El presupuesto para turismo ha caído un 27% con el PP

La política turística española es paradójica. A medida que España gana más turistas extranjeros (75,58 millones en 2016, un 10,3% más), el Gobierno de turno dedica menos dinero a las iniciativas que deben consolidar estos números.
Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital
Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital
Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital
Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital

Según el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2017, presentado por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, la partida destinada a coordinación y promoción del turismo contará con 319,01 millones de euros este ejercicio, un 3,11% menos que el año anterior. Desde 2012, cuando Mariano Rajoy (PP) inició su etapa como presidente del Gobierno, el presupuesto destinado a coordinación y promoción del turismo ha caído un 27%.

Dentro del presupuesto de turismo, la partida más relevante por su función es la que se refiere al Instituto de Turismo de España (Turespaña), organismo encargado de promocionar el país mediterráneo en el exterior para conseguir atraer a turistas extranjeros. En 2016, Turespaña dispuso de 91,27 millones de euros, mientras que en el presupuesto que se aprobará en las siguientes semanas sólo se adjudica al organismo 81,49 millones de euros.

En un país descentralizado como España, las competencias sobre turismo están transferidas a las comunidades autónomas, incluidas las de promoción en el exterior. Sin embargo, hace años se llegó a un acuerdo con estas regiones autónomas para unificar la promoción del destino España en los mercados internacionales, competencia que recae en Turespaña. A pesar de los descensos presupuestarios para políticas turísticas, la cantidad para publicidad se ha incrementado en medio millón de euros, hasta los 7,5 millones.

En el presupuesto de turismo también se contempla una línea de préstamos para ayudar a las empresas del sector a modernizarse y a invertir en actividades de investigación y desarrollo con el fin de que la industria turística española sea más competitiva. En 2017 se destinarán 221,31 millones de euros para la concesión de préstamos a bajos tipos de interés, la misma cantidad que en el ejercicio anterior. Sin embargo, a tenor de los datos de otros años, el uso de estas líneas de créditos blandos por las empresas turísticas y los emprendedores ha tenido poco éxito. Por ejemplo, de 30 millones de euros disponibles para préstamos a empresas de jóvenes emprendedores, no se ha usado ninguna cantidad. Y, de 45 millones que estaban presupuestados en 2016 para préstamos a proyectos con I+D, sólo se han usado 160.000 euros.

Exceltur, la asociación que agrupa a las grandes empresas del turismo español, ha calificado el presupuesto turístico como “un claro desaire” para un sector económico que aporta más de 100.000 millones de euros anuales a la riqueza de España y da empleo a más de 2 millones de personas. Desde esta patronal reclaman más dinero para mejorar la competitividad del turismo español y consolidar los datos de afluencia de visitantes extranjeros y de ingresos.

Salvo las cantidades para pagar los sueldos de los trabajadores de la Secretaría de Estado de Turismo y de Turespaña, el resto de partidas no disponen de una línea política clara que sirva para consolidar los resultados del turismo español, pero sobre todo para mejorarlo. En la memoria que desarrolla los objetivos para la coordinación y promoción del turismo no hay cabida para los temas estratégicos que esbozó Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, en el Congreso de los Diputados. No se habla de la economía colaborativa, que está reconfigurando el negocio turístico, ni del problema de los pisos turísticos, ni del empleo de baja calidad que se da en el sector turístico ni del uso del big data. Todo sigue igual, pero con menos dinero para una industria clave en España.

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