La ciudad de Caesarea marítima en Israel

A los pies de un Mar Mediterráneo que acaricia las costas de Israel, Herodes el Grande convirtió una ciudad de pescadores en la capital administrativa de los reinos que gobernaba para los romanos. Hoy se pueden visitar las ruinas de aquella Caesarea marítima haciendo submarinismo.
Teatro romano en Cesarea | Foto: Turismo de Israel
Teatro romano en Cesarea | Foto: Turismo de Israel

La ciudad israelí de Cesarea (o Caesarea) hunde sus raíces en las profundidades de la Historia. Remontémonos al año 22 a.C., los tiempos del rey Herodes el Grande, aquél idumeo que temía que Jesús viniera a arrebatarle el trono y mandó asesinar a todos los infantes recién nacidos, según el evangelista San Mateo, el único de los cuatro canónicos que recoge esta “hazaña”. En tan sólo 12 años, Herodes convirtió una pequeña aldea fenicia de pescadores, conocida como Pyrgos Stratonos (Torre de Stratos), en una ciudad portuaria, vibrante y colorista. Su nombre originario fue Kaisaria, en honor a César Augusto, su protector. Tiempo después, para diferenciarla de las demás ciudades que llevaban este nombre, se llamó Cesarea marítima.

Este gran puerto, cuyas aguas ya no son tan profundas como hace siglos, fue descrito detalladamente por el historiador judío Flavio Josefo en su libro La guerra de los judíos. Según Josefo, el puerto estaba formado por tres dársenas consecutivas y su construcción concluyó alrededor del año 10 a.C. El estudio y las excavaciones submarinas realizadas con posterioridad han revelado un nivel tecnológico de ingeniería romana muy alto, así como un vasto conocimiento de las corrientes submarinas y los movimientos de las arenas.

Caesarea, ciudad romana

Herodes el Grande y su hijo utilizaron Cesarea como residencia estival y lo mismo hizo Agripa I. Los procuradores romanos de Judea y Samaría tuvieron allí su sede oficial, en el antiguo palacio real. La ciudad ha sido excavada en parte, por eso hoy podemos disfrutar de las ruinas que han ido saliendo a la luz: el hipódromo, el teatro, una parte del foro que tiene estatuas de gran tamaño y que es donde probablemente estaba el palacio real. Se trató sin duda de una ciudad bastante grande que ha ido cambiando tras el paso de los bizantinos, tras la escisión en dos del Imperio Romano, o los templarios hasta convertirse en la ciudad moderna actual.

El palacio de Herodes fue construido en un promontorio al lado del mar con una piscina decorativa. La vida de la ciudad comenzó en el año 13 a.C., cuando Cesarea fue convertida en la capital civil y militar de Judea y en residencia oficial. Los restos de todos los edificios principales que levantó Herodes se mantuvieron hasta finales del siglo XIX y algunos se conservan hoy. Asimismo, las ruinas del poblado medieval también pueden verse en algunos puntos, como los muros, el castillo y la catedral cruzada. Actualmente, gran parte de estos retazos de historia nos asaltan en un paseo por la ciudad, pero existen algunas ruinas sepultadas por el mar y que también pueden disfrutarse en una visita mucho más original: buceando.

Caesarea marítima

El puerto de Cesarea es poco profundo, muy tranquilo y seguro para los bañistas. Su playa es una de las más bonitas de Israel y está preparado para un paseo subacuático y es importante recalcar que el buceo con escafandra autónoma es seguro. Si hablamos de un buceador responsable y con una formación sólida, el riesgo es equiparable al de cualquier otro deporte. Además, se trata de una actividad que se desarrolla en contacto con la naturaleza, con carácter recreativo puesto que no hay una meta, es decir, no se trata de una competición sino de una experiencia entretenida, a la vez que instructiva. Normalmente tiene un carácter colectivo, pero limitada en la comunicación verbal, por lo que obliga a desarrollar la empatía, la comunicación no verbal y las relaciones de colaboración y trabajo en equipo.

Las particularidades fisiológicas específicas de la actividad hacen necesario el seguimiento de una serie de reglas específicas y que se respeten siempre los límites de seguridad. En cualquier caso, el buceo es una opción original y diferente de combinar deporte y arte, porque no hay muchos lugares en el mundo en los que se pueda disfrutar de ruinas romanas o incluso medievales a la vez que se bucea entre aguas tranquilas. Conocer esos vestigios del pasado que las aguas han guardado celosamente es toda una oportunidad que, además, está al alcance de la mano.

Mapa de Caesarea

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