La historia de la familia Lara es la de muchos empresarios que construyeron sus negocios en el franquismo y supieron maniobrar con destreza para mantenerlos a pesar de los cambios sociales, políticos y económicos que les afectaban. Con una diferencia que les hace peculiares: Los Lara (Galaxia Gutenberg, 2019) son una saga sobresaliente por el punto de influencia que han conseguido en la industria editorial y de medios de comunicación. Y en este último caso, decir medios de comunicación en España equivale a decir influencia política.
El sevillano José Manuel Lara Hernández entró en Barcelona como teniente de la Legión en 1939, cuando las tropas de Franco liquidaban la última resistencia republicana y acababa la guerra civil española. Este es el Lara padre que tuvo que buscarse la vida tras la contienda para sobrevivir: trabajó en la fábrica Pirelli, bailó con Celia Gámez, montó una academia, se dedicó a la compraventa de bienes y creó la editorial que acabaría siendo Planeta. Lara padre triunfó en el negocio editorial con una mezcla de sabiduría callejera (él mismo reconoce que para montar una editorial no hay que tener dinero, pues ello te lleva a publicar lo que se vende y no lo que deseas) y de respeto por el escritor, una cualidad que no se estilaba en los años 60 y 70 del siglo pasado en España. España, un país de muy poco hábito lector y donde Planeta ha sido capaz de vender cientos de miles de libros, no siempre de la mejor calidad, pero sí del mayor rendimiento económico. Lara padre, más que un interesado por la cultura, fue un buen vendedor y empresario.
Después de Lara padre vino Lara hijo, José Manuel Lara Bosch, quien llevó a la editorial (y en general al grupo empresarial familiar) a la posición en la que se encuentra hoy. Lara hijo convirtió Planeta en un grupo multimedia: el negocio editorial se le quedó pequeño y compró periódicos (La Razón o Avui), televisiones (Antena 3 y La Sexta) y radios (Onda Cero). Además, Planeta es hoy uno de los referentes en educación a distancia.
A través de múltiples voces, de sus recuerdos y de diferentes entrevistas que mantuvo con los Lara a lo largo de los años, el periodista José Martí Gómez realiza un retrato vivo de una familia que ha creado de la nada uno de los mayores grupos de comunicación (y de poder) de España. Es cierto que Martí no es absolutamente objetivo, pues su relación con la familia ha sido muy fluida y cercana, pero esto no es problema. Martí lo muestra todo: los halagos y las críticas; los tejemanejes y polémicas de los premios Planetas; la relación de la editorial con el poder y los políticos; o las inversiones, algunas fallidas. La vida de una persona, por común que sea, no es simple y casi siempre es contradictoria. Y esto pasa con los Lara, donde todo se acentúa por ser figuras públicas. Los Lara es un libro absolutamente necesario para comprender los tejemanejes del mundo editorial español, el rostro de una época que no queda tan lejos y la historia del grupo que ha absorbido sellos históricos como Seix Barral, Tusquets, Noguer o Espasa-Calpe, por citar algunos.
El libro de José Martí permite conocer, casi de primera mano, cómo surgió esta saga empresarial, cómo desarrolló sus negocios durante el franquismo y los primeros años de la democracia y de qué manera se encamaron con el poder político de Cataluña y de Madrid. Por el libro pasa, y habla, una colección variopinta de los autores de Planeta, la histórica representante de escritores Carmen Balcells, editores que trabajaron en la editorial y hoy trabajan por su cuenta (como Gonzalo Pontón, creador de Pasado y Presente), figuras políticas y otras personas que conocieron a los Lara. A través de sus declaraciones, Martí va pintando con trazo fino, a veces indulgente y otras mordaz y crítico, las figuras de los dos gigantes que crearon y elevaron este imperio editorial.