Meretrice (Planeta de Libros, 2017), de Lola P. Nieva, es una novela de esas que te atrapan y que, en mayor o menor medida, te hacen sentir parte del argumento. Todos nos hemos sentido alguna vez como Alessia, quien no está en su mejor momento. Su marido le ha dejado para irse con la típica secretaria buscona. En su trabajo, las cosas no van demasiado bien tampoco. La agencia inmobiliaria anda de capa caída ante la situación económica general y ella, lógicamente, se siente fuera de lugar, desanimada y perdida. No tiene metas claras de futuro y parece haber perdido la ilusión. En este punto arranca la historia. Porque nuestra protagonista está a punto de recibir una excitante carta que viene desde el pasado. Se trata de una nota que le envía, de forma póstuma, su abuela Ornella a quien ella nunca conoció.
La historia de la abuela es algo ajetreada. Una mujer poco convencional para su época y que por motivos que ella misma explica en la carta, debió alejarse de su familia. La razón de su vida fue desentrañar un antiguo misterio en el diario de una antepasada que vivió en el siglo XVII: Alonza di Pietro, una conocida meretriz. Estos apasionantes documentos revelan a Alessia turbios y oscuros secretos sobre grandes hombres de aquel siglo, pero, a la vez, le muestra y le recuerda que el coraje de una mujer lo puede todo.
Tanto la carta de su abuela como el testimonio de su antepasada le devuelven la energía y entonces su vida se centrará en seguir las pistas de diferentes claves ocultas que conocerá a partir de ese diario y ya, de paso, de la mano del criptógrafo Luca Vandelli se lanzará a afrontar ese peligro inminente que podría arrasar su vida: volver a amar.
Excelentemente escrito, el libro de Nieva nos lleva de la mano a través de un divertido viaje por diferentes dimensiones, el espacio, el tiempo y el sentimiento. Una gran novela, perfecta para disfrutar estos meses de verano.
