El Gobierno cancela la financiación de las obras del Palacio de Congresos de León

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo no desembolsará los casi 10 millones de euros comprometidos para este año. Se basa en las restricciones presupuestarias y en que el resto de administraciones no han pagado su parte. El palacio debería estar acabado en 2015.

MADRID.- El Palacio de Congresos de León tendrá que esperar. El proyecto de esta infraestructura, una de las joyas de la ciudad castellana que debía servir para revitalizar la misma, nació en 2008 tras un acuerdo del ayuntamiento de la capital, la Junta de la comunidad autónoma y el Gobierno, entonces presidido por el leonés José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). El arquitecto encargado del diseño fue Dominique Perrault y se presupuestó el coste del mismo en 76,2 millones de euros. Las obras se debían desarrollar en cinco años, por lo que concluirían en 2013.

Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) ha cancelado la aportación estatal de 9,99 millones de euros que debía realizar en este ejercicio, amparándose en las restricciones presupuestarias y en el hecho de que el resto de administraciones que se comprometieron a financiar las obras (ayuntamiento y Junta) no han realizado los desembolsos comprometidos. El real decreto para la cancelación de la financiación se ha publicado el sábado 1 de septiembre y en é se describe el iter de esta infraestructura.

Tanto la Junta de Castilla y León como el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (de Turismo y Comercio en el momento de la firma del convenio) se comprometían a aportar cada uno el 40% de la financiación para las obras. Mientras que el ayuntamiento leonés pondría el 20% restante. Es decir, que el Estado debía pagar 30,5 millones de euros en esos cinco años, al igual que la Junta. Durante el gobierno de Rodríguez Zapataero, los desembolsos se hicieron de forma religiosa cada año, firmando diversos convenios con el Ayuntamiento de León.

Ahora, las imposiciones de austeridad por parte de Bruselas y la congelación del gasto público han herido de muerte a este Palacio de Congresos y todo el área en que se enmarca.

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