Londres en 3 días

Esta es una guía para saber qué ver y hacer en Londres en tres días. Visitar una ciudad como Londres, con múltiples lugares de interés, es todo un reto, pero aquí seleccionamos los lugares más importantes que no te puedes perder.
Parlamento y BigBen | Foto: VisitLondon
Parlamento y BigBen | Foto: VisitLondon

Te contamos qué ver y hacer en Londres en 3 días, pero eso sí, desde el principio te advierto que Londres es una ciudad cara. Muy cara.

Primer día

Comenzamos madrugando mucho en la estación de metro Tower Hill (líneas verde y amarilla), frente al famosísimo río Támesis. Desde aquí ya vemos la Torre de Londres, parte una fortificación datada en 1066 y construida por Guillermo el Conquistador para defender la ciudad. Luego se utilizó como cárcel y mazmorra. Actualmente es donde se guardan las Joyas de la Corona (o eso dicen) y son custodiadas por los Beefeaters. Si queréis visitarlo, el precio de la entrada incluye todo el recinto.

Junto a la torre está la exposición sobre el puente (Tower Bridge) y su construcción que no es muy interesante. Cruzamos el puente levadizo y llegamos al City Hall de Norman Foster. Viene a ser algo así como el ayuntamiento, con una forma muy curiosa, no sólo es interesante verlo por dentro, sino que ofrece una panorámica fantástica desde la terraza superior.

Al otro lado de la calle hay una museo que puede interesar a los apasionados por lo bélico: Winston Churchill´s Britain at War Exhibition. Es un poco caro, pero si el tema os interesa está bastante bien, aunque es obviamente partidista. Siguiendo la calle Tooley encontramos el HMS Belfast a la derecha, un barco de la armada real que concursó en la II Guerra Mundial, porque otra cosa no, pero los ingleses están muy orgullosos de sus guerras y casi todo lo que se puede visitar alude a alguna de ellas. Para mí gusto, podéis verlo de paso mientras seguimos el camino, sin detenernos.

Porque aquí llega la primera parada obligatoria del día: Hay´s Galleria. Uno de los muelles del Támesis, que ahora es una especie de plaza cubierta con cafeterías, puestos de perritos y bagels, para tomar algo y reponer fuerzas.

Mercado en Londres | Foto: VisitLondon
Mercado en Londres | Foto: VisitLondon

Llegando a la plaza del puente de Londres, hay dos atracciones bastante originales: London Bridge Experience y London Dungeon. Morbosos a más no poder y centrados en aspectos de la Historia, muy poco históricos… leyendas urbanas, personajes míticos reales o imaginarios, te dan un paseo por el viejo Londres, sus suburbios y alcantarillas de la manera más tétrica posible. Pero es muy divertido y puedes comprar la entrada, con espectáculo en español, por menos de 20 euros.

Al otro lado de la plaza está la Southwark Cathedral y a su lado Golden Hinde, un galeón perfecto para visitar, si se viaja con niños, ya que se trata de un recorrido educativo, con disfraces y juegos de rol. Un poco más allá, la Prisión Clink, una de las más temidas y la única que se conserva en pie. Se supone que es un museo, pero es más bien sensacionalista y en plan feria de pueblo. Por eso la entrada es tan barata.

Ahora cruzamos el puente de Londres y llegamos a El Monumento, que en realidad es una columna que conmemora el Gran Incendio de Londres y que fue reabierto (porque se puede entrar) en diciembre de 2008. Subiendo hacia la izquierda, está la Mansion House, residencia oficial del alcalde de Londres. Y al otro lado, pasando la parada de metro de Bank, está el Museo del Banco inglés y la Bolsa de Londres. Pero nosotros vamos en la otra dirección, hacia Guildhall, una especie de conservatorio de música y artes, en cuyas inmediaciones vamos a comer.

Después de la comida, volvemos a la calle de la Reina Victoria y allí encontramos la iglesia de St. Mary Le Bow. Cuenta la leyenda que un verdadero Hockney (obrero inglés) nace al compás de las campanas de esta iglesia.

Catedral de San Pablo | Foto: VisitLondon
Catedral de San Pablo | Foto: VisitLondon

Desde esta esquina, tomamos la calle Fleet y llegamos a la fabulosa catedral de San Pablo, construida sobre la antigua catedral medieval tras el incendio de 1666, fue una de las pocas construcciones que sobrevivió a la II Guerra Mundial. Además, aquí se casó Lady Di.

Detrás de la catedral está el famoso Temple Bar and Paternoster Square, una placita con un pequeño templete y una columna en su centro. Muy bucólicos. Y tras ellos, el edificio de la Corte de Justicia. En este barrio, la City, que es donde se concentran los edificios más modernos y centros de negocios, os dejo para cenar y dar una vuelta antes de volver al hotel.

Segundo día

Hoy comenzamos en la estación de Lamberth Nord (línea marrón) que nos deja a un paso de la London Eye, la noria del milenio. Inaugurada en 1999, no tiene nada que ver con la de Viena, es mucho más moderna y menos romántica. Es la noria panorámica más alta del mundo (en un día claro, la vista alcanza 40km. de distancia) y seguramente la más cara. El recorrido dura media hora y puedes comprar tus entradas para subir en la London Eye por menos de 30 euros.

Ahora hay que cruzar el Támesis para llegar a la Parliament Square, donde por supuesto, está el Parlamento, con sus dos cámaras: la de los Lores y la de los comunes… No podremos visitarlo, pero sí tiene algo que nos cautivará: el Big Ben, la gran campana de Westminster, que no la torre ni el reloj, aunque el conjunto de campanas forman parte del Gran Reloj de Westminster… en cualquier caso: foto.

Al otro lado de la calle y un poco más abajo, está la Torre de las Joyas. Mandada construir por Eduardo III en 1365, la llamaban el armario privado del rey. Actualmente alberga una exposición permanente “El Parlamento: pasado y presente”. Volvamos a subir y cojamos la primera calle hacia la izquierda para llegar a la Abadía de Westminster. Una iglesia gótica del tamaño de una catedral y donde se celebran las bodas, coronaciones, entierros y demás celebraciones de los monarcas ingleses.

Bajando toda esta calle, hasta la calle Francis, a la izquierda, está la Catedral de Westminster. No os podéis perder, porque aunque a todas luces parezca una mezquita, es la sede de la iglesia católica en Inglaterra y Gales. La arquitectura neo-bizantina de Bentley la hará inconfundible.

London Eye | Foto: VisitLondon
London Eye | Foto: VisitLondon

Volvemos a subir la calle dejando a la izquierda el metodista Central Halll de Westminster y el Centro de Congresos. En la esquina siguiente está el Churchill Museum & Cabinet War Rooms, las estancias desde las que el primer ministro y su equipo dirigieron la guerra, es decir, oficinas de funcionariado; convertido todo en museo. Y nos metemos en la legendaria Downing Street, una calle típicamente londinense, llena de historia, que a su vez nos lleva a la también mítica Whitehall, una de las principales arterias de la ciudad y también una de las más importantes. En ella se encuentra diversos edificios oficiales, como ministerios y embajadas o la Banqueting House, el único edificio que subsiste del antiguo Palacio de Whitehall, destruido en un incendio en 1698.

Todo esto nos deja en la Trafalgar Square, una plaza construida para conmemorar la victoria inglesa en la batalla de Trafalgar. Al norte de la plaza están la Horse Guard Parade, las caballerizas reales (que también tienen cambio de guardia) y al sur está la Charing Cross, el embarcadero, y que se considera el corazón de la ciudad, pues desde ahí se miden todas las distancias. Desde el monumento de Nelson. En sus alrededores también está la National Gallery, una de las pinacotecas más importantes del mundo y que no visitaremos. Y la iglesia Saint Martin in the Fields.

Sigamos calle arriba hasta llegar a la Somerset House, uno de los edificios más históricos de la ciudad y justo en la esquina inversa está Covent Garden: un histórico mercado recientemente revitalizado, que se ha convertido en uno de los lugares más concurridos de Londres. La plaza peatonal, el Royal Opera House y la Royal Ballet School están rodeadas de pubs y tabernas en las que se puede comer y beber a muy buen precio. En cuanto a las compras, este es un lugar estupendo para hacerse con souvenirs.

Pero aquí no se termina el segundo día. Vamos a bajar toda la calle hasta Leicester Square, una plaza peatonal llena de teatros, cines, discotecas y bares, es uno de los puntos fuertes de la noche londinense. Prácticamente al lado está Chinatown, otro lugar muy indicado para hacer compras exóticas a bajos precios. Y si continuamos bajando, llegaremos a la famosísima Piccadilly Circus, esa plaza que resuena por sus carteles publicitario de neón y el ambiente “shopping” que la gobierna. En su centro está la fuente memorial al monumento de Shaftesbury, que conmemora los trabajos filantrópicos de Lord Shaftesbury. También la estatua del ángel de la caridad cristiana… más conocido como Eros, punto de encuentro e icono de la capital. En Piccadilly se encuentra el London Trocadero, un centro comercial a lo grande y prácticamente un centro de ocio y también es ahí donde se pone los martes el Piccadilly Market, un mercadillo de curiosidades. Aquí lo dejamos por hoy.

Tercer día

Esta última jornada la haremos más relajados. Y empezaremos en la estación de metro Victoria. Desde aquí subimos en dirección al gran parque de St. James, donde se encuentran las cuadras del palacio, que ahora se utilizan de garaje: Royal Mews; y donde también está el Palacio de Buckingham, residencia oficial del monarca británico. Frente al palacio, el monumento a la reina Victoria. Desde aquí se puede contemplar el renombrado cambio de guardia. Al otro lado de la calle Constitution Hill, está Green Park.

En el punto en el que se tocan ambos parques, Hyde Park Corner, está el Arco Wellington y sus apasionantes historias. También se lo conoce como Arco de la Constitución o de Green Park, porque antes era utilizada como puerta exterior de Constitution Hill, pero una vez ubicada en se emplazamiento actual, se colocó sobre ella una gigantesca estatua en honor al primer duque de Wellington, aunque después fue también trasladad a Aldershot y en su lugar se colocó la cuadriga que puede contemplarse ahora. En 1992 albergó una de las comisarías de policía más pequeña de la ciudad. Actualmente la mitad es un museo y la otra mita es una chimenea de ventilación para el metro. Junto al arco está el monumento Royal Artillery memorial, dedicado a los caídos británicos del Real batallón de artilleros durante la II Guerra Mundial. Y en la misma placita está Apsley House, que es la sede del Museo Wellington.

Atardecer en Londres | Foto: VisitLondon
Atardecer en Londres | Foto: VisitLondon

Si cruzamos, entraremos ya en el Hyde Park, con su lago artificial: the serpentine, por la forma que tiene. También está la fuente en memoria de la princesa Diana de Gales, un paseo en su memoria. Y el parque vecino es el Kensington Park. En este parque se encuentran el palacio de Kensington, residencia oficial de algunos miembros de la realeza como Diana de Gales, sobre quien se ofrece una exposición abierta al público en el propio palacio. Y, lo mejor de todo, también en honor de la princesa, un parque de juegos muy especial, con su barco pirata, un campamento indio y otras originales diversiones.

A un lado del parque, frente al Roya Albert Hall está el monumento al príncipe Alberto, encargado por su viuda, la reina Victoria. Es un templete muy curioso con 169 esculturas de personajes representativos de cuatro continentes y numerosas alegorías.

Si alguien quiere tomar nota, al otro lado de la calle están los famosísimos almacenes Harrods. En esa misma calle, un poco más abajo, está el London Oratory, en la iglesia del Inmaculado Corazón de María, famoso porque allí se celebra la liturgia católica en latín y porque siempre ahí curas disponibles para confesar o atender a los feligreses y cuando digo siempre disponibles me refiero a que trabajan todo el día, lo que a estas alturas es para considerarlo una atracción turística por lo raro. Por último el Victoria and Albert museum, que es museo nacional de arte y diseño. No vamos a entrar, por supuesto, pero la fachada es de un edificio victoriano y eduardino que se salvó casi ileso de la II Guerra Mundial.

Este es un buen sitio para parar a comer, en alguna taberna o restaurante de la zona. La tarde podemos pasarla paseando y haciendo compras de última hora o podemos hacer un último esfuerzo y dedicársela al British Museum. Nuestra parada de metro más cercana es South Kensington y tenemos que ir a la de Holborn, pues el museo se encuentra en la calle High Holborn. Es el mayor museo del Reino Unido y uno de los más famosos del mundo, gracias al inmenso número de objetos para exponer, fruto de colecciones privadas y donaciones en forma de diversos souvenirs traídos de todas partes del mundo, con especial atención a Grecia y Egipto. Los horarios varían en función de cada sala, pero la entrada es libre y gratuita.

A tener en cuenta

* Las tiendas suelen estar abiertas de 10:00 a 18:00h. de lunes a sábado. Los jueves cierran un poco más tarde, a las 20:00h. Y los domingos, algunas están abiertas desde el mediodía hasta las 18:00h.
* Los restaurantes suelen estar abiertos desde el mediodía hasta las 23:00h. Aunque las últimas cenas se sirven a las 22:00h. Y normalmente se cierra los domingos y los lunes.
* Los pubs abren y cierran muy pronto, de 11:00 a 23:00h.
* Cambio oficial: 1 libra = 1.1484 euros, aprox. / 1 euro = 0.8707 libras
* Viajar a Londres es muy barato, una vez allí todo es caro, especialmente los transportes que son una auténtica barbaridad. Por eso, Londres es una de las pocas ciudades en las que la Travelcard sale rentable. La tarjeta para 3 días, con derecho a transporte público para adultos, cuesta más o menos 65€ y eso supone un enorme ahorro.
* No olvidéis subir en un autobús imperial. Uno de esos autobuses rojos de dos pisos, tan característicos.

Dónde dormir

El alojamiento en Londres suele ser bastante caro y no siempre la calidad y el precio van de la mano. Hay que estar muy atentos a la hora de contratar un buen hotel. Algunas cadenas de hoteles low cost cuenta con buenas ofertas, pero si lo que buscas es un sitio económico y limpio donde pasar la noche, la mejor idea son los Albergues y Hostales Londres.

Big Ben

Es como, popularmente, se conoce la Torre del Reloj de Westminster, aunque en realidad, Big Ben es la campana del reloj, no el propio reloj. Y es famosa por su puntualidad (británica, claro), por su tamaño, pues el minutero mide 4 metros y cada número, un metro y medio; y por su peso, 13,8 toneladas nada menos. Su nombre, dicen que hace referencia a Benjamin Hall, el primer encargado de su construcción. Se mandó construir en 1834, tras el incendio del viejo palacio de Westminster y se instaló en la torre en 1858… desde entonces dicta las horas de los londinenses.

Las extrañas medidas

* 1 Km = 0,62 millas y 1 milla = 1,6 Km.
* 1 cm = 0,39 pulgada y 1 pulgada = 2,54 cm.
* 1 pie = 0,3 m. y 1 m = 3,3 pies
* 1 kg. = 2,2 libras y 1 libra = 0,45 kg.
* 1 gramo = 0,04 onzas y 1 onza = 28 gramos

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