MADRID.- Estrellas verdes. Este será el símbolo que certificará la calidad de los alojamientos rurales de toda España, al igual que las estrellas doradas lo hacen con los hoteles. El acuerdo para homogeneizar la simbología que indicará la categoría de los establecimientos rurales se ha alcanzado en la Conferencia Sectorial de Turismo que se ha celebrado el 8 de abril en Madrid, aunque ya se venía trabajando en el proyecto desde hace meses.
Este conferencia reúne a los consejeros de Turismo de las diferentes comunidades autónomas, que son las que tienen competencia para regular las enseñas que marcan la calidad en sus respectivos territorios, y al sector privado. Esta competencia de las regiones es el motivo por el que en algunas comunidades se usan las espigas para señalar la calidad de los alojamientos y en otras se utilizan otras señales. El objetivo de esta decisión es homogeneizar la clasificación de los alojamientos rurales para conseguir unificar el mercado e incrementar la eficacia de las medidas de promoción.
El sector del turismo rural se venía quejando desde hace años de que la disparidad de criterios y símbolos de clasificación hacían muy difícil la promoción conjunta de este negocio en el extranjero, lo que redundaba en una pérdida de competitividad. El turista foráneo no entiende que en una comunidad las casas rurales estén clasificadas por espigas y en otra por bellotas o encinas, por ejemplo. Por ello, una de las aspiraciones de los empresarios rurales era la de conseguir un sistema de clasificación similar al de los hoteles, con sus estrellas.
Cataluña no se suma
La implantación de la clasificación por estrellas verdes no será inmediata, ya que los Gobiernos de las diferentes comunidades autónomas tendrán que aprobar y modificar su legislación en esta materia, por lo que se hará de forma paulatina. Al acuerdo para homogeneizar la clasificación se han sumado todas las regiones, excepto Cataluña.
La comunidad catalana irá por libre en este asunto y mantendrá su propia clasificación con espigas, según ha asegurado Felip Puig, consejero de Empresa y Empleo de la Generalitat. Esta región es una de las más dinámicas en cuanto a turismo rural y concentra buena parte de las visitas de turistas extranjeros, lo que da idea del éxito de su estrategia en este segmento. Cataluña concentró el 10,9% de los viajeros que se alojaron en establecimientos rurales en 2012, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y sólo es superada por Castilla y León, la verdadera potencia en esta materia. Además, la comunidad catalana también registró el 11,4% de las pernoctaciones totales del año pasado.
No obstante, la decisión de Cataluña puede acarrearle consecuencias negativas, puesto que una vez que se unifique el sistema de clasificación en toda España y se realice una promoción conjunta, la comunidad autónoma no podrá participar en la misma al diferir en este punto. No hay que olvidar que el resto de regiones concentran el 90% de los visitantes restantes y que su promoción conjunta podría restarle turistas a Cataluña. En la decisión también puede haber pesado la estrategia independentista que está adoptando el Gobierno catalán de Artur Mas (CiU).
Plan de promoción
En la conferencia también se acordó un plan de promoción internacional para el sector del turismo rural. Según el comunicado difundido por el ministerio, este plan tiene como objetivo “generar riqueza y dinamizar áreas geográficas con menor flujo turístico o económico, así como distribuir la demanda a lo largo de todo el año”. Además, otra de las misiones que se persiguen es la de usar las tradiciones del territorio y adaptar la oferta a las exigencias de los turistas internacionales que buscan nuevas experiencias.
Este plan se dirigirá principalmente al turista alemán y francés, seguido de los portugueses. Es decir, a los mercados de proximidad, que son los más apetitosos para el turismo rural. También se apuntará al Reino Unido.
