MADRID.- La consolidación en el sector de las aerolíneas se sigue produciendo. Qantas, la primera compañía aérea australiana, ha anunciado que recortará 1.000 empleos de su plantilla de 36.000 trabajadores como parte de un plan estratégico a cinco años. En este plan se contempla la adquisición de aviones al fabricante Airbus y grandes alianzas con otras aerolíneas, incluyendo British Airways (ahora parte de IAG junto con Iberia) y la chilena LAN, según un comunicado.
Además, Qantas quiere crear dos nuevas líneas aéreas para dividir su negocio. Por un lado, una nueva aerolínea de bajo coste’ centrada en el negocio asiático, que se denominará Jetstar Japan, y donde tendrá como socios a Japan Airlines y Mitsubishi. Por otra parte, la compañía australiana también planea lanzar otra firma aérea enfocada al segmento premium, lo que conlleva una remodelación de todo su negocio internacional. Para estos proyectos, Qantas quiere incrementar su flota en 9.000 millones de dólares (6.258 millones de euros).
Así, los planes de actualización de flota se concretan en la compra de entre 106 y 110 A320 a Airbus para Jetstar Japan y la aerolínea premium. Entre 28 y 30 de estas aeronaves serían de la actual generación del programa A320 y el resto modernos y ecoeficientes A320neo. Qantas también ha anunciado que retrasa la entrega de sus últimos seis ‘superjumbos’ A380 para preservas su capital y fortalecer su balance. Además, la aerolínea tiene previsto el retiro de cuatro Boeing 747.
Alan Joyce, consejero delegado de Qantas, ha asegurado que “no hacer nada o tocando solo los bordes” solo podría “garantizar” el fin de la aerolínea en el mercado australiano, según aseveró en una rueda de prensa, donde recordó que la base de costes internacionales de la compañía aérea es un 20% superior a la de sus principales rivales, lo que “podría constituir una tragedia”, en palabras del máximo ejecutivo de Qantas. Asimismo, Joyce ha explicado que este plan tiene como objetivo devolver la rentabilidad a corto plazo de las operaciones internacionales de la aerolínea.
La noticia fue bien acogida por parte de los inversores y los títulos del grupo subieron en el parqué un 4,3%. No ha ocurrido lo mismo con los sindicatos, que ya han anunciado su resistencia a los planes de la compañía, a pesar de que la aerolínea ha prometido intentar minimizar lo máximo posible los despidos forzosos.
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