Espartero, el Pacificador, de Adrian Shubert

En esta biografía del general Baldomero Espartero, el hispanista Adrian Shubert ilumina con hechos la leyenda. Un libro absolutamente necesario de una figura histórica fundamental en la España del siglo XIX.
Espartero, el Pacificador | Foto: Biblioteca Virtual de La Rioja
El general Baldomero Espartero | Foto: Biblioteca Virtual de La Rioja
Espartero, el Pacificador | Foto: Biblioteca Virtual de La Rioja
El general Baldomero Espartero | Foto: Biblioteca Virtual de La Rioja

Hasta Espartero, el Pacificador (Galaxia Gutenberg, 2018) no existía en lengua castellana una biografía digna de este nombre sobre la figura de uno de los militares y políticos más relevantes de la España decimonónica. Adrian Schubert, catedrático de Historia de la Universidad de York (Toronto), ha buceado en el archivo personal de los sucesores de Espartero, que hasta el momento se encontraba inédito, para fijar el pensamiento de este gigante y aclarar algunos hechos en sombra, o bajo la leyenda, del que fue regente y presidente del Gobierno español.

Esparteró transitó, y en determinados momentos determinó, la historia española del siglo XIX. Natural de Granátula de Calatrava (Ciudad Real), Baldomero Esparteró inició su carrera militar en las posesiones americanas del menguado imperio español. Antes ya había tenido su primer encuentro con el liberalismo en Cádiz y había hecho sus pinitos como militar en la Guerra de la Independencia contra los franceses. Pero fue en América donde arraigó uno de sus dos pilares vitales: la defensa de la Corona, como encarnación de la forma de Estado. El otro fue el respeto al orden constitucional por encima, incluso, de sus intereses.

En América, Espartero luchó en las guerras de independencia de los florecientes estados y obtuvo rápidos ascensos en la escala militar. La monarquía española no pudo contener estas ansias de independencia de las élites americanas, porque la inestabilidad política y económica dentro del país hacía inviable mantener una guerra en ultramar. Espartero volvió a la Península y, a pesar de formar parte del fracaso en la pérdida de las posesiones americanas, en sus acciones de guerra individuales siempre había cosechado éxitos y el reconocimiento de sus superiores. Así que en España se inicia una carrera meteórica hasta el generalato, que le llevará a la primera guerra carlista.

El siguiente punto de inflexión es el enfrentamiento entre los partidarios de la futura reina Isabel II y los de Carlos María Isidro de Borbón, hermano del fallecido rey Fernando VII y que consideraba tenía derecho al trono. Espartero siempre estuvo del lado de Isabel y de su madre, la regente María Cristina, con la que tuvo frecuentes encontronazos en los años venideros. Tras diferentes campañas en el Norte de España, Espartero logra la victoria frente a los carlistas con el famoso abrazo de Vergara en 1839. Esto eleva la figura del general a cotas de popularidad nunca vistas en la España del momento. Pero, además de Espartero, también hay que mencionar a su mujer, la riojana María Jacinta Guadalupe Martínez de Sicilia y Santa Cruz, quien en la sombra le ayudó a gestionar sus negocios y a realizar conexiones políticas que serían fundamentales en su futuro. En este sentido, el libro de Shubert debe alabarse, pues en paralelo a la figura de Espartero, el historiador también escribe sobre la de su esposa.

De Espartero, de su vida pública, se puede decir que fue el primer político español moderno. O, al menos, el primero que puso las bases de la política moderna. Fue un liberal en toda regla y en el sentido primigenio del término, no el pervertido de la actualidad. Espartero fue defensor de la libertad política e individual de los ciudadanos. Y a la vez, el general, como militar que era, exigía orden público, respeto a la ley y a la constitución.

Seguir la vida pública y privada de Espartero supone recorrer la historia más importante del siglo XIX, desde 1812 hasta 1879, cuando el general fallece. Espartero siempre fue fiel a sus dos principios y por ello fue perseguido, tuvo que exiliarse a Londres y fue llamado de nuevo al Gobierno cuando la política española se estancó. Alcanzó las cotas más altas de poder en el Ejército, en la Monarquía (como regente) y en la política (como presidente de Gobierno). Y renunció a ellas con la humildad de saber siempre de dónde procedía, pues era hijo de un carpintero en un pueblo perdido de la provincia de Ciudad Real.

Además, otro de los rasgos destacables de Espartero fue su inteligencia política. Ideológicamente estaba adscrito al partido progresista, pero siempre supo mantenerse por encima del juego partidista para buscar la realización de los ideales liberales. Cuando percibía que todo se ponía en su contra no dudaba en renunciar a sus cargos, pues su obsesión era la protección de la Monarquía constitucional y de la propia Constitución.

Sin duda, Espartero hizo dinero. El general acabó viviendo en Logroño (La Rioja), donde contaba con varias posesiones inmobiliarias y se introdujo en el negocio del vino, que entonces empezaba a nacer, con el Marqués de Murrieta. Pero no usó esta posición privilegiada para hacer política o aprovecharse de la política. Ejemplos de comportamiento que hoy ya no se estilan en la vida pública.

Artículos relacionados
Logotipo Revista80dias
Read More

Las hermanas Bolena

La historia de Inglaterra ha estado jalonada por momentos decisivos. Uno de ellos fue la aparición de la familia Bolena en el acceso al trono del país británico, cuyos episodios iniciales cuenta esta película.
Retrato que se cree de El Greco
Read More

Narrando desde El Greco

Los cuadros de Doménicos Theotocopoulos, El Greco, inspiran muchas cosas. También relatos. La editorial Lunwerg ha conseguido que veintidós escritores españoles imaginen y cuenten a través de las pinturas del genial artista.
Read More

De parte de la princesa muerta

Esta magnífica novela, pertenece a la escritora francesa, de origen turco-indio, Kenizé Mourad. Se publicó en 1987 y fue un rotundo éxito puesto que no sólo se trata de un texto magistralmente narrado, sino que ofrece notas históricas reales, perfectamente hiladas en la trama principal.