¿Viajes elitistas para ver Fórmula 1?

El circuito de Fórmula 1 de Graz (Austria) ha reabierto tras 11 años sin ver correr un coche por sus pistas. Las entradas y los alojamientos en la ciudad se acabaron en un suspiro.
Circuito de Fómrula 1 de Graz (Austria) | Foto: Paloma Gil
Circuito de Fómrula 1 de Graz (Austria) | Foto: Paloma Gil
Circuito de Fómrula 1 de Graz (Austria) | Foto: Paloma Gil
Circuito de Fómrula 1 de Graz (Austria) | Foto: Paloma Gil

GRAZ.- El circuito de Fórmula 1 de la región de Graz, en Austria se ha reabierto para albergar el premio Red Bull Ring de Spielberg. Un circuito que vuelve al calendario después de 11 años de ausencia, cuando se conocía como A1-Ring. La reapertura e inauguración del circuito ha sido un éxito aunque no se llevaran la palma los pilotos del equipo con el mismo nombre, precisamente, que para más datos obtuvieron uno de los peores resultados de todo el campeonato: abandonando Vettel y con Ricciardo en el décimo puesto.

Sin embargo, y a pesar de lo aburrido que está resultando este mundial, sin duda por culpa de la monotonía que provoca el equipo Mercedes, la Fórmula 1 es de los poco acontecimientos deportivos que más turismo mueve cada año. El próximo premio tendrá lugar en Silverstone, Inglaterra, y después en Hockeheim, Alemania, y en el Hungaroring de Budaest… hasta un total de 19 carreras a lo largo del mundo, en algunas de las ciudades más bonitas del planeta.

Semejante acontecimiento deportivo supone una inyección económica a la ciudad o región en la que tiene lugar y sirve de punto de encuentro para los apasionados del deporte rodado. Sin embargo, para hacerse con una entrada hay que estar bien atento y hacerlo con suficiente antelación, porque lo cierto es que desaparecen en poco tiempo. Y lo mismo ocurre con los alojamientos que circundan la zona, cuyas reservas se agotan de un año para otro en las fechas cercanas al evento deportivo.

Asistir a las carreras de Fórmula 1 puede ser una excusa excelente para, tras disfrutar de la adrenalina de 3 días de entrenamientos y competición en un amiente de lo más agradable, regalarnos unos días de vacaciones que nos permitan conocer la zona y hacer turismo en esas ciudades que albergan las carreras y que tanto tienen que enseñarnos por muchos y diferentes motivos: cultura, historia, gastronomía, etcétera.

El turismo de carreras se dibuja como uno de los más elitistas, pero hay muchos otros acontecimientos que rodean este mundo y que se celebran en los mismos circuitos y a los que se puede asistir en caso de no conseguir entradas para el principal, por ejemplo, coches clásicos o motos. En cualquier caso, la diversión está garantiza.

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