La tendencia a recortar precios en los viajes de empresa acaba encareciendo el producto

Las empresas no siempre son capaces de cuantificar los gastos adicionales que generan sus empleados cuando salen de viaje.

MADRID.- Las empresas no siempre son capaces de cuantificar los gastos adicionales que generan sus empleados cuando salen de viaje. Iván Clemente, experto de Forum Business Travel (FBT), ha explicado en una ponencia que “consolidar la información necesaria para calcular el coste total de un viaje no es fácil, ya que procede de fuentes internas y externas”.

Ante un nutrido grupo de gestores de viajes empresariales, Clemente ha sostenido que “se tiende a la disgregación de los elementos del servicio para que cliente pague lo que necesita”. Esta tendencia genera nuevos gastos añadidos que las empresas tienen que empezar a controlar. El experto ha recomendado analizarlos bien los costes antes y durante el viaje, pero también después. A la vuelta del desplazamiento, la justificación de los gastos se facilita enormemente con el uso de medios de pago que crean registros transparentes, como la tarjeta de crédito.

Por otro lado, Íñigo García-Aranda, director comercial de Amadeus, añadió que “las herramientas de autorreserva se están imponiendo como una de las mejores opciones de control y seguimiento de la política de viajes”. Otro de los problemas son los precios, muy variables y casi siempre a la baja. Javier Ruz, jefe de ventas corporate de Air Europa, ha explicado que “hoy en día es difícil cerrar precios para todo el año, pero que se pueden negociar paquetes de servicios puntualmente”.

En los grupos de trabajo posteriores a las ponencias, los gestores de viajes participantes concluyeron que la negociación de las empresas con los proveedores de viajes va a contemplar cada vez más la agrupación de servicios que se han ido disgregando de la tarifa.

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