo de diversificar la economía del país. Hasta ahora, Arabia Saudí dependía exclusivamente del petróleo que vende al resto del mundo, pero la crisis económica provocada por el coronavirus ha dañado sus ingresos. Con el dinero del petróleo, la familia gobernante (encabezada por el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud) mantenía a la población, pues la mayoría recben ayudas o trabajan en el sector público. La idea de MBS es usar el turismo como catalizador para generar empleo en el sector servicios y hacer menos dependiente a la población saudí del dinero del petróleo. Muchos jóvenes saudíes no tienen empleo y las élites del país ven esta situación con preocupación porque puede generar inestabilidad interna con protestas que lleven al derrocamiento de la dinastía, a pesar del férreo control policial. MBS ha sido acusado por EEUU de la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi en octubre de 2018, un opositor al régimen. Su asesinato ocurrió en la Embajada de Arabia Saudí en Estambul, donde las investigaciones determinaron que fue secuestrado y descuartizado.

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