EEUU prohíbe a sus aerolíneas que paguen los derechos de emisión de CO2 en la Unión Europea

El Senado estadounidense ha instado al Congreso de la nación a aprobar una ley que prohíba a las aerolíneas estadounidenses pagar por los derechos de emisión. EEUU se une a China en su lucha contra el sistema europeo de emisiones de CO2, que no sólo afecta a la aviación.

MADRID.- El mercado de emisiones de Co2 en la Unión Europea sigue siendo polémico fuera del continente. Las aerolínea están obligadas a comprar derechos de emisión desde el pasado 1 de enero. Esta obligación afecta a todas las compañías, tanto las comunitarias como aquellas que pertenecen a países de fuera de la Unión. China ya se quejó y prohibió a sus aerolíneas pagar estas tasas. Ahora es EEUU quien ha aprobado una moción para que el Senado apruebe una ley que prohiba a las aerolíneas estadounidenses pagar estos derechos de emisión.

Diputados del partido demócrata (al que pertenece el presidente estadounidense Barack Obama) y del partido republicano se han unido para alumbrar una resolución, algo que ha ocurrido en contadas ocasiones durante la legislatura que acaba en noviembre. Esto quiere decir que con toda seguridad la ley será aprobada y se impedirá que las aerolíneas estadounidenses participen en el mercado de derechos de emisiones europeo. Además, la resolución, que se ha aprobado por la Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado, obiga a la secretaria de Transporte (cargo similar al de ministro de Fomento en España) a promover ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) un acuerdo mundial para luchar contra las emisiones contaminantes de los aviones.

Los detractores del mercado de emisiones europeo critican su unilateralidad, a la vez que alegan que el mismo penaliza a las compañías por el total de la distancia recorrida en el vuelo y no por la distancia desde que se entra (o sale) del espacio aéreo europeo hasta que se aterriza. Sus defensores explican que alcanzar una medida de este tipo en todo el mundo habría llevado mucho tiempor y que el dinero recaudado con los derechos de emisión servirá para luchar contra el cambio climático y poner en marcha políticas medioambientales.

El funcionamiento del mercado de emisiones se basa en la compra de derechos para poder emitir CO2 a la atmósfera. La UE ha concedido a las aerolíneas una cantidad de derechos “gratis” y, una vez que los sobrepasen, deberán adquirir más en función de cada tonelada adicional de dióxido de carbono que emitan a la atmósfera. Con ello, Europa pretende dos cosas: por un lado recaudar una tasa para invertirla en investigación y políticas medioambientales y, por otro lado, obigar al sector aéreo a que cuente con aviones más eficientes que provoquen menores emisiones. En este mercado no sólo participa la aviación, sino que también se incluye la industria y otros sectores contaminantes. Las empresas a las que les sobren derechos de emisión los pueden vender en el mercado para que otras compañías con mayores necesidades los adquieran.

Hasta abril de 2013 las compañías no tendrán que pagar los importes del CO2 que hayan emitido. La OACI trabaja en un marco común para penalizar las emisiones, como pide la norma estadounidense, que deberá presentar antes de esta fecha. Por su parte, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya ha dictaminado que el mercado de emisiones se ajusta al derecho comunitario e internacional.

La cuestión es si China y EEUU se atreverán a prohibir que sus aerolíneas vuelen a Europa, que sería el escenario más extremo, teniendo en cuenta que buena parte del negocio y del flujo de viajeros se concentra en el viejo continente. Otras voces alertan de que si no hay un acuerdo que implique a todos los países del mundo se podría producir una guerra comercial por los derechos de emisión.

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