La cifras de turismo rural mejoran, pero el sector no explota todo su potencial

En el primer semestre de 2014, los viajeros y reservas en casas rurales han crecido, gracias a la reactivación del turismo español. Sin embargo, el negocio sigue teniendo mucho potencial desaprovechado.
La vida rural - foto de ONT Québec
La vida rural – foto de ONT Québec
La larga travesía del negocio rural | Foto de ONT Québec
La larga travesía del negocio rural | Foto de ONT Québec

MADRID.- El negocio del turismo rural cierra el primer semestre de 2014 con mejores datos que hace un año, pero con los mismos problemas y desafíos. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y junio el número de viajeros ha crecido un 10%, la misma proporción que las noches reservadas en casas rurales. El indicador más prometedor es que los españoles se han animado y han realizado más viajes dentro del país, ya que crecen un 10% en el primer semestre el número de residentes en España que se alojan en casas rurales, comparado con el mismo periodo de 2013. El turismo rural depende casi en exclusiva del viajero que reside en España, ya que supone el 70% de las noches que se reservan en estos alojamientos. Por ello, la crisis económica que ha afectado a las familias en los últimos seis años había impactado negativamente en el negocio.

En lo que se refiere al turista extranjero, las cifras siguen mostrando que es uno de los desafíos del sector, que desaprovecha los 60 millones de turistas que llegan a España cada año. Entre enero y junio se han alojado en casas rurales 178.078 turistas extranjeros, un 9% más que hace un año. Para poner esta cifra en contexto, del total de viajeros que han dormido en casas rurales durante el primer semestre de 2014, sólo el 16% eran extranjeros. Mientras, entre enero y junio, España ha recibido 28 millones de turistas, según la encuesta Frontur, confeccionada por el Instituto de Estudios Turísticos, que acaban en su mayoría en destinos del litoral mediterráneo.

Trabajo en turismo rural

La última Encuesta de Población Activa (EPA) ha mostrado una recuperación en el empleo dentro de España, con una disminución de la tasa de paro gracias a las actividades del sector turístico. A pesar ello, de las cifras se puede extraer que el empleo en las actividades de hostelería, la que crea mayores puestos de trabajo, es muy inestable y de baja calidad. En el caso del turismo rural, lo reducido el negocio hace que no sea un sector que de trabajo de forma mayoritaria. El INE explica que en junio había 23.286 personas empleadas en casas rurales de toda España, mientras que el número de alojamientos rurales abiertos era de 15.822. Es decir, que cada casa rural da empleo a una media de 1,47 personas. El dato muestra la realidad de este sector, que es gestionado por los propios propietarios de las casas rurales y que en su mayoría emplean a familiares en el negocio.

Aún así hay una excepción y se puede expliar por el grado de profesionalización y de cómo se gestiona el negocio turístico. Se trata de las Islas Baleares, un destino turístico por excelencia, donde el número de casas rurales es de 310 y dan empleo a 1.988 personas. Es decir, cada casa rural mantiene a 6,4 personas de media. Baleares es una región con una afluencia masiva de visitantes extranjeros, la mayoría alemanes y británicos, y ello conlleva que los propietarios de estas casas tengan una mayor formación para tratar con este tipo de cliente y puedan atraer mayores reservas. De hecho, en junio la ocupación por plazas en casas rurales de Baleares roza el 60%, muy por encima del resto de España, que se sitúa por encima del 10%.

Problemas y soluciones

Si se puede extraer una conclusión de los datos del INE, los ejemplos a seguir serían los alojamientos de las Islas Baleares y de determinados puntos de España por un rasgo común: la predominancia del turista extranjero en sus reservas. Aunque no todos los modelos son trasladables a las mismas regiones y esta conclusión debe matizarse. Para que las casas rurales de Baleares gocen de una posición privilegiada en el panorama del turismo rural español se han dado dos condiciones que no cumplen todas las regiones españolas: contar con playa y disponer desde hace decenios de una afluencia turística extranjera. Además, el número de casas rurales abiertas en Baleares aumenta de forma considerable en la temporada de verano, al igual que el personal contratado en las mismas. Es decir, que tienen el mismo problema que el resto de España, la excesiva estacionalidad de sus turistas.

Los datos del INE son claros. En la Isla de Mallorca, el 94% de las noches reservadas en casas rurales durante junio fueron de extranjeros. Y ello conlleva que la estancia media sea de 4,66 noches, lo que aumenta los ingresos y permite generar más empleo. Pero, fuera de un destino de playa se encuentra el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama (Andalucía), que en junio consigue que el 76% de sus noches sean reservadas por turistas extranjeros, consiguiendo una media de 5,24 noches por reserva.

Hace unos meses, este medio habló con diferentes profesionales del sector para recabar su opinión sobre los problemas a los que se enfrenta el turismo rural. La falta de profesionalización de los propietarios, la necesidad de promocionar los destinos (incluso en redes sociales), el intrusismo y la fiscalidad fueron algunos de los temas que destacaron las personas consultadas. Se trata de puntos negros que no se han solucionado en los años de crisis y que siguen lastrando el negocio. Además, la responsabilidad se reparte tanto entre los empresarios rurales como entre la Administración. Las competencias turísticas están transferidas a cada comunidad autónoma, por lo que cada una legisla según si criterio y no hay clasificaciones homogéneas. Además, cada región realiza la promoción que le interesa, lo cual puede ser rentable de cara al turista nacional, pero puede confundir al extranjero.

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