Mujeres directivas en turismo

Las mayores compañías del sector turístico están presididas por hombres, mientras que la mitad de la fuerza laboral del sector se compone de mujeres.
Mujer trabajando en la empresa | Foto: Pixabay

Mujer trabajando en la empresa | Foto: PixabayLas mujeres son minoría en la dirección de las principales empresas del negocio turístico español. La revista especializada Preferente ha publicado el listado de los 50 personajes más poderosos del turismo y sólo tres directivas figuran entre los elegidos: Matilde Asían, secretaria de Estado de Turismo; Encarna Piñero, consejera delegada del Grupo Piñero; y Carmen Riu, primera directiva de Riu Hotels and Resorts.

Si se prescinde de Asían, no por ser mujer, sino por encontrarse sujeta a los vaivenes políticos y ocupar un puesto con una incidencia limitada en el negocio turístico, sólo Piñero y Riu representan el 4% de todos los listados. Esta es una cifra llamativa en un sector como el turismo, en el que el 45,5% de los trabajadores en empresas turísticas (hosteleras o de transporte, por ejemplo) son mujeres. Así que los datos son concluyentes: la gestión empresarial del turismo es cosa de hombres.

Una explicación para esta disonancia entre las cúpulas directivas y la fuerza laboral es que las principales empresas turísticas son familiares, a pesar de su envergadura y volumen de negocio. Los creadores de los grandes grupos como Globalia (Juan José Hidalgo, que ha iniciado la sucesión a su hijo Javier), Iberostar (Miguel Fluxá), Meliá (Gabriel Escarrer) o AC Hoteles (Antonio Catalán), por poner varios ejemplos, todavía tienen que pasar el relevo a las nuevas generaciones. En algunos grupos, como Piñero, ya ha sucedido, un cambio que se ha hecho totalmente efectivo tras la muerte de Pablo Piñero, el fundador. Pero la tónica en las compañías familiares es que el fundador mantenga el control casi hasta su jubilación o muerte.

Sin embargo, esta consecuencia es menos comprensible en las empresas cotizadas en bolsa, donde prima más el interés de los inversores, como Iberia (que pertenece al grupo IAG), NH Hotels o Meliá, entre otras. Con todo, el problema de la falta de mujeres en las grandes empresas no sólo afecta a las firmas turísticas, sino a la mayoría de empresas en bolsa. Sebastián Abella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), aseguró en noviembre que sólo uno de cada cinco consejeros de los consejos de administración de las empresas del Ibex 35 son mujeres. Y sólo el 4% de las mujeres en estos consejos son ejecutivas, es decir, tienen poderes de dirección empresarial.

De la dirección a los empleados

Todos estos datos contrastan con la realidad laboral del turismo español. Según el sindicato UGT, las mujeres suponen algo más de la mitad de empleados de la hostelería española, cifra similar a lo que ocurre en Comercio. Sin embargo, las diferencias de sueldo siguen siendo elevadas. El salario medio de las empleadas en hostelería es de 12.563,08 euros anuales, un 25% menos que los hombres empleados en la misma profesión. Pero es que este salario es casi la mitad del salario medio anual de todos los trabajadores españoles.

En parte, estos salarios se explican por el uso de contratos de trabajo con jornadas a tiempo parcial. UGT cuantifica en un quinto el número de todos los trabajadores con jornadas parciales en hostelería, comercio y transporte. Y de todos ellos, siete de cada diez contratos a tiempo parcial han sido firmados por mujeres. Al trabajar jornadas inferiores a la completa, estas trabajadoras cobran menos sueldo. El menor número de horas puede responder a una estrategia empresarial, bien porque el trabajo no requiera una jornada completa o bien para conseguir un ahorro de costes. Otra explicación para estas jornadas parciales es que la conciliación de la vida laboral y familiar, en la que las mujeres siguen cargando con la mayor parte del peso, hace que las mujeres se vean obligadas a contar con menores horas de trabajo.

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