La “antipolítica” turística de Donald Trump

GBTA estima que las prohibiciones para viajar a EEUU de Donald Trump costarán a la economía del país más de 1.100 millones de euros sólo en 2017. Además, el presidente ha eliminado el organismo de promoción del país de su presupuesto federal.
Donald Trump, presidente de los EEUU, y Mike Pence, vicepresidente, en el despacho oval | Foto: White House
Demoler el turismo a base de órdenes ejecutivas | Foto: White House
Donald Trump, presidente de los EEUU, y Mike Pence, vicepresidente, en el despacho oval | Foto: White House
Cómo demoler el turismo a base de órdenes ejecutivas | Foto: White House

Donald Trump, presidente de los EEUU desde el 20 de enero, es un terremoto para el negocio de los viajes. A pesar de que el propio Trump gestiona una empresa hotelera, no dudó, en su primer día de mandato, en firmar una orden ejecutiva para prohibir el acceso a EEUU de personas procedentes de diversos países, la mayoría de ellos con un elevado número de población que profesa el Islam. Los tribunales tumbaron este decreto y Trump volvió a la carga con una nueva orden, que también fue suspendida por la Justicia.

Esta línea tan clara de prohibiciones ha llevado a GBTA, la asociación internacional de empresas especializadas en viajes de negocio, a estimar que el sector del turismo perderá 1.300 millones de dólares (1.162 millones de euros) en EEUU durante 2017, según una entrada publicada en el blog de la asociación. El gasto en viajes de negocio ascendió a 1,2 billones de dólares en 2015, una cifra similar a la riqueza que genera un país como España cada año. A estas órdenes ejecutivas se ha sumado el reciente veto de transportar dispositivos electrónicos, como portátiles, en los vuelos provenientes de ochos países africanos y de Oriente Medio.

Para hacer sus cálculos, GBTA ha utilizado los datos de ventas de billetes de Airlines Reporting, una empresa que aglutina datos sobre aerolíneas, y sus propios modelos estadísticos. Estos números rojos millonarios se refieren al dinero que los turistas internacionales podrían gastar en negocios estadounidenses, como hoteles, alimentación, alquiler de coches y comercios. La asociación, que es un potente lobby en EEUU, también ha estimado que la pérdida de ingresos de viajeros que podrían llegar desde países africanos y de Oriente Medio ascenderá a 250 millones de dólares en este ejercicio.

El temor de las empresas estadounidenses es que los eventos de negocios y congresos se muden de los EEUU a otros países con motivo de las interdicciones puestas en marcha por Donald Trump. De hecho, una encuesta realizada por GBTA entre sus socios europeos arroja que el 45% de los mismos se plantea realizar menos congresos y eventos en los EEUU.

Si las políticas de Trump se mantienen durante todo el año, GBTA calcula que el PIB de EEUU perderá 1.670 millones de dólares. Asimismo, más de 24.000 personas que trabajan en el sector turístico estadounidense engrosarán las listas del paro y se dejarán de pagar 998 millones en sueldos a empleados del sector. El Estado también dejará de ingresar 401 millones en impuestos.

En la actualidad, tanto Europa como EEUU están debatiendo la posibilidad de prohibir el transporte de dispositivos electrónicos en los vuelos comerciales que aterricen en sus respectivos países. Este veto se suma al del límite de líquidos en el equipaje de mano y a los controles reforzados de seguridad en los aeropuertos. Aunque no se han facilitado datos concretos a la opinión pública, esta nueva medida de seguridad ha surgido tras conocerse que Donald Trump ha compartido con Rusia documentos confidenciales de los servicios de inteligencia estadounidenses en los que se describía un plan para atentar en vuelos comerciales a través de ordenadores portátiles, según el diario Washington Post.

Michael W. McCormick, director ejecutivo de GBTA, explica en la entrada del blog que la cuestión que está llevando a las empresas y turistas a plantearse un viaje a EEUU no son tanto las nuevas medidas de seguridad como la imagen que se está dando del país norteamericano como destino poco amigable para el turismo. Ya estas medidas se añade el primer presupuesto económico para EEUU presentado el presidente Trump, en el que no se contempla ninguna cantidad para Brand USA, el organismo creado por Barack Obama en 2010 para vender el país norteamericano como destino turístico en todo el mundo. La desaparición de estos fondos significa el cierre de Brand USA, un organismo que ha ayudado a incrementar en 3 millones los turistas que recibe EEUU (un total de 80 millones en 2016) y ha aportado 8.900 millones de dólares a la economía estadounidense. La última palabra sobre la desaparición de Brand USA, y algunas de las políticas de Donald Trump, la tendrá el Congreso, quien debe aprobar o enmendar el presupuesto.

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