Detalles sobre la privatización de los aeropuertos de Barajas y El Prat

Aena Aeropuertos ha hecho públicos los detalles sobre cómo se privatizarán los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. La empresa pública quiere recibir opiniones sobre el proceso.

MADRID.- Los dos principales aeropuertos de España, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, van a ser privatizados en parte y Aena Aeropuertos quiere opiniones sobre el proceso. Para ello, la empresa pública ha revelado en su página web cómo se desarrollará la entrada de empresas privadas en el capital aeroportuario y ha abierto un periodo de “consulta pública”. La compañía pública prevé dos fases para permitir que el dinero y la gestión privada entre en los aeropuertos.

En primer lugar, Aena Aeropuertos, sociedad participada al 100% por AENA, es decir, por el Estado a través del Ministerio de Fomento, creará dos empresas: una para el aeropuerto de Madrid y otra para el de Barcelona. Cada una de estas sociedades públicas estarán participadas al 100% por Aena Aeropuertos, que firmará un contrato de concesión con las mismas. En este contrato se contemplarán las cláusulas necesarias para la gestión del aeropuerto de que se trate.

En una segunda fase, Aena Aeropuertos licitará una parte del capital de cada una de las empresas públicas creadas para controlar los dos aeropuertos de mayor tráfico en España. Aunque desde Aena han usado la palabra “licitar”, detrás de esta operación se esconde la venta de acciones de estas sociedades aeroportuarias a otra empresa que esté interesada en comprarlas con el objetivo de gestionar los aeropuertos.

¿Qué criterios deben cumplir las empresas interesadas?

Las compañías que deseen entrar en el capital de los aeropuertos de Madrid y Barcelona pueden hacerlo en consorcio, es decir, aliándose con otras empresas para concurrir conjuntamente al proceso de licitación. Asimismo, se permite participar en el capital de las sociedades aeroportuarias a través de sociedades vehículo, expresamente constituidas para este fin. Por ejemplo, si las empresas A y B quieren entrar en el capital del Aeropuerto de Madrid, pueden concurrir conjuntamente o bien crear la empresa C (participada por ambas), que será la que se presente a la licitación.

Por otro lado, las empresas que se presenten deberán respetar unos límites de apalancamiento. Esto quiere decir que la cantidad de créditos a devolver con respecto al patrimonio de la sociedad para hacer frente a los mismos tendrán que entrar dentro de unos límites que establecerá Aena. A esto se suma que el porcentaje de participación en las sociedades aeroportuarias deberá ser constante durante toda la concesión.

¿Qué conseguirá la firma que entre en el capital aeroportuario?

Aena deja bien claro que la concesión se otorga para gestionar los aeropuertos, ya que asegura que las infraestructuras de Madrid y Barcelona se han construido pensando en poder atender a los viajeros hasta 2025 ó 2030. Por ello, la empresas privadas que formen parte del capital se dedicarán a la explotación, promoción, conservación, mantenimiento, adaptación y financiación de las infraestructuras de cada aeródromo. El contrato durará 15 años, prorrogables otros 5 años más.

La sociedad concesionaria tendrá acceso y libertad de uso de todos los bienes incluidos en el aeropuerto, aunque los mismos seguirán siendo propiedad de Aena Aeropuertos y, por lo tanto, del Estado. Además, la sociedad concesionaria asumirá los pactos laborales que Aena Aeropuertos haya firmado con sus trabajadores y deberá respetar un límite de contratación.

Ingresos y cánones

¿De dónde obtendrá los ingresos la sociedad concesionaria? Aena Aeropuertos especifica que los mismos vendrán por la explotación de la infraestructura aeroportuaria, ingresos por actividades comerciales y por el desarrollo inmobiliario de la zona. Dentro de los ingresos que tendrá la sociedad, una parte provendrán de tarifas reguladas por el uso de las instalaciones aeroportuarias. Lo que hasta ahora han venido siendo las conocidas tasas.

Además, la sociedad que controle el aeropuerto tendrá que pagar un canon incial a Aena y un porcentaje de los ingresos que consiga cada año. Asimismo, esta sociedad deberá proponer un plan de inversiones que garantice la gestión de los aeropuertos con unos niveles de calidad mínimos. También deberá proseguir con las inversiones en medio ambiente, mantenimiento o seguridad planificadas por Aena y podrá proponer otras relacionadas con la accesibilidad al aeropuerto.

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