Plan de turismo natural: la difícil conciliación entre negocio y biodiversidad

El Gobierno español ha aprobado un plan para potenciar el turismo natural en el país. La mayor dificultad será mantener la biodiversidad de las zonas protegidas frente a las necesidades de las empresas privadas de explotación.
Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y José Manuel Soria, ministro de Turismo, presentan el plan sectorial de turismo de naturaleza | Foto: Moncloa
Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y José Manuel Soria, ministro de Turismo, presentan el plan sectorial de turismo de naturaleza | Foto: Moncloa
Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y José Manuel Soria, ministro de Turismo, presentan el plan sectorial de turismo de naturaleza | Foto: Moncloa
Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y José Manuel Soria, ministro de Turismo, presentan el plan sectorial de turismo de naturaleza | Foto: Moncloa

MADRID.- Los recursos naturales de España están desaprovechados desde el punto de vista turístico. El país mediterráneo basa su éxito, con 60 millones de turistas en 2013, en sus costas y en la disponibilidad de sol y buen tiempo durante la mayor parte del año. Sin embargo, en el interior de España se esconden rincones naturales con paisajes, actividades y experiencias que dejarían a cualquiera boquiabierto. En el último Consejo de Ministros, el Gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular) ha aprobado un plan con el que pretende dar un impulso al turismo natural dentro del país. Las cifras muestran el potencial que tiene este tipo de actividad: 500.000 turistas eligen España como destino de montaña cada año, generando 35 millones de pernoctaciones en turismo de naturaleza. Por contra, en las costas las pernoctaciones ascienden a 242,51 millones de noches, con 44,1 millones de turistas, entre españoles y extranjeros.

El Gobierno tiene por delante varios retos para conseguir que el turismo natural se conozca en España y fuera del país. Para empezar, el tipo de turista que se interesa por estos recursos es muy diferente al que acude buscando la playa. Por ello, la promoción y los mensajes adecuados serán imprescindibles. El Plan Sectorial de Turismo de Naturaleza y Biodiversidad prevé realizar esta promoción de forma diferenciada y reconocer a los empresarios que se apliquen a la conservación de los recursos naturales. En realidad, el Gobierno no está pensando en llevar 44 millones de turistas a las zonas naturales de España, lo que podría suponer una catástrofe para las mismas por el impacto ecológico que tendría. Su objetivo es poner en valor la biodiversidad de España a través del turismo de naturaleza, dar visibilidad a la Red Natura 2000 e impulsar el sector económico relacionado, que puede generar más puestos de trabajo e ingresos. Pero, a la vez, el ejecutivo español quiere evitar que las actividades turísticas supongan una amenaza para la biodiversidad y que el sector privado se implique en la conservación del entorno. El primer paso será la aprobación de una Ley de Parques Nacionales más laxa con las actividades privadas que se pueden llevar a cabo en los mismos.

El eje alrededor del que se articulará toda esta estrategia es la Red Natura 2000, un conjunto de espacios naturales protegidos en toda Europa y que persigue asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat del continente. España aporta el 27% de los espacios protegidos (147.000 kilómetros cuadrados) a este proyecto, lo que da cuenta de la importancia del país mediterráneo en el mismo. En proporción de terreno protegido, a España sólo la superan Eslovaquia, Bulgaria y Eslovenia, con más del 30% de su territorio en cada uno de estos países. Según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el gasto que realizan los turistas interesados en los espacios de la Red Natura 2000 en toda Europa se sitúa entre 50.000 millones y 90.000 millones de euros anuales, lo que ayuda a generar 5 millones de puestos de trabajo en estas zonas. Ejemplos de estas zonas son los parques nacionales, como el reciente de la Sierra de Guadarrama, en Madrid.

Esta es la teoría, pero habrá que ver cómo se concreta en la práctica. El sector del turismo rural es el que más beneficiado pueden resultar de esta iniciativa, pero se enfrenta a sus propios problemas. La falta de profesionalización en el mismo y el intrusismo son las principales preocupaciones de los propietarios, para los que el Gobierno también ha ideado un plan. A diferencia del hotelero tradicional, que ha refinado su negocio desde los años 60 del siglo pasado, el propietario rural carece de una formación específica y en muchos casos son personas que no se dedican por completo a esta actividad. Por ejemplo, un reciente estudio del portal Escapadarural muestra que el 59,2% de las casas rurales listadas en su directorio no podrían atender a sus turistas en inglés. Cuanto más nos adentremos en España, menos probable es que nos atiendan en español. Lo mismo sucede con el alemán y el francés. El Gobierno prevé promocionar los recursos naturales de España en Alemania, Países Bajos, Bélgica y Francia, la cuestión es quién está preparado para recibir a estos turistas.

El sector actividades que gira alrededor del turismo rural, como excursiones, equitación, deporte o aventura, también saldría muy beneficiado de este plan, pero sucede lo mismo: los profesionales de estas empresas deberían actualizar sus conocimientos para tratar a un nuevo tipo de turista. Por otro lado, las regiones de montaña y del interior español podrían ver una revitalización de sus actividades, lo que repercutiría en un mayor empleo e ingresos en estas zonas. El plan que quiere poner en marcha el Gobierno español es una promesa que deberá hilar muy fino para que todos los engranajes de la naturaleza funcionen al mismo ritmo y faciliten riqueza a zonas deprimidas, a la vez que se proteja su biodiversidad.

Artículos relacionados