Grupo Barceló compra Orizonia

Tras un amago de rechazo, Barceló ha comprado finalmente el Grupo Orizonia, por una cantidad no desvelada. La operación supondrá la inyección inmediata de 40 millones de euros para que Orizonia pague nóminas y a sus proveedores.

MADRID.- A punto del concurso de acreedores, el Grupo Orizonia, presidido por Fernando Conte, ha sido salvado por Barceló, no sin sobresaltos. Según un comunicado enviado a los medios, el conglomerado turístico que dirige Simón Pedro Barceló ha adquirido el 100% de Orizonia por una cantidad no revelada. El pasado jueves 29 de noviembre Barceló hacía público que había roto las negociaciones con Orizonia porque este grupo no había aceptado sus condiciones. Durante el fin de semana, y con la posibilidad de que Orizonia presentase un concurso de acreedores, el grupo presidido por Conte ha aceptado la compra.

Orizonia se encontraba en una situación muy difícil, ya que no contaba con liquidez para hacer frente al pago de las nóminas de sus empleados ni al de los proveedores (como hoteles). De hecho, Fernando Conte había pedido a su plantilla que aguantase hasta el 5 de diciembre para cobrar la nómina del mes de noviembre porque estaba a punto de cerrar este acuerdo. Con la compra por parte de Barceló, este grupo inyectará 40 millones de euros en Orizonia para que haga frente a sus pagos más inmediatos.

Ambas compañías esperan cerrar la operación en las próximas seis semanas, es decir, a mediados de enero de 2013. Para ello tendrán que recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia y de los acreedores de Orizonia, que si ven una posibilidad de cobrar sus créditos lo darán sin duda.

Fernando Conte, presidente de Orizonia, ha explicado en el comunicado enviado a los medios que “la adquisición de Orizonia por Barceló Viajes no sólo presenta una gran potencialidad en clave de sector, sino que permitirá cerrar con éxito una refinanciación que otorgará a Orizonia una gran solidez pese al contexto generalizado de deterioro macroeconómico”.

Con esta operación se crea el primer grupo turístico de España, que contará con una facturación de 4.000 millones de euros, 30.000 empleados y más de 1.400 agencias de viajes. Se sitúa de esta manera por delante del Grupo Globalia, presidido por Juan José Hidalgo, con una cifra de negocios de 3.082 millones en 2011, y de Viajes El Corte Inglés, con unos ingresos de 2.426 millones el año pasado. No obstante, es probable que la estructura del grupo que surge de la unión entre Orizonia y Barceló se vea afectada con la reducción de puntos de venta y plantilla.

Orizonia, propietario de marcas mayoristas como Iberojet, Kirunna, Solplan, la red de viajes Vibo (antes Viajes Iberia), la aerolínea Orbest o los hoteles Luabay, cerró 2011 con una facturación de 2.350 millones de euros y pérdidas de 42 millones. El grupo turístico está sufriendo la falta de consumo de los españoles, que han restringido al máximo sus salidas vacacionales.

Por otro lado, Orizonia cuenta con una deuda superior a los 600 millones de euros prestada por un sindicato de 30 bancos. El diario Expansión asegura que entre las condiciones de la compra se encuentra una quita del 80% de esta deuda por parte de las entidades financieras, lo que la dejaría en 120 millones de euros. Habrá que ver si es cierto que se produce una renuncia de este calado. Asimismo, Orizonia era propiedad del fondo de inversión Carlyle, que poseía el 55% del capital, de Vista Capital (firma de capital riesgo del Banco Santander), con un 36%, y de IGC, con un 5%. El resto del capital es propiedad de Gabriel Subías y de anteriores directivos del grupo. La dinámica de los fondos de inversión es la de entrar en una compañía para sanearla, hacerla crecer y venderla obteniendo plusvalías, por lo que Orizonia ya quemaba en las manos de Carlyle y Vista Capital.

El concurso de Orizonia habría dejado en el aire a sus 5.000 empleados y a la treintena de bancos que sostienen su deuda. Según una información del medio 02b.com, el 17% de la deuda financiera de Orizonia se encuentra en los balances de bancos españoles, como Bankia, BBVA y Santander, mientras que ocho bancos menores se reparten cerca de 29,3 millones. El resto de la deuda se colocó en el mercado internacional.

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