Cuatro años del accidente de Spanair sin juicio y sin conclusiones válidas

Los familiares de las víctimas acuden a un homenaje en la Terminal 2 del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Cuatro años después aún no se ha celebrado el juicio por el accidente y las víctimas califican de “falsas” las conclusiones del informe oficial.

MADRID.- Se cumplen cuatro años del accidente del vuelo de Sapanair que se estrelló en el Aeropuerto de Madrid-Barajas tras su incapacidad para despegar. En el mismo murieron 154 personas y resultaron heridas de diversa consideración otras 18. La ministra de Fomento, Ana Pastor, acudirá a un homenaje que se celebra todos los años desde el siniestro en la Terminal 2 del aeródromo madrileño.

Al homenaje, en el que se depositará un corazón formado por 154 rosas blancas, también acudirá la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022. Pilar Vera, presidenta de la asociación, ha sido muy crítica con las investigaciones que se han llevado a cabo para intentar esclarecer la verdad. A finales de 2011 se cerró la instrucción judicial del caso con la imputación de los dos técnicos de mantenimiento responsables el día del accidente. A pesar de que se ha acabado la investigación (tres años después del accidente), aún no se ha celebrado el juicio sobre el caso. Los técnicos han sido imputados por el homicidio imprudente de cada uno de los fallecidos, así como por los daños y lesiones de los heridos.

Antes del cierre de la investigación judicial se emitió el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), que ha sido muy criticado por las víctimas y cuyas conclusiones califican de “completamente falsas”. La asociación está luchando para que el informe sea revisado y modificado, ya que las premisas de las que parte son equivocadas, según las víctimas. A estas críticas también se ha sumado recientemente el COPAC, colegio que agrupa a los pilotos de aviación civil, y que ha realizado un estudio independiente.

Irregularidades

El estudio del COPAC denuncia el escaso valor del informe elaborado por la CIAIAC, dependiente del Ministerio de Fomento, y señala diversas irregularidades que apuntan a una responsabilidad administrativa. Por ejemplo, el certificado de aeronavegabilidad del avión siniestrado fue prorrogado varios días antes del accidente, cuando la aeronave necesitaba una revisión completa. Este certificado es esencial para demostrar que un avión está en condiciones seguras para volar. El mismo fue prorrogado por la Circular 11-19B de la Dirección General de Aviación Civil.

Por otro lado, en 2007 había ocurrido un incidente similar (que no acabó en accidente) con un avión modelo MD-83 en Lanzarote (el estrellado en Madrid era un MD-82). Al igual que en el siniestro de Barajas, el avión que intentaba despegar en Lanzarote no había configurado sus flaps y slats para la maniobra, pero el sistema de avisos TOWS no se activó. En la fecha de accidente de Barajas la CIAIAC no había concluido el informe del incidente en Lanzarote, por lo que las conclusiones del mismo no se habían integrado en el manual de operaciones de los aviones modelo MD-80.

Asimismo, Spanair no había puesto en marcha el programa de análisis de datos de la flota MD-80 al que estaba obligada según dos normas de aviación civil. Este programa era un requisito fundamental para obtener el Certificado de Operador Aéreo (AOC), que habilita para volar en los cielos españoles, y su importancia radica en el hecho de que permite detectar averías técnicas y otro tipo de eventos de seguridad que permiten evitar accidentes.

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