París en 3 días

En esta guía te explicamos qué ver en París en tres días. Te proponemos rutas, itinerarios y te contamos qué hacer en la capital de Francia.
Torre Eiffel en París | Foto: París Turismo
Torre Eiffel en París | Foto: París Turismo

Conocer París en tres días es imposible y tener una idea de la capital de Francia a fondo puede llevarnos toda la vida. En esta guía te decimos qué visitar en Paris y te proponemos rutas para que te quedes con buen sabor de boca. Y respondemos a una pregunta difícil: ¿qué ver en 3 días en una de las ciudades más visitadas del mundo?

Primer día en París

Por ser la primera jornada la tomaremos con fuerzas para poder disfrutar al máximo de la capital francesa. Comenzaremos por la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés, en el metro Mabillón (Línea 10). Es la más antigua de París, edificada en el año 900 sobre los cimientos de una basílica merovingia. Después subimos por la calle del Sena hasta llegar al Puente Nuevo, que es el más antiguo, el más largo y el más famoso de la ciudad. Fue construido en 1604 para que el rey Enrique IV cruzara el Sena. Así, pasando por la plaza del Delfín se llega a la Sainte-Chapelle, una iglesia gótica construida por San Luís para guardar las reliquias de la pasión de Cristo. Prestad especial atención a sus vidrieras. Y por fin llegamos a Notre-Dame, el máximo exponente de la arquitectura gótica, su rosetón sur es una de las piezas más admirables. Aquí puedes reservar entradas y un tour, sin esperar colas, para ambas catedrales. Debes prestar atención, porque en sus alrededores encontrarás un pequeño museo medio arqueológico, que considero un timo, así que no lo recomiendo para nada.

Iglesia de Saint-Germain-des-Pres | Foto: París Turismo
Iglesia de Saint-Germain-des-Pres | Foto: París Turismo

Después, bajando por la calle de la ciudad se llega a la Abadía de Cluny, las termas y el museo. Sí, siempre digo que los museos largos son una pérdida de tiempo, pero este lo merece. Para empezar se compone de termas grecorromanas. Por su lado, el palacio abacial de Cluny es pura arquitectura civil medieval y termina con la maravillosa colección de tapices de la dama y el unicornio (son sólo 7). En la salida nos espera el jardín, “el de la botica y el del amor”.

Ahora hacemos una pequeña paradita para comer. Estamos en el barrio latino, así que habrá una infinidad de restaurantes bastante baratos y de buena calidad en las inmediaciones, especialmente recomiendo los de comida asiática de esta zona.

Y, sin tiempo para dormirnos, porque hay que continuar con las visitas de nuestros tres días en París, lo mejor para bajar la comida es dar un pequeño paseo hasta los Jardines Luxemburgo, en el Boulevard Saint-Michel, donde se encuentra el Palacio Luxemburgo. Esta es la sede del senado. Tiene los jardines más románticos de París y la fuente Médicis es el punto de encuentro para veleros en miniatura. El Panteón queda a una calle de allí y es una iglesia construida por Luís XV que alberga los restos de personajes tan señalados como Victor Hugo, Voltaire o Rousseau, entre otros. Y a la entrada se encuentra el famosísimo Péndulo de Foucault, algo que no podéis perderos.

Jardines de Louxemburgo | Foto: París Turismo
Jardines de Louxemburgo | Foto: París Turismo

Seguimos el recorrido hasta el Jardín des Plantes, a orillas del Sena, pero por el camino pasaremos por Arenas de Lutecia, algo parecido a unos restos de un anfiteatro galorromano, que no tienen gran importancia, pero ya que están en nuestro camino… Lo mismo ocurre con la mezquita de París, la primera de la ciudad. Aunque es difícil encontrarla abierta, su cafetería puede servirnos para hacer un alto perfecto en el camino y tomar un té árabe. Los Jardines des Plantes fueron los primeros abiertos al público en París, tienen un laberinto muy divertido, dos invernaderos (el mexicano y el australiano) montones de flores y el museo de Historia Natural, bastante bueno. Aunque con la hora que es, creo que será suficiente verlo sólo por fuera para continuar el paseo, cruzando el puente, hasta el parque Bercy. 13 hectáreas y media, con césped, huertos, un jardín botánico e incluso una biblioteca. Este parque se encuentra en la estación de metro Cour Saint Émilion (Línea 14).

Aquí, donde os dejo, se encuentra anclado el Batofar, un barco cuya bodega no tiene desperdicio. Si aún os quedan fuerzas, ésta es una idea muy original.

Segundo día en París

La segunda jornada de nuestro viaje de tres días a París será un poco más intensa, aunque visitaremos pocos lugares en profundidad. Más bien vamos a dedicarnos a hacer un recorrido que nos permita abarcar un amplio territorio, así como la mayoría de los lugares de interés parisinos.

Museo del Louvre | Foto: París Turismo
Museo del Louvre | Foto: París Turismo

Comenzamos por el Palacio de Louvre, en la estación de metro con el mismo nombre (Línea 1) y el propio museo de Louvre. Como todos sabemos, se trata de uno de los mejores y más interesantes museos del mundo, pero sólo vamos a pasar 3 días en París. Si decides visitarlo, calcula que invertirás un día entero y puedes reservar aquí entradas para no esperar cola. Con su fachada de frente, a la izquierda queda el Palacio Real, que actualmente alberga el Consejo de Estado y el Ministerio de Cultura. En sus habitaciones vivieron el famosísimo cardenal Richelieu y los duques de Orleans, entre otras personalidades de la época. Retrocedemos hasta el Museo de Louvre para continuar nuestro recorrido atravesando los Jardines del Carrusel, en los que está ubicado el Museo de Artes Decorativas, otra buena opción para un viaje con más tiempo y en cuyo centro se encuentra el pequeño Arco del Triunfo del Carrusel. Después vienen los Jardines de las Tullerías, en los que hay que disfrutar del estanque octogonal, los castaños que están dispuestos geométricamente, los tilos a los lados de la avenida y las numerosas terrazas. En ellas no es una buena idea tomar nada, porque los precios son absolutamente exagerados. Al final de estos jardines se encuentran a ambos lados el Jeu de Paume y la Orangerie, dos galerías de arte contemporáneo.

A la derecha de los Jardines de las Tullerías, antes de llegar a la Plaza de la Concordia, se puede subir un instante hacia la Place Vendôme, en la que se encuentra el Hotel Ritz. Se trata de una plaza rectangular muy austera, pero que sorprende por su magnificencia. Al final de esta calle tenemos la Ópera Garnier, aunque esto es meramente un apunte, ya que si no somos rápidos en las visitas, no podremos entrar en lo que se ha llamado el monumento dedicado al arte, al lujo y al placer. La fachada es para no perdérsela: neorrenacentista y barroca, combina máscaras antiguas con estatuas de compositores.

Iglesia de la Magdalena | Foto: París Turismo
Iglesia de la Magdalena | Foto: París Turismo

Después, bajando por el Boulevard de los Capuchinos hasta la Plaza de la Magdalena, podremos ver la fantástica Iglesia de la Magdalena: un auténtico templo griego flanqueado por columnas y coronado por un friso extraordinario. Es una joya fuera de su sitio y merece la pena verla. En sus alrededores se puede hacer una parada para comer, especialmente por el Boulevard Malesherbes.

Una vez terminada la comida, volveremos a la Plaza de la Concordia, la cual sólo tiene una fachada para respetar el eje triunfal en el que se encuentra. En el centro está el obelisco de Luxor (regalo del virrey de Egipto), a los lados dos fuentes con náyades y alrededor de la plaza las 18 columnas rostrales de Hittorff. A continuación se encuentran los famosos Campos Elíseos y al final de los mismos puede apreciarse el Arco del Triunfo, bajo el cual se encuentra la tumba del soldado desconocido. Puedes subir a la azotea del Arco y ver París desde otra perspectiva reservando entradas con antelación para evitar colas en uno de los monumentos más visitados de París.

Campos Elíseos y Arco del Triunfo | Foto: París Turismo
Campos Elíseos y Arco del Triunfo | Foto: París Turismo

Atravesando el Puente de la Concordia llegamos a la explanada de los Inválidos, un jardín inmenso, que termina en el Museo de la Armada, al cual merece la pena echar un vistazo aunque sólo sea por fuera. De hecho, su cúpula dorada, ya puede verse desde varios kilómetros de distancia. Hacia la derecha llegaremos a los Campos de Marte y en ellos se encuentra el icono parisino por excelencia: la Torre Eiffel, construida en 1889 para la Exposición Universal (clic aquí si quieres saber quién construyó la Torre Eiffel). Con la antena mide 324 metros. Hay posibilidad de visitarla a pie hasta la plataforma principal o en ascensor hasta el observatorio. El precio no es barato, pero merece la pena y, después de un día como este, hay que utilizar el ascensor. Las entradas se reservan en este enlace y nos evitan aguantar largas colas.

Por último, cruzando el puente tenemos Trocadero, la explanada que alberga el Museo de la Marina, el del Hombre y el Palacio Chaillot. La visita termina aquí, con la parada de metro Trocadero (Línea 9) y lo mejor para cenar será volver a la zona de la comida, en la plaza de la Magdalena, metro Madeleine (Línea 8).

Campos de Marte y Torre Eiffel | Foto: París Turismo
Campos de Marte y Torre Eiffel | Foto: París Turismo

Tres días en París

Comencemos la última jornada con entusiasmo, porque será un día tranquilo para compensar el anterior. La primera parada será el Cementerio de Montmartre, en la parada de metro La Fourche (Línea 13). Aunque se trata de un lugar que, a priori, puede parecer un tanto inhóspito, no lo es. Da la apariencia de un cementerio romántico, en el que descansan figuras como Alejandro Dumas, Foucault, Offenbach y otros grandes artistas y pensadores. Muy cerca, por la calle Caulaincourt, está el Museo de Montmartre, que muestra toda la historia de uno de los barrios más famosos y pintorescos del mundo y no necesitamos mucho tiempo para verlo. Prácticamente al lado está la Iglesia de San Pedro de Montmartre e inmediatamente después el famosísimo Sagrado Corazón. El frente de esta basílica romano-bizantina ofrece una de las vistas más apasionantes de todo París. Pero lo más interesante es la historia del templo, ya que está enmarcado en la época de la derrota de la Comuna de París en 1870. Por dentro no es tan espectacular, aunque parece que estuviera hecha de oro. Después de esto, continuamos hasta la encantadora placita de los artistas donde se dan cita pintores, retratistas y dibujantes con caballete incluido. Es un lugar muy agradable aunque definitivamente está prohibido tomar nada en esta zona o el presupuesto se descabalará sin solución.

Cementerio de Montmartre | Foto: París Turismo
Cementerio de Montmartre | Foto: París Turismo

A continuación podemos bajar hasta la calle Des Martyrs para conocer Nuevo Atenas, una zona fastuosa y romántica, donde vivieron personajes de la talla de Dumas, Chopin o Degas. Continuamos bajando hasta los Passages Couverts, que son una especie de galerías o soportales en los que hay muchas tiendecitas cuyos escaparates merece la pena parase a contemplar. Junto a ellos está el Museo Grévin, el de cera, que puede ser una buena opción para pasar la tarde si no se quieren hacer compras.

Desde aquí tomamos el metro en la estación Le Peletier (Línea 7) hasta la parada Quai de la Rapée (Línea 1). Llegamos así al puerto del Arsenal, una zona de recreo en cuya orilla este hay un jardín con terrazas. A lo largo del puerto se llega a la famosa plaza de la Bastilla, adalid de la Revolución de 1789, en cuyo centro se encuentra la columna de Juillet, coronada por un ángel alado. En uno de sus lados está la Ópera de la Bastilla, una nave de mármol blanco que se ilumina al anochecer.

Basílica del Sagrado Corazón de París | Foto: París Turismo
Basílica del Sagrado Corazón de París | Foto: París Turismo

Ésta es una buena zona para detenernos a comer y después pasear un ratito por el Boulevard Richar-Lenoir, un jardín contemporáneo en el que jueves y domingos se instala el mercadillo local.

Aquí termina la visita a París. Nos quedamos en la zona más comercial y de mejores precios, además de un barrio de buenos restaurantes a precios asequibles.

VERSALLES

Tal vez contemos con un día extra. Versalles, es un lugar maravilloso a tan sólo media hora de París. Puedes reservar tickets para hacer la visita por tu cuenta, o bien comprar entradas con guía, pero sin viaje incluido desde París.

Símbolo del apogeo de la monarquía francesa, fue la residencia de los reyes Luís XIV, Luís XV y Luís XVI. Un palacio famoso porque allí se fraguó y comenzó la Revolución Francesa y, 120 años después, donde se firmó el Tratado de Versalles, que pondría fin a la I Guerra Mundial.

La visita de Versalles te llevará por los grandes apartamentos del rey y los de la reina, con la cámara de la misma que se conserva tal cuál la dejó María Antonieta cuando tuvo que huir del palacio. Los salones de la paz y de la guerra. La fabulosa capilla y la sorprendente Ópera, donde se ofrecían los conciertos de cámara para los monarcas.

Los jardines merecen una mención a parte: cuadros geométricos de flores entre rectas avenidas de tierra, estanques y terrazas que ofrecen ilusiones ópticas como la cercanía del gran canal, incluso cuando se está a las puertas del palacio.

Es importante hacer lo posible por ver el gran Trianon, residencia privada de Luís XIV; y el pequeño Trianon, donde María Antonieta construyó su jardín inglés, el templo del amor, el pabellón de la peña, el teatro o el caserío donde tenía sus ovejas y sus vacas.

DÓNDE DORMIR

El alojamiento en París tiene fama de ser uno de los más caros del mundo. Los hoteles de 5 estrellas son maravillosos, pero las categorías de 4 a 1 estrella son bastante inferiores a lo que estamos acostumbrados en otros países. Hay que buscar con atención antes de contratar algo concreto.

Aquí puedes encontrar una selección de alojamientos en París.

INFORMACIÓN ADICIONAL
  • Los taxis, cuando están libres, llevan un cartel blanco que dice TAXI, mientras que cuando están ocupados encienden una luz naranja.
  • Los museos municipales cierran los lunes y los nacionales, los martes.
  • En París lo típico es desayunar un café con cruasanes y pasta de chocolate, una baguette con mantequilla y mermelada o un sándwich.
  • El bistrot es una especie de pequeño restaurante, de tipo familiar, en el que se sirven quesos y embutidos con un vinito tinto acorde y que son ideales si uno no tiene demasiada hambre.
  • La brasserie es más del tipo platos tradicionales con cerveza.
  • La tarjeta Paris Visité, no suele compensar en absoluto a no ser que se siga un ritmo maratoniano de visitas.
CÓMO MOVERSE EN PARÍS

Ciertamente por la ciudad se puede ir de un sitio a otro andando, porque París no es demasiado grande, pero para distancias mayores lo suyo es el metro, ya que muchas estaciones son realmente bonitas. Cuenta con 15 líneas bastante modernas y muy bien indicadas. Pero hay que tener cuidado porque el tren RER también es subterráneo y cuenta con 4 líneas que unen el centro con la periferia de forma muy rápida. Ambos funcionan de 5:30 á 0:30. El precio oscila entre 1,3€ y 2€.

El autobús es más complicado y, sobre todo, más lento. Tiene 57 líneas y funcionan de 5:30 á 20:00. Aunque también cuentan con un autobús nocturno, el Noctambus, que recorre la ciudad a partir de la 1:30.

Los barrios más interesantes
  • El Barrio Latino Saint-Germain.- Es un barrio estudiantil y está muy animado.
  • Oberkampf y Ménilmontant.- El barrio de la moda más moderno de todo París.
  • Le Marais.- Es el barrio judío y donde se concentran la marcha gay.
  • La Bastilla.- Este es el lugar donde se encuentra la verdadera fiesta, sobre todo, la nocturna.
  • Bautte-aux-Cailles.- Es lo más parecido a un pequeño pueblecito que se puede encontrar en París.
  • Bercy, Tolbiac.- Un barrio universitario y alternativo en el que se mezclan las barcazas con los espectáculos más iconoclastas de la ciudad.

12 comentarios
  1. Nosotros conseguimos ver la mayoría de los sitios que mencionáis de la mano de White Umbrella Tours. Son en castellano y nos contaron detalladamente la historia de los sitios y sus protagonistas. Nos encanto Montmartre y el Barrio Latino, por su ambiente e historia. También se nos quedo la espinita de no poder visitar El palacio de Versalles y sus jardines pero la próxima vez que vayamos visita asegurada. un saludo

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