La cueva de Altamira reabre al público de forma limitada

El Patronato que se encarga de la conservación de la cueva de Altamira permitirá que un grupo de cinco personas acceda a la misma, con un guía, una vez a la semana. La asistencia se realizará mediante sorteo.
Detalle de la Cueva de Altamira | Foto: Turismo de Cantabria
Detalle de la Cueva de Altamira | Foto: Turismo de Cantabria

MADRID.- La cueva de Altamira, en la localidad de Santillana del Mar (Cantabria), volverá a abrir sus puertas al público a través de visitas experimentales hasta el mes de agosto de 2014. En prinicipio será una visita a la semana con un máximo de cinco personas y un guía del Museo que contiene la reproducción de la cueva. Las visitas tendrán una duración de 37 minutos y los participantes se escogerán por sorteo entre los asistentes del día al Museo y Centro de Investigación. La cueva original, que es la que se vuelve a reabrir a las visitas, se cerró al público hace doce años.

Altamira está considerado como una de las muestras más importantes de arte ruprestre en España y en Europa. Los “frescos” que los hombres y mujeres prehistóricos pintaron en esta cavidad, descubierta en 1879 por Marcelino Sanz de Sautuola, no han sido descifrados en su totalidad. En agosto, cuando la cueva se cierre de nuevo al público, los expertos valorarán los reusltados de las visitas y cómo estas afectan a las pinturas de las paredes de la cueva. La misma se cerró al público por el deterioro progresivo que los visitantes producian en las pinturas con la emisión de CO2.

Los que visiten la cueva, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, tendrán que cumplir un protocolo y controles estrictos, establecidos en la primera fase del programa científico, y de acuerdo con los cuales los visitantes deberán usar la misma vestimenta y calzado que utilizan los investigadores. Así, tendrán que llevar monos desechables, gorros, guantes, mascarillas y un calzado especial, que se someterá además al lavado de suela y desinfección.

También se controlarán determinados parámetros, como la estancia en cada zona de la cueva o la iluminación, y se evitará el contacto con la roca o la toma de imágenes, todo ello para minimizar el posible impacto de la presencia humana. En el transcurso de la visita se controlará en el interior de la cavidad la temperatura del aire y de la roca, la humedad, la contaminación microbiológica, las aguas de infiltración o el CO2.

Es curioso que cuando Sanz de Sautuola descubrió la cueva, los científicos españoles de la época hicieron poco caso del descubrimiento e incluso se mofaron del mismo. Es a partir de 1917 cuando el Ayuntamiento de Santillana del Mar abre la cavidad a las visitas del público y en los años 50 del siglo pasado se inician las visitas masivas. La cueva llegó a recibir hasta 270.000 personas al año, pero la progresiva degradación de las pinturas llevó a las autoridades a clausurarla, primero en 1977 y depués en 2002.

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