¿Por qué ningún turista viajará a España con el actual nivel de infecciones Covid-19?

España sextuplica el número de infecciones que la Comisión Europea pone como límite para restringir la movilidad.
Islas Cíes en Gaicia | Foto: Turismo Rías Baixas, Diputación de Pontevedra
Islas Cíes en Gaicia | Foto: Turismo Rías Baixas, Diputación de Pontevedra
Islas Cíes en Gaicia | Foto: Turismo Rías Baixas, Diputación de Pontevedra

El turismo en España y las empresas que dependen de esta actividad económica lo tienen difícil mientras el número de infecciones por Covid-19 siga en aumento o en los niveles actuales. Un documento de la Comisión Europea (CE) recomienda a los Estados miembros de la Unión aplicar restricciones a la movilidad en zonas donde las infecciones por Covid-19 sean superiores a 50 por 100.000 habitantes en los últimos catorce días y la tasa de positivos en los test PCR sea igual o superior al 3%. En el caso de España, las infecciones por Covid-19 son de 320 por 100.000 habitantes en los últimos catorce días, según datos del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), y la tasa de positividad es del 12,4% en los test, según datos del Ministerio de Sanidad a 24 de septiembre. Es decir, en los dos indicadores, España sobrepasa con creces los límites a partir de los que la CE sugiere que se restrinja la movilidad en la zona afectada. Esta llamada de atención la ha realizado Pablo Fuente en su cuenta de Twitter, un investigador que ha seguido la evolución de la pandemia de Covid-19 desde sus inicios y ha aportado datos para entenderla y combatirla.

Para el turismo, que induce el 12% de la riqueza española y genera el 11% del empleo del país, estos datos significan que España no es atractiva como destino seguro desde el punto de vista sanitario. Y ello también implica que algunas medidas que pide el sector empresarial, como tests en aeropuertos a los viajeros o campañas de publicidad, no tienen sentido si la epidemia sigue descontrolada en el país. Los principales mercados emisores de turistas a España, como Reino Unido o Alemania, siguen la recomendación de la CE, por lo que indican a sus turistas que no visiten España. Y esta observación seguirá vigente hasta que el país mediterráneo sea capaz de controlar la epidemia. Con los rebrotes que han surgido en España durante el verano, el sector turístico dio por perdida la temporada de mayor afluencia turística. Por su lado, los datos del Instituto Nacional de Estadística muestran los efectos de esta política, con una caída en las noches pasadas en hoteles de casi el 70% entre julio y agosto.

Asturias es el único caso de éxito en la lucha contra el coronavirus. La tasa de contagios en la región norteña es de 107 por 100.000 habitantes, por encima del límite que impone la CE, pero su tasa de positividad es del 2,8%, por debajo del tope fijado por Europa para restringir los movimientos. Del resto de comunidades, ninguna cumple con los requisitos de la CE para que se pueda levantar la restricción de movimientos y viajes a la misma. Las regiones más turísticas superan holgadamente los dos indicadores: Andalucía (139,60 casos por 100.000 habitantes; 11,7% de positividad), Baleares (165,73 casos; 9,1% positividad), Canarias (120 casos; 5,2% positividad), Cataluña (160 casos; 8,4% positividad), Comunidad Valenciana (114 casos; 8,7% positividad). Con todo, Madrid (746 casos; 22,5% positividad) y La Rioja (466 casos; 12,6% positividad) son las regiones más afectadas, según el Ministerio de Sanidad, que recoge datos que le trasladan las propias comunidades autónomas.

La mayoría de expertos en epidemiología y medicina achacan estos resultados al escaso número de rastreadores en España, lo que impide seguir a los contactos estrechos de los contagiados para que se aíslen en cuarentena y evitar la dispersión del virus. La precariedad de la atención primaria, el primer nivel del sistema sanitario en el que detectar los contagios, y la falta de un plan de detección temprana son otros dos agujeros negros en el control de la epidemia en España. El Gobierno y las diferentes comunidades autónomas tienen en su mano que una de las principales industrias económicas del país pueda recuperarse o acabe de hundirse.

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