Dónde viajar entre enero y junio

Te proponemos un listado, detallado, para que sepas dónde viajar en función del mes del año. Hay destinos que son más baratos en invierno o primavera, o que son más cálidos y ofrecen más atractivos.
Medina en Marrakech - foto ONT
Medina en Marrakech – foto ONT

¿Qué destinos son mucho más baratos dependiendo del mes del año en que se viaje? La temporada alta o baja es un factor a tener en cuenta a la hora de viajar, pero hay muchas otras cosas que determinan el precio y la calidad de los servicios en un destino, y que en su mayoría, dependen del mes en el que se viaje.

Brisbane South Bank - foto ONT
Brisbane South Bank – foto ONT

¿Dónde viajar en enero?

Comencemos por el otro lado del mundo. Sí, enero es el mejor momento para conocer Brisbane, en Australia. Buen clima, sin lluvia ni frío y mucha tranquilidad, ya que es el mes con menos turistas para la ciudad. Lo que hace que los precios caigan hasta el 50% sin perder un ápice de calidad. Subir al Story Bridge sin hacer cola e incluso lanzarse a bajarlo en rappel, recorrer los parques del South Bank quizá en bicicleta o fotografiar la ciudad desde lo alto de la noria, hacerse con un sitio privado en la playa del centro de la ciudad o disfrutar del parque Aquativity. Visitar la galería de arte moderno y contemporáneo GOMA o la galería de arte de Queensland y no sólo por el arte que exponen, sino por sus edificios, salir a remar, conseguir mesa en algún restaurante de moda y disfrutar de las especialidades de temporada en una terraza frente al mar. Probar chocolate y cerveza artesanal, ir de compras sin agobios o pasar la noche en el campamento Nightfall’s Luxury Wilderness, algo limitado a seis huéspedes y que es una auténtica experiencia.

Ciudad del Cabo - foto ONT
Ciudad del Cabo – foto ONT

¿Dónde viajar en febrero?

En febrero recomendamos Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. En pleno verano, con máximas de 26ºC y ese Cape Doctor (el viento del sureste) que hará todo aun más agradable, es el mejor momento para viajar. Lo cierto es que no se trata de una ciudad cara, pero en febrero lo es mucho menos todavía. Hay que escalar el Lion’s Head, la montaña más peculiar de Table Mountain, y aunque el final sea un poco duro, la panorámica desde allí es algo impagable. Incluso se ve Robben Island. Algo menos activo es la Boulders Beach, donde están esos divertidos pingüinos cuyo graznido es más parecido a un rebuzno que a otra cosa. Lanzarse al mercado de Greenmarket Square, con un ambiente muy especial, nos permitirá admirar sus artesanías y productos locales, lo mejor para los verdaderos suvenires. Por supuesto, hay que probar la comida tradicional africana, sin olvidar los mariscos. También es recomendable pasar el día en una playa escondida o visitar Kirstenbosch Botanical Gardens, donde en verano suele haber conciertos y terminar el viaje en el Victoria and Alfredo Waterfront, el dinámico puerto de la ciudad, que durante el mes de febrero está en plena ebullición.

Medina en Marrakech - foto ONT
Medina en Marrakech – foto ONT

¿Dónde viajar en marzo?

Marzo es un mes polémico puesto que la semana santa puede ser un problema o una ventaja, dependiendo del año. Así que Marrakech, en Marruecos, será una gran opción. Se trata de un destino bastante barato en general, pero en el mes de marzo lo será más. Es recomendable visitar la Plaza Jemaa El Fna, el centro de la vida de la ciudad. Además, uno de sus muchos atractivos es la diversidad: encantadores de serpientes, puestos de comida rápida típica, lo que busques. Desde allí mismo se puede ver el minarete de la Mezquita Koutoubia, la más grande y centro neurálgico de Marrakech. O bien ir a los zocos de Medina, al norte de la plaza, se trata de un sinfín de callejuelas cubiertas con toldos y miles de tiendecitas de lo más variopintas donde podréis poner a prueba vuestras dotes de regateo. Visitad la Madraza de Ben Youseff, una antigua escuela coránica del siglo XVI, que arquitectónica y decorativamente es un sueño. Darse un paseo por la Kasba y conocer el Palacio de la Bahía, otra joya de la arquitectura marroquí, es otro imprescindible. Sin olvidar las Tumbas Saadies, en la propia Kasba, un impresionante mausoleo de la dinastía Saadí. Todo ello acompañado de música, ambiente y comida tradicional, hay que probarlo todo.

El Puente Wilson en Lyon - foto ONT
El Puente Wilson en Lyon – foto ONT

¿Dónde viajar en abril?

Abril, también es un mes que puede ser problemático, por el mismo motivo: La Semana Santa. Por eso está bien buscar un destino que no vaya a verse afectado por esta celebración. Así que vayamos a Lyon, en Francia. El Palacio de Antoine Lumière, el padre de los inventores del cinematógrafo, y que ahora es el museo del mismo nombre. La famosísima catedral de San Juan, románica y gótica y el increíble reloj astronómico que recuerda al de Praga. Si os gustan las iglesias, hay que ver la basílica de Notre Dame de la Fourvière, construido sobre las ruinas del antiguo foro y que hoy se ha convertido en un centro de peregrinación. Además alrededor del foro hay también otros restos arqueológicos, de la antigua colonia de Lugdunum, como el teatro y el odeón. Y para los más curiosos, al lado está el Museo Gallo-romano. Para conocer de verdadera la ciudad, hay que perderse a través de algunos de los 500 traboules que hay por doquier. Se trata de callejoncillos que atraviesan, calles, pasajes, edificios y patios, pasadizos que conforman un submundo maravilloso y muy característico en Lyon. Si os gusta la naturaleza, el parque más grande, y más bonito de Francia, dicen… está en Lyon. El Parc de la Tête d’Or, 150 hectáreas a la orilla del Ródano. Un crucero por el río Saona, el museo de la marioneta, la gastronomía… Lyon es una ciudad que hay que visitar y hay que hacerlo con tiempo, porque engancha.

Plaza de España en Sevilla - foto ONT
Plaza de España en Sevilla – foto ONT

¿Dónde viajar en mayo?

El mes de mayo es perfecto para conocer Sevilla, en España. Dejando atrás la Feria de Abril y sin los rigores del verano, mayo es además un mes mucho más económico para visitar la capital andaluza. La catedral y la Giralda son dos monumentos imprescindibles y es imperdonable no verlos. La catedral es la tercera más grande del mundo. Si eres deportista, te recomendamos subir al campanario de la Giralda y, si no, pues dar un paseíto por el Patio de los Naranjos. No olvidéis el Real Alcázar de Sevilla, el palacio real que más tiempo ha estado en activo en toda Europa y fue uno de los escenarios más famosos de “Juego de Tronos”. Si os interesa la conquista de América, visitad el Archivo de Indias, si no… el edificio en sí, también es bonito de ver. Haced una ruta por la ciudad siguiendo la muralla: los alcázares, el Patio de Banderas, la Judería, el callejón del Agua, hasta el Barrio de Santa Cruz. Pecado sería no visitar la Torre del Oro, una torre almohade que cerraba el paso al Arenal uniéndose a la muralla, hasta la Torre de la Plata, se utilizó como capilla primero y después como prisión; actualmente alberga el Museo Naval de Sevilla. Y cruzad el puente para llegar a Triana, tomar una cerveza en el barrio de la Alfalfa, recorrer la Alameda de Hércules y, si os gusta el arte contemporáneo, el Metropol Parasol, más conocido como “las setas de Sevilla”, una especie de restauración (por llamarlo de alguna manera) a la Plaza de la Encarnación. Y por supuesto, mi favorita, la Plaza de España y el Parque de María Luisa, que además de ser preciosos ambos y escenario de numerosas películas y series, son dos de las obras más espectaculares de España. Os dejará sin palabras.

Parque Nacional de Nairobi - foto de Paloma Gil
Parque Nacional de Nairobi – foto de Paloma Gil

¿Dónde viajar en junio?

En junio, uno de los mejores destinos será Nairobi, en Kenia. No sólo por el precio sino también porque es quizá el mejor mes para visitar esta ciudad: clima templado, sin lluvia… es un lujo que se da pocas veces al año. Por supuesto, decir Kenia y no decir safari es una tontería, así que empecemos por el Parque Nacional de Nairobi, fue el primero del país y actualmente es uno de los más importantes. Abrid bien los ojos, ponedle pilas a la cámara, cargad bien el móvil y cazad buenas fotos. De hecho, en los alrededores de la ciudad hay un buen número de reservas dedicadas al cuidado de diferentes animales, como el centro de jirafas, el orfanato de rinocerontes y elefantes Daphne Sheldrick, las granjas de cocodrilos de Mamba Village a las afueras de la ciudad, etc. Si os gusta el bullicio, la mezquita Jamia, donde podréis encontrar miles de personas rezando al tiempo, es impresionante. El Centro cultural de Bomas, también a las afueras de Nairobi, en el que se recoge la gran diversidad de culturas que componen el intenso mosaico keniata. Danzas tradicionales, arquitectura indígena, música y mucha diversión. Y la visita romántica a la casa de Karen Blixen… la escritora danesa que todos conoceréis por la película “Memorias de África”. Nairobi es una ciudad muy cosmopolita que no deja de lado una gran parte de tradición, todo ello representa un viaje que os trasladará en el tiempo, en el espacio, en la cultura y sobre todo, que os hará disfrutar de un mundo desconocido que os encantará.

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