500 años del nacimiento de Santa Teresa

Teresa de Jesús sirve como excusa para recorrer de manera diferente Ávila. La capital castellanoleonesa celebra los cinco siglos del nacimiento de una mujer pionera en su época y que dejó su rastro en la ciudad amurallada.
Imagen de Santa Teresa en la Catedral de Ávila | Foto: David Fernández
Imagen de Santa Teresa en la Catedral de Ávila | Foto: David Fernández
Imagen de Santa Teresa en la Catedral de Ávila | Foto: David Fernández
Imagen de Santa Teresa en la Catedral de Ávila | Foto: David Fernández

El 28 de marzo se han cumplido 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús en Ávila. Este medio no es religioso, ni pretende serlo, pero la figura de la santa es una excusa perfecta para conocer la capital abulense, en la que también tendrá cabida la exposición de las “Edades del Hombre” hasta noviembre de 2015 (junto con Alba de Tormes). Por ello, el tema principal de Revista80dias VIP trata sobre Teresa y su especial relación con diversos lugares de Ávila.

La religiosa hace de guía para que conozcas algunos lugares poco transitados de la capital castellanoleonesa. Por ejemplo, el Monasterio de Santo Tomás, donde Teresa acudía a orar y confesarse con los padres dominicos y donde tuvo una de sus visiones, según su propia biografía. La capilla en la que rezaba, del Cristo de las Angustias, se ha restaurado recientemente y en ella se han encontrado inscripciones que hacen referencia a Santa Teresa. Además, la talla del Cristo que la preside, del escultor Gil de Siloé, también se ha mejorado. El templo está lleno de pequeños detalles diferentes y se encuentra adosado al palacio de verano que usaban los Reyes Católicos en sus estancias en la ciudad.

Otro lugar imponente, pero que suele pasar desapercibido para el viajero, es la basílica de San Vicente. Uno de los mayores ejemplos del románico que todavía perduran en Ávila, aunque con cruces góticos. En su interior destacan dos elementos. El primero es el cenotafio realizado a los mártires Cristeta, Sabina y Vicente por el maestro Fruchel. Una obra de arte tallada en madera y policromada en la que se cuenta la historia de su martirio y que convierte a San Vicente en una de las pocas iglesias juraderas de Castilla y León. La otra sorpresa es la cripta, donde Santa Teresa decidió reformar su orden conventual y adaptarse a unas reglas más exigentes.

Este medio ha podido recorrer Ávila hace pocas semanas y la impresión ha sido la de una ciudad con mucho que ofrecer en un espacio muy reducido. Esto último es importante, porque permite al viajero acudir a los diferentes lugares de forma cómoda y en muy pocas jornadas. Además de los enclaves religiosos (no nos olvidamos de los conventos de la Encarnación y San José, fundamentales en la vida de Santa Teresa), Ávila cuenta con dos espacios curiosos. El primero de ellos es el Centro de Interpretación de la Mística, un recinto que no dejará indiferente a nadie y con el que se pretende dar una visión al visitante del fenómeno místico. El otro punto es el Museo de Santa Teresa, creado en la iglesia que se levanta sobre la casa en que nació la reformadora de la orden carmelita. En el mismo se hace un repaso de la vida de Teresa con documentos, diferentes obras, imágenes y esculturas.

Sin duda, el centenario del nacimiento de Santa Teresa permite recorrer y conocer Ávila de una manera diferente, empapándonos con la vida de una persona que vivió en el siglo XVI, pero que tenía una mentalidad muy avanzada para su momento. Una mujer, mística, que no se conformó con el papel que la sociedad le tenía preparado. Teresa fue luchadora, emprendedora (ahí están los más de 15 conventos que fundó de manera personal en toda España), viajera, culta y con poco miedo a las cosas terrenas. No es cuestión de descontextualizar la figura de Teresa, puesto que no fue ninguna heroína feminista, pero sí supo manejarse inteligentemente para que su condición de mujer y religiosa no le impidiese cumplir la misión que creía le había encomendado la divinidad.

En nuestros contenidos no entramos en temas de fe y filosóficos, ya que nos interesa la figura de un personaje complejo como Santa Teresa para guiarnos a través de Ávila y pisar esta ciudad de una forma poco habitual. Las imponentes murallas que han protegido a la capital desde hace casi mil años siguen ahí y son el monumento referente, pero dentro y fuera de las mismas late una vida y una historia que aporta una visión más completa de Ávila. Cuando cultura y viaje se unen, el maridaje es perfecto, enriquece a las personas y abre la mente a nuevas realidades.

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