Only Apartments quiebra y entra en liquidación

Only Apartments ha entrado en concurso de acreedores y se encuentra en fase de liquidación. Era la única empresa española especializada en alquiler vacacional que cotizaba en bolsa.

Only Apartments, la única empresa española especializada en alquiler de apartamentos que cotizaba en bolsa, ha entrado en fase de liquidación y ha dejado de funcionar. La compañía, con sede en Barcelona y fundada en 2006 por Alon Eldar, acordó solicitar el preconcurso de acreedores el 30 de octubre de 2018, una figura que permite negociar con los acreedores la devolución de sus créditos antes de declarar la suspensión de pagos o encontrar inversores que inyecten dinero en la empresa. Sin embargo, estas negociaciones no fructificaron y el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona declaró a la empresa en concurso de acreedores el 1 de febrero. Hoy, la sociedad se encuentra en liquidación, fase en la que se pagarán sus deudas con los activos que aún tenga.

Si se hace caso a las cuentas presentadas por Only Apartments el 18 de diciembre de 2018 al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), la bolsa para pymes en la que cotizaba desde 2014, la empresa habría acabado 2018 casi duplicando los ingresos de 2017 y manteniendo a raya los costes de su negocio. Hasta junio de 2018, Only Apartments había ingresado 3,55 millones de euros, mientras que en todo 2017 los ingresos se habían situado en 4,38 millones de euros. Las pérdidas también se habrían reducido más de la mitad (en los últimos ejercicios acumulaba pérdidas por valor de 5,8 millones).

El problema de Only Apartments ha sido la liquidez. En el último informe presentado al MAB, la empresa barcelonesa reconocía que su fondo de maniobra tenía un déficit de 1,8 millones de euros. El fondo de maniobra es, básicamente, la diferencia entre el dinero que la empresa puede hacer líquido de forma inmediata (porque lo tenga en bancos o en clientes a los que puede cobrar en pocos días o meses) y las deudas que debe pagar a corto plazo. En el caso de Only Apartments, las deudas a las que tenía que hacer frente (entre préstamos a corto plazo y débitos a sus acreedores) alcanzaban los 3,6 millones de euros. Por su lado, el dinero del que disponía para hacer frente a las mismas era de 1,8 millones. En total, Only Apartments debía a sus acreedores 1,4 millones.

Only Apartments desarrollaba su negocio en un mercado muy complicado donde grandes empresas como Airbnb siguen siendo los líderes en el alquiler de apartamentos. La empresa barcelonesa intermediaba en más de 200.000 apartamentos, mientras que Airbnb lo hace en 6 millones de anuncios. La principal dificultad se encuentra en la captación de clientes que reserven noches en lo apartamentos. Para este objetivo es necesario gastar elevadas cantidades de dinero en publicidad en buscadores como Google. Por ello, las compañías que se dedican a este negocio requieren de elevados ingresos o de inyecciones de dinero por parte de inversores que le permita afrontar este coste. Y los márgenes son estrechos. Para luchar contra este círculo que podía llevar a Only Apartments al cierre, la empresa decidió reorientar su estrategia.

En 2017, la firma catalana presidida por Eldar, sin abandonar su línea de negocio dirigida a consumidor final a través de su web, decidió convertirse en un proveedor de apartamentos para otros portales, como Booking. De esta manera, y como reconocen los gestores de Only Apartments en su último informe, reducían considerablemente su gasto en publicidad y lo trasladaban a sus socios, con más músculo financiero, quienes tenían que buscar a los clientes para llevarlos a los alojamientos. Con cada reserva, Only Apartments compartía con sus socios un porcentaje del ingreso. Así, la empresa conseguía limitar sus costes y siempre los desembolsaba cuando había obtenido un ingreso.

Aunque esta estrategia estaba dando sus frutos, ya que habría acabado 2018 duplicando ingresos, el flujo de dinero que generaba Only Apartments no ha sido suficiente para mantener en funcionamiento la compañía. Otro cadáver más en el mundo del alquiler de apartamentos por Internet (ya le pasó algo similar a la alemana Wimdu), que dominan empresas como Airbnb o Homeaway.

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