Almohadas de viaje: las imprescindibles

Una lista con algunas de las mejores almohadas de viaje con sus principales características y ventajas.

Viajar es cada vez algo más cotidiano, especialmente las breves escapadas de un par de noches y que tan bien sientan para despejarse de la rutina.

Sin embargo, según la revista SciELO Analytics, el aumento de torticolis muscular y lesiones de espalda y cuello se ha elevado significativamente en los últimos años. Entre los motivos de dicho aumento se encuentra una mala posición al dormir y el uso de almohadas inadecuadas. Y es que cuando uno se sube a un avión o a un tren, en el que cruzará medio mundo para alcanzar el destino de sus sueños, cómo dormir es lo de menos. Sin embargo, no lo es tanto cuando uno llega a la ciudad en cuestión y no puede mover ni un músculo. Menos aun cuando la almohada de la habitación del hotel no ayuda en absoluto y uno se pasa todas las vacaciones suspirando por volver a casa, soñando ahora, con su querida almohada de siempre.

Lógicamente, viajar con la propia almohada debajo del brazo tampoco es una opción y menos ahora que las compañías aéreas cobran el equipaje por gramo y centímetro. Es en este contexto donde una almohada de viaje, se convierte en un artículo imprescindible, tanto o más que el mismísimo cepillo de dientes. Y no, no se trata de una cuestión de edad, porque estos pequeños accidentes, según la estadística mencionada, ocurren incluso en más ocasiones a jóvenes y adolescentes.

Revista80dias ha tenido la oportunidad de probar algunos tipos de almohadas de viaje y aquí está nuestra particular selección y consejos.

Almohada viscoelástica cervical Pikolin home

Esta es la gran favorita, tanto por su comodidad como por su pequeño tamaño y manejabilidad. Apenas ocupa espacio y resulta increíblemente suave al tacto. Ofrece un soporte perfecto para el cuello evitando el cabeceo y las malas posturas durante un viaje. Es la almohada ideal para pasar una noche de avión, tren o incluso coche o autobús sin posibilidad de acceso a una posición horizontal. Es ideal para dormir sentado y descansar lo que el transporte permita, incluso en terreno irregular. Se adapta sorprendentemente bien al usuario y recupera su forma después sin problema, debido a su composición de espuma viscoelástica. Manejable y fácilmente transportable, apenas mide 28cm. Y con un precio totalmente asequible a todos los bolsillos. De firmeza media y una increíble durabilidad, es sin duda, nuestra primera opción.

Almohada ergonómica de viaje Pikolin home

Especialmente diseñada para eso, para viajar con ella y poder dormir y descansar en cualquier cama.  La composición de espuma viscoelástica de su núcleo, unida al diseño específico de su forma le confieren una serie de propiedades terapéuticas que garantizan el excelente soporte para el cuello y para la cabeza, permitiendo un descanso idóneo a cualquier persona independientemente de su forma o tamaño físico. Es decir, para niños, adolescentes, adultos, gente con problemas de espalda preexistentes o personas sin ningún tipo de dolencia física.

Es una pequeña almohadita de apenas 25×30 centímetros, perfectamente manejable y transportable. De firmeza baja y doble altura, transpirable y muy adaptable a cualquier cabeza y postura. No sólo facilita el descanso, lo favorece. Resulta cómoda y de los más agradable. Imprescindible en cualquier viaje que merezca ser disfrutado.

 Almohada viscoelástica de piernas Pikolin home

Una almohada con forma de media luna diseñada para aliviar tensiones en las piernas cansadas (colocándola detrás de las rodillas) y para dolores cervicales o de cuello tras largos días de caminar por ciudades empedradas. Es pequeña y prácticamente no ocupa lugar, pero es perfecta para resolver grandes problemas físicos, incluso antes de que se manifiesten. Además, mejora el flujo sanguíneo y se adapta perfecta e inmediatamente a cualquier cuerpo y postura, volviendo a su ser en segundos. De firmeza media y totalmente transpirable, se convierte en un activo seguro a la hora de viajar. Porque en realidad, un buen viaje no sólo depende del clima o de la suerte, sino de la preparación que uno le dedique antes de emprenderlo y, a veces, son los pequeños detalles los que pueden significar el más rotundo éxito o el más doloroso fracaso. Y estas recomendaciones son un valor en sí mismo.

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