Cómo afecta el coronavirus de Wuhan al turismo

El turismo de negocios será uno de los segmentos más afectados por las restricciones de viaje que está originando la infección por coronavirus de Wuhan.

El coronavirus de Wuhan (China) está afectando a la forma de hacer negocios en el mundo. La actividad del transporte y del turismo también se está viendo perjudicada por este virus del que se cree que es una mutación de otro que afecta a los murciélagos. El salto al ser humano se habría producido a través de un huésped infectado (los científicos creen que pudo ser un pangolín) que habría sido ingerido por una persona en las últimas semanas de diciembre de 2019 y que habría provocado la infección. Hasta el cierre de este artículo hay más de 1.300 muertos en China y los contagiados ascienden a más de 63.800.

China es uno de los principales países manufactureros y por ello es centro emisor y receptor de numerosos viajes de negocios. Por ejemplo, en el país asiático se producen los chips que incorporan los teléfonos móviles iPhone de Apple. Foxconn, el fabricante de estos circuitos, ha anunciado que paraliza la producción de forma temporal en alguna de sus fábricas. La idea es evitar que un gran número de personas se relacionen en ambientes de trabajo, donde la facilidad de contagio es mayor, para acabar con la expansión del virus. DBRS MorningStar, empresa de asesoramientos en fondos de inversión, espera que los mayores impactos económicos se produzcan en los dos primeros trimestres del año y en áreas como las compras en tiendas. Aunque se ha comparado esta infección de coronavirus con la del SARS de 2003, la realidad es que la importancia económica de China en el mundo es muy diferente. Hace 17 años, cuando se produjo el SARS, China aportaba el 4% del PIB mundial, mientras que hoy supone el 17% de la riqueza de todo el mundo, por lo que los efectos económicos serán mayores, sobre todo en las cadenas de suministro de determinados bienes.

El sector tecnológico será uno de los más afectados por la restricción de viajes en China y en Asia. Y, de rebote, el Mobile World Congress (MWC), que ha cancelado su celebración en Barcelona entre el 24 y el 27 de febrero. El MWC es la mayor feria mundial de telefonía móvil y de tecnología alrededor de este segmento. Cada año supone un impacto de más de 470 millones de euros en la ciudad de Barcelona, según un informe de Santi Román, profesor de la escuela OBS Business. Gracias a este evento, la capital española se ha consolidado como un referente en el turismo de reuniones y de incentivos. La cancelación del MWC dejará a Barcelona huérfana de los más de 100.000 visitantes que asisten cada año. La feria ha sucumbido tras la espantada de empresas de la envergadura de LG, Sony, Ericsson o Asus, por citar solo algunas. Las grandes compañías han priorizado la seguridad de sus empleados para evitar posibles contagios frente al renombre de la feria. En un comunicado, José Antonio Mansilla, profesor de la escuela de negocios Ostelea, indica que de los 470 millones de ingresos esperados, un cuarto se iba a dirigir a establecimientos de restauración y que cerca de 13.000 empleos temporales se habrán perdido tras la cancelación del evento.

Los organizadores del MWC calculan que cada año pasan por la feria alrededor de 6.000 personas de nacionalidad china (un 5% de todos los asistentes). Antes de la cancelación del evento, los organizadores habían implantado algunas medidas para garantizar la salud de los profesionales: los viajeros que proviniesen de la provincia china de Hubei (lugar donde se inició la infección) no podrían entrar en el MWC; aquellas personas que hubiesen estado en China debían demostrar que salieron del país, como mínimo, hace 14 días (el tiempo en el que se notan los síntomas del virus); se realizarían controles de temperatura; y los asistentes tendrían que certificar que no habían estado en contacto con nadie infectado. Nada de esto ha convencido.

La ciudad de Barcelona y el MWC han sido las primeras víctimas en el negocio turístico por el coronavirus, pero habrá más. En función de la evolución de la infección, los viajes en Asia se pueden ver más restringidos y las empresas turísticas de la región obtendrán menos ingresos. Los hoteles serán los actores más perjudicados dentro del sector turístico. En China la ocupación hotelera ha caído un 75% entre los días 14 y 26 de enero, según datos de la consultora STR. Estas fechas coinciden con el Año Nuevo chino, una de las festividades que más viajes y movimiento de personas generan en el país asiático. Y los viajes de los chinos al extranjero también se han ralentizado. Los países asiáticos son destino preferido para muchos chinos durante esta festividad, pero en la última semana del enero las reservas habían caído un 15%, según la firma de análisis Forwardkeys. Hacia Europa, el número de reservas creció un 0,5% en la semana del 26 de enero, frente a un 10% de aumento en la semana anterior. Por su lado, en la región asiática las reservas de vuelos siguen descendiendo semana tras semana. Forwardkeys estima que desde el 9 de febrero la venta de vuelos desde los países del sur de Asia (como India) a otros destinos internacionales han caído un 11% con respecto a la misma semana de 2019. Lo mismo ha sucedido con el sureste asiático (-8,1%), el noreste asiático (-17%) y Oceanía (-3%).

Antonio Roig, director de Clientes de CWT España, una de las principales empresas de viajes de negocios, ha manifestado que “son varios los clientes que han implementado restricciones de viaje a Wuhan y a otras partes de China”. La compañía actualiza constantemente a sus clientes con alertas sobre la situación sanitaria, bien por correo o mediante notificaciones a través de su aplicación de móvil.Todavía es pronto para realizar una valoración sobre el impacto económico que tendrá el coronavirus en la primera parte de 2020, pero a medida que pasan los días, las restricciones que toman muchas empresas en sus viajes no auguran una evolución positiva.

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