El turista español no levantará cabeza hasta 2017

Si las previsiones macroeconómicas se cumplen, el paro se mantendrá por encima del 20% (más de 4 millones de desempleados) hasta 2017 y la economía nacional no crecerá por encima del 2%.
Evolución del desempleo en los países europeos | Fuente: Observatorio de la Industria Hotelera de PwC
Evolución del desempleo en los países europeos | Fuente: Observatorio de la Industria Hotelera de PwC

MADRID.- La Semana Santa no se presenta con buen color para el sector turístico. Los hoteleros aseguran que las reservas son un 25% inferior que las del año pasado y la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) afirma que la compra de vacaciones para estas fechas ha caído un 5%. Los profesionales aún confían en las ventas de último minuto, que es una tendencia cada vez mayor en el mercado a causa de las incertidumbres sobre el futuro laboral de los españoles.

En la presentación de las perspectivas hoteleras para la primavera y la Semana Santa, el informe (PDF) elaborado por la consultora PwC para CEHAT, la patronal hotelera, incluye un cuadro con previsiones macroeconómicas. Los datos que se refieren a España asustan. La evolución del PIB en el informe de PwC, con datos tomados de The Economist Intelligence Unit, muestran una caída de casi el 2% en 2013 y un leve repunte del 0,5% en 2014. Hasta 2017 el PIB español no superará el 1,5% y hay que tener en cuenta que la creación de trabajo se produce con crecimientos del 2%.

Con estos mimbres, la previsión de paro es superior al 25% en 2014, del 25% en 2015 y superior al 20% en 2017. Es decir, la cifra de desempleados en España no bajaría de los cuatro millones en los próximos cinco años, si las previsiones se cumplen.

¿Por qué son importantes estos datos para el sector turístico? El viajero español supone el 50% del negocio del turismo en nuestro país, mientras que la otra mitad la aporta el turista extranjero. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el comercio al por menor cayó un 7,7% al cierre de 2012, mientras que en 2011 lo hizo un 4,4%. Es decir, que la venta de productos en general sigue en coma profundo, consecuencia de los constantes incrementos del paro y de la inestabilidad del trabajo. En estas circustancias, los turistas españoles gastan lo menos posible en viajes, sólo en fechas muy concretas, como el verano, y reservando casi siempre a última hora.

El lado positivo de estas previsiones tan nefastas es que nuestros principales mercados emisores de Europa (Reino Unido, Francia y Alemania) mantendrán sus niveles de paro por debajo del 10% y tendrán crecimientos continuados, lo que asegura un flujo de visitantes. Ahora bien, este hecho tiene una doble lectura. Buena parte de estos visitantes extranjeros optan por los destinos de sol y playa, mientras que los destinos de interior dependen del turista nacional. Así, serán estos últimos los que padezcan negativamente esta dualidad. Por otro lado, países competidores del Mediterráneo (como Turquía o Egipto) seguirán captando turistas británicos y alemanes, por lo que mejorar la calidad de la oferta española y dirigirse a otros mercados (como el ruso o el latinoamericano) será clave para la supervivencia del sector turístico.

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